jueves, 4 de abril de 2013

Veo un nuevo mundo en tus ojos- Capítulo 2 (Final)



*A las dos semanas*


En mi día libre tuve que hacer bastantes cosas, todo tuvo que ver con KyuHyun. Fui al registro civil a cambiar su apellido y todo eso, hablé con mis padres del nuevo miembro de la familia y les agradó, lo que más me impresionó fue que KyuHyun habla más con mis padres, a mí apenas me hablaba sobre lo que quería. 

También volví a la casa de KyuHyun a ver su ropa y de más cosas, me enteré de que al asesino lo agarraron a tiempo. Tiene pena de muerte. Tuve que despejar mi mini invernadero del jardín de atrás para que ese sea el nuevo cuarto de KyuHyun mejor dicho su mundo. 

En lo que respecta a nosotros no hablábamos mucho, solo KyuHyun me dirigía la palabra para decirme que quería comer y yo por supuesto como un idiota tuve que comprarme un libro que incluye un CD para aprender a cocinar sus platos. 

También había gastado un buen dineral para cobrar los daños que KyuHyun le hizo al diseñador que contraté para que le haga su cuarto, y al final él acabó arreglando todo a su manera. 

Había gastado mucho en él pero solo con ver su sonrisa me hizo feliz, igual ya era de mi propiedad. 

Tenía doble jornada así que tenía que quedarme hasta tarde, y eso no era bueno para KyuHyun. Acabaría destruyendo mi casa y eso lo supe gracias a varias experiencias. 

Lo senté suavemente en el auto y le coloqué el cinturón, me subí y empezamos a andar. 

Creo que fue una buena idea haberlo traído pues en un lugar apartado parecido a un jardín se puso a jugar mientras yo daba clases, le compré bastantes cosas caras del bar y como en la universidad había un lugar para jóvenes discapacitados y con problemas donde había aprendido unas cuantas notas de piano que yo reforcé en la casa. 

La profesora de aquel curso me dijo que KyuHyun tenía Estructura Esquizoide donde se evita a todo el mundo exterior, se caracteriza por una actitud de aislamiento y distancia. 

También me dijo que no era nada grave y que no tenía de porqué preocuparme, que solo eran un pequeño problema y que si no hacía caso a sus recomendaciones iba a empeorar. 

-Eso es todo que puedo decirte de KyuHyun- dijo acompañándonos a la salida. 

Salimos agarrados de la mano y caminamos a lo largo del jardín, era de noche y se notaban las estrellas. 

-¡Kim JoonWoon!- dijo una voz femenina era bastante conocida-. No des ni un paso más. 

Me giré y era una antigua compañera de clases dónde estudie orquesta, tuvimos algo en la universidad. 

-Yoon EunHye- dije abrazándola paternalmente, siempre la había cuidado-. ¿Qué haces aquí?- dije separándola de mí. 

-Estoy haciendo unos informes de los estudiantes de piano- dijo coquetamente. 

-Qué bien, me agrada. Debes darte una vuelta por mi casa, si es que te acuerdas. 

-Claro que me acuerdo, siempre íbamos a hacer nuestras cosas- dijo guiñándome un ojo. 

Sentía como KyuHyun apretaba más mi mano, lo miré y me desvió la cara. 

-Ya vámonos- exclamó jalándome el brazo-. ¡Vámonos! 

Me jalaba muy fuerte que creí que me iba a arrancar el brazo y gritaba desesperadamente. 

-¿Y él? ¿Quién es?- dijo ella entornando los ojos hacia KyuHyun. 

-Y a ti que te importa- replicó de mala manera-. JoonWoon ser mi hermano. 

-¿Es tu hermanos?- dijo sorprendida-. Nunca me había dicho que tenías un hermano. 

-Sí, vino recién, es bastante engreído, quiere que haga todo para él solo- dije mirándolo y obligándolo a que se tranquilizara. 

-Mmm, bueno, tengo que irme, no te perderé de vista, cuídate. 

Y se fue dejándome con un enojado KyuHyun. 

-¿Qué te ocurre?- hizo un puchero, estaba enojado-. ¿Quieres comer? 

Se soltó de mi mano y salió corriendo al carro, subí en él aun sin saber que le pasaba. No hablamos en todo el camino a casa, casi usualmente no lo hacíamos. 

-Llegamos- dije mientras abría la puerta de KyuHyun, éste bajó enseguida sin mirarme, entró a su habitación y cerró la puerta. 

No le presté mucha atención así que fui a preparar la merienda, claro, digna de KyuHyun. 

Algo me decía que estaba enojado. Terminé de preparar la comida y fui afuera con una gigante bata para dormir y unas pantuflas de tortugas ya que hacía mucho frío. 

-KyuHyun- dije tocando la puerta de atrás-. Te traje tu platillo favorito. 

Abrió la puerta solo un momento, me arranchó el plato de las manos y me la cerró en la cara. 

-KyuHyun…- dije tocando la puerta-. Ábreme. 

No hizo caso y yo sentía que debía aclarar. 

-Ábreme y dime que te pasa- susurré-. Si me abres te daré chocolates. 

La abrió tímidamente y me dejó entrar, lo saludé y él desvió la mirada. 

-Quedó muy bien tu cuarto- dije poniendo un chocolate en su cómoda. 

-Kim JoonWoon…- dijo parándose-. Dime la verdad. 

-¿Cuál verdad?- pregunté mientras veía las tortugas en su hábitat. 

-Esa señorita de ese gran edificio… ¿Tú estar enamorado de ella? ¿Tú irte con ella y dejarme solo? ¿Tú casarte con ella y reemplazarme con tu verdadero hijo? 

-¿Qué? ¡No! Eso nunca va a pasar, no te dejaré, eres ahora mi hermano y eso nada va a cambiarlo- dije acercándome a su cuerpo. 

Sonreí. Había creído que era un cosa peor, no eso. 

-¿Enserio? ¿Tú quedarte conmigo para que me sigas comprando cosas?- asentí-. Gracias. 

-De nada, solo fue un mal entendido, ella es solo mi amiga. 

Asintió y se puso a comer, salí de la habitación y fui a acostarme. 

*A la mañana siguiente* 

Había trabajado toda la mañana en nuevos acordes y lo único que pude llegar a ser (después de terminar mi trabajo) fue acostarme en el sillón y dormir una siesta. 

Cuando a KyuHyun le daba los ataques de no-querer-hablar-mucho-conmigo me mandaba papeles y luego se iba a encerrar en su cuarto, rara era la vez que me hablaba y pedía algo, todavía se estaba acostumbrando. 

Creo que dormí más de 5 horas y torpemente me olvidé de que KyuHyun tenía que comer verduras los martes o si no tiraba la comida y que tenía que dársela temprano o no serviría de nada. Me desperté algo sobresaltado y con algo en mí pecho, era un papelito de KyuHyun que recitaba: JoonWoon, tengo hambre. Había cientos de ellos alrededor de mi cuerpo. 

Vi la hora y eran las 6 y no había almorzado, me asusté mucho, que me levanté enseguida y fui a buscarlo a su cuarto, la puerta estaba abierta y no había nadie. 

-¡KyuHyun! ¿Dónde estás?- dije desesperadamente, él escapaba de la casa si no le daban lo que quería. 

De repente oí una música de Bon Jovi, conocida para mí. Livin’ on a Prayer. Caminé hasta la cocina (que es dónde provenía el sonido) y encontré a KyuHyun haciendo un desorden. 

Movía sus caderas al ritmo de canción y a veces juagaba a que tenía una guitarra de aire, me quedé embobado mirándolo, no sabía lo que hacía pero se veía adorable. 

Cuándo iba a sacar un supuesto pastel del horno me observó y se le abrieron los ojos como platos, dejó el pastel encima de la estufa y salió corriendo. 

-¡KyuHyun! ¡Espera! No te vayas- paró en seco y se volteó a mirarme. 

-No quería que te enojaras, últimamente tú andar muy ocupado y gruñón, por eso no te quise despertar- bajó la cabeza y ya se iba a retirar solo que cogí su brazo. 

-Eso no importa, ya no estoy enojado, estoy feliz- dije con una sonrisa de oreja a oreja-. Tengo hambre, ¿qué hiciste para cenar?- exclamé tocándome el estómago. 

-Arroz frito con Kimchi, helado y un pastel de vainilla- dijo feliz y empujándome hasta la silla del comedor-. Tú quedarte aquí, yo traeré comida para ti pero después tienes que pagarme. 

Asentí mientras KyuHyun seguía haciendo un desastre en la cocina, cosa que me llevó horas en limpiar. 

-Ahora viene el plato especial, kimchi con arroz frito- dijo KyuHyun sonriente mientras alzaba el plato en señal de victoria, asentí abrumado y empecé a comer. 

Ya no más por favor, ya comí demasiado… 

Después del “festín” que comí acompañé a KyuHyun a que se acostara. Entramos a la habitación suya y lo recosté suavemente en la cama, le besé la frente y ya me iba hasta que su mano me detuvo. 

-Es lindo vivir contigo…- dijo con voz melosa-. Que tengas buenas noches. 

*Después de dos meses* 

-¡KyuHyun! Es hora de ir al hospital- dije cogiendo mi chaqueta algo apresurado. 

Tenía una propuesta interesante para irme a trabajar a Paris, sería algo excelente alejar a KyuHyun de esa ciudad dónde lo único que hacía era traerle malos recuerdos, yo sabía que lloraba en las noches por causa de sus padres, sabía que en Paris se iba a divertir. 

-Ya voy- dijo algo temeroso apretando sus hombros. 

-Sube al auto que ya voy, te iré a dejar y después vendré para también ir a dejar las cosas que necesites, dudo que salgas rápido de ese hospital, tal vez tengas que dormir allá- dije haciendo muecas-. Tranquilo, vas a estar bien con las enfermeras, yo no podré estar contigo pues necesito hablar con alguien. 

-Tengo miedo…- dijo cogiéndome de la camisa-. Quédate conmigo. 

-No puedo, pero te haré saber algo bueno. ¿Quieres vivir en París?- asintió feliz-. Ahí es donde vamos a vivir de ahora en adelante, lo haremos si ya no pides tantas cosas y dejas concentrarme. 

Asintió y lo llevé al hospital, como lo supuse tenía que ir a ver sus cosas para que se quedara la noche, volví a la casa y fui a su cuarto. 

Nuevas sorpresas en mi vida. 

KyuHyun no me dejaba entrar a su cuarto y casi siempre tenía la música muy alta y no podía oír lo que hacía, cerraba las cortinas y no me dejaba ver lo que hacía. Era como un mundo que no conocía que está en mi propia casa. 

Entré a su habitación, y saqué ropa cómoda para él. Algo me llamó la atención. 

Era una pequeña caja que al frente recitaba: “Cosas de Cho KyuHyun, no tocar”. Sonreí encantado y me traté de convencer que para ser un buen hermano tienes que saber qué hace el ser que vive contigo. Me senté y empecé a leer un pequeño bloc de notas. 

Todo hablaba sobre mí, decía que era una persona muy interesante, apuesto y solterón. Que además le compraba todo lo que quería sin renegar, como lo hacían sus padres. 

Me levanté y cómo siempre veía que KyuHyun dibujaba (a veces lo espiaba, tenía que ver qué es que hacía encerrado en ese cuarto) cosas, no lo sabía hasta que vi el caballete de él. 

La abrí y encontré demasiados dibujos míos, algunos eran caricaturas con cabezas grandes, pies gigantescos y pequeñas manos. Me veía muy gracioso, sonreí encantado, había señalado tantas cualidades de mi cuerpo (había flechas en los dibujos) todas las cosas que debía mejorar, no había otro dibujo más que el mío, Naruto y nuestra casa. 

Nunca me había sentido tan querido en mi vida, lloré un poco. KyuHyun fue mi salvación, sin él no hubiese salido del patético mundo en el que estaba atrapado, dónde me encontraba encerrado en mi casa y era un aburrido y renegado profesor. 

Después de que me tranquilicé fui hacia el hospital, me esperaba sentado firmemente en la sala de espera, me saludó con la mano y se paró. Sentía tantas ganas de abrazarlo que sin pensarlo dos veces rodeé su cuerpo con mis brazos. 

-Te quiero…- le oí susurrar, cuando sus brazos rodearon mi cuello. 

No pude responderle ya que el doctor vino y se lo llevó, me lo quedé mirando cómo se iba sin hacer escándalos, él sabía que si hacía eso me metería en problemas. 

Salí del hospital después de dejar su mochila en la recepción. 

*Al día siguiente* 

-Solo necesita reposo- dijo el doctor tranquilamente mientras yo me moría por salir de ese lugar-. Déjelo descansar y tráigamelo cuando le de ataques de pánico, me convertiré en su nuevo doctor. 

-Es verdad…- dijo KyuHyun mirándome-. Ya se me sé su nombre, es Park JungSoo. 

-Si ese es mi nombre- dijo sonriendo, sus pequeños hoyuelos de sus mejillas resaltaban tanto. 

Nos despedimos de aquel amable hombre y salimos agarrados de la mano, estaba muy apurado así que creo que prácticamente lo estaba arrastrando hasta el carro. 

Llegamos a la casa y entré a mi cuarto. Cerré con llave y me propuse a trabajar, me habían dicho que ya le habían dado de comer en el hospital. 

Gracias JungSoo… Me ahorraste un peso de encima. 

Empecé a escribir la nueva melodía que si tenía suerte la aceptarían e iría a Paris con KyuHyun, yo solo quería el bien para él. 

Después de unas cuantas horas de pensar y pensar la melodía de la orquesta salió al aire. La envié al director de la universidad por correo y esperé con vino en la mano a que la aceptaran. 

-JoonWoon… ¿Puedo pasar?- dijo abriendo la puerta tímidamente. 

-Sí. ¿Sucede algo? ¿Tienes hambre?- dije con ganas de dormir, estaba muy estresado y desesperado. 

-No, no es eso, yo solo quiero que veas esto…- dijo estirando una hoja de papel. 

Pero al momento de cogerla sonó el teléfono de la casa, bajé rápidamente deseándome suerte. 

-Ya mismo la veo, es que esta llamada es importante- dije apartándolo de mi camino. 

Él inocentemente me siguió con su pequeño papel en las manos. 

-Aló…- con suerte era el director de la universidad-. Señor Choi SiWon. 

-Ya recibí su melodía, y está perfecta. Fresca y sencilla como siempre me han gustado- dijo amablemente aunque yo sabía que ese señor era de cuidado, si decía algo fuera de lugar mi trabajo se echaría a perder. 

Empezamos a hablar sobre París y como estaba asegurado mi prosperidad en aquella ciudad hasta que KyuHyun me jaló fuertemente de la camisa. 

-JoonWoon…quiero que me prestes atención- dijo con sus ojos brillantes. 

-Ahora no KyuHyun, estoy con alguien importante- dije restándole la mínima importancia. 

Necesitaba un mejor trabajo ya que KyuHyun me dejó casi en la banca rota al pedir tantas cosas, me avergonzaba decir eso pero estaba endeudado. 

Él comenzó a hacer un escándalo insoportable dónde chillaba y jalaba mi camisa. 

-Kim JoonWoon, escúchame, escúchame, tengo algo que decirte- exclamó más fuerte. 

-¿Quién es ese? Dígale que haga silencio que estoy hablando- dijo ya enojado el director. 

-¡KyuHyun! Deja de molestar, ya voy, solo espérame un rato- dije al borde de la frustración. 

Supongo que se cansó de esperar porque salió del panorama y se dirigió a los tomacorrientes del teléfono. Lo hizo, lo desprendió delante de mis ojos y yo me sentencié muerto. 

-¡Ya! Ahora que persona del teléfono se fue, préstame atención- gritó. 

Le había soportado e todas pero esto ya era demasiado, la paciencia se me fue. 

-¡Mierda! ¡KyuHyun! ¿¡No puedes esperar un momento!? ¡Te dije que era importante y tú solo seguías jodiéndome la vida! ¡No tuve por qué cogerte de ese lugar! ¡Lo único que hiciste fue arruinar más mi vida de lo que ya estaba!- grité para después taparme la boca arrepentido, le había gritado cosas terribles. 

Sus ojos se llenaron de lágrimas, soltó el papel y bajó la cabeza. 

-Yo-Yo solo quería decirte lo que sentía…- murmuró para salir corriendo de la casa. 

Y entonces me di cuenta de error que cometí, yo me busqué esto y tenía que cargar mi responsabilidad, KyuHyun era mi responsabilidad. 

Cuando volví a la realidad, me di cuenta de que KyuHyun se había ido. E agaché para coger el papel, lo que decía me destruyó más. 

Contenía un dibujo mío (el que más me gustó) con las cualidades cambiadas. 

Cabeza Grande: Que piensa cosas demasiadas inteligentes, y hace canciones muy hermosas. 

Manos pequeñas: Pequeñas pero cocinan muy bien y sirven para sacar dinero de su chequera. 

Cuerpo frágil: Me gusta abrazarlo de vez en cuando. 

Y de más cosas, al reverso decía: No sé si entendiste pero me encanta cómo eres, me encanta cómo me tratas pero sobre todo me encanta cómo haces que mi mundo brille. Antes, cuando mis padres aún vivían, me sentía perdido y sin nadie además de ellos, encerrado en un mundo que no me comprende… pero tú hiciste que todo cambiara, me trajiste a tu casa que es muy grande y hermosa, conocí a mucha gente buena cómo el doctor Park JungSoo y la profesora Choi SooJung también a los divertidos estudiante Kim RyeoWook y Kim Heechul. Parecería que conseguiste a las personas correctas para sentirme bien conmigo mismo. Te debo todo a ti. 

Gracias. 

-KyuHyun…- murmuré mientras me levantaba y salía a buscarlo. 

Caminé muchas cuadras por toda la ciudad pero no daba con él y traté de buscarlo en toda los puestos que a él le gustaban. 

Y entonces recordé que el cementerio (donde están enterrados los padres de KyuHyun) queda muy cerca de mi casa, tomé un taxi hasta allá. 

Lo encontré, llorando frente a las lápidas de su padre, se me rompió el corazón. 

-¿Por qué tuvieron que dejarme solo?- dijo entre sollozos-. Eran los únicos que me querían, ahora ya no tengo a nadie, todos me odian. 

Me acerqué a él y lo cogí del brazo haciendo que quedara pegado a mi cuerpo. 

-Perdóname…- susurré en su oreja. 

Nos estábamos abrazando mientras KyuHyun lloraba desconsoladamente de mi hombro. Tal vez era demasiado para él y demasiado para mí. 

Después de que se tranquilizó me pidió disculpas, una de las pocas veces que lo ha hecho. 

-¿Persona por el teléfono, estar enojada contigo?- me preguntó inocentemente. 

-Sí, pero no importa, ya veremos en dónde vivimos- le dije mientras revolvía su cabello. 

-Enserio lo lamento JoonWoon, yo no quise hacer eso. Soy un tonto. 

-No pienses eso, no lo eres. Yo lo soy por haberte gritado de esa manera. 

-Sí, es verdad, tú tienes mayor culpa que yo- dijo sonriendo, revolví sus cabellos y nos dirigimos a la casa, aún no sabía muy bien qué decir. 

Le había gritado de una manera horrible. Tal vez KyuHyun sea igual que yo, perdona todas las cosas que se han hecho sin importar qué, él solo mantiene la idea de que esa persona está enojada y merece tú ayuda cómo amigo. Igual a mí que en ese momento estaba perdonándolo por hacer añicos mi trabajo. Ya estábamos a mano. 

Llegamos a la casa en silencio. KyuHyun se dirigió a su cuarto y dijo que lo siguiera. 

-Quiero que me acompañes y me arropes cómo mamá lo hacía- dijo cogiéndome de la mano. 

-Está bien, pero no me jales- dije caminando pesadamente. 

Llegamos y lo recosté en la cama, le di un beso en la mejilla y ya iba a salir pero su mano me detuvo, hizo una negación y se sentó haciendo espacio para mí. 

-No te vayas- me senté a la lado suyo, pero cerca, muy cerca. 

-Cierra los ojos- me dijo demandante, lo hice porque creí que algo bueno iba a pasar-. No te muevas, pero verás, si te mueves no te vuelvo a hablar. 

-Está bien, no lo haré- sentí sus suaves labios posarse sobre mí. 

Abrí los ojos demasiado sorprendido, él también los tenía abiertos. Se separó y me quedó viendo con tristeza, cruzó los brazos e hizo un puchero. 

-Lo hice, ya te besé o me dices algo o te sales- dijo KyuHyun, cogí su mano y la apreté. 

-Me gustó…- dije mientras me acercaba a su cara. 

Cogí su cabello y me besé con él. Su boca se abrió al sentir mis labios, acaricié su mejilla con mi otra mano, era un beso dulce y tierno, inocente sobre todo, sin apurarnos y sin importarnos. 

Mis manos se deslizaron por su cuello acariciando toda la superficie de éste. Sentí una mano temblorosa posarse sobre mi pecho, aparté mi brazo de su cuello y la posé en la suya apretándola y uniéndolas. 

Al separarnos sonreímos y KyuHyun se posó en mi hombro, dio un beso en mi cuello. 

-Quiero pertenecer a tu mundo- dijo en un susurro. 

-Ya lo eres Kyu…eres mío- dije antes de cogerlo de la barbilla y juntar nuestros labios de nuevo. 

Sus brazos rodearon mi cuello y casi obligadamente hizo que lo acostara en la cama y me montara encima de él, me separé y se veía tan lindo. 

Sus mejillas estaban rojas, su cabello revuelto y sus labios claramente mostraban señal de haber sido besados, lo abracé y me sentí realmente bien. 

-¿Quieres seguir o…?- dije muerto de la vergüenza. 

-Sí, sí quiero…- dijo igual de rojo que un tomate. 

Sonreí y para bajar la tensión lo besé dulcemente, el beso cada vez se iba tornando más apasionado. 

¿Han sentido alguna vez como es despertar de un letargo para luego darse cuenta de lo que es hermoso el mundo? 

Eso sentía yo en ese momento. 

Recorrí con mis manos suavemente su espalda y él se removió suavemente con la respiración agitada. 

El roce de mis dedos en su blanca piel era tan enfebrecido, apenas tocaba un centímetro de su piel y ya sentía mi corazón desbocado. 

Era estar despierto, alerta y feliz. 

-KyuHyun…- susurré en su oreja antes de meter mi ansiosa lengua. 

El respondía con gemidos y suspiros. Esto casi seguro que nuestros corazones iban tan rápidos que se podía oír su eco por todo el cuarto. Le quité su camisa verde de una y empecé a tocar los costados de su torso suavemente. Él trataba desesperadamente de atraparme con sus manos como queriendo fundirse conmigo supongo que es así es como esperaba que fuera todo. 

-Mi corazón está muy acelerado, JoonWoon….necesito que estés más cerca de mí. 

Me empecé a mover sobre su pelvis y él bajó sus manos hasta el borde de mi camisa negra y la jaló completamente. 

-A mí me gusta tu piel… ¿Te gusta mi piel?- dijo suspirando pesadamente. 

-Te voy a mostrar que tanto me gusta- dije colocando mis labios en su vientre y repartiendo besos sobre su torso. 

Él seguía aruñando y tocando mi espalda muy excitado (eso podía notarlo por lo que estaba en sus pantalones). 

Se sonrojó mucho más mientras sus manos se movían nerviosas sobre mis muslos. Me quedé bastante sorprendido, él siempre tan distante y ahora tan vulnerable. 

Tomó mis manos entre las suyas y las colocó sobre los botones de sus pantalones. Los desabroché torpemente pues me sudaban las manos. Luego de unos minutos ya nos habíamos quitado nuestras respectivas prendas inferiores. KyuHyun entrecerraba los ojos pues como él me decía estaba avergonzado. Pasé mis dedos sobre su miembro y él soltó un gemido entre agudo y ronco que me auguraba sobre la sinfonía que estaba a punto de venir, tragué saliva un poco nervioso y puse sus piernas a los lados de mi cadera. Empapé mis dedos en saliva y los dirigí hasta su entrada. El seguía con sus ojos entrecerrados, el cabello revuelto y la boca abierta en un suspiro. 

Los introduje en él y los empecé a mover lentamente, él estaba suspirando y entre murmullos escuchaba mi nombre. 

Cuando supuse que ya estaba listo, los quité y me introduje de lleno en él. Él soltó un grito y se encorvó un poco, su respiración y sus gemidos eran tal como me los imaginaba. 

-Quiero tocar tu cara, Joon- dijo lentamente extendiendo su manito. 

Me acerqué a él y puse mi cara cerca de la suya, besé sus rosados labios y empecé a moverme. Apretaba fuertemente mis hombros mientras gemía entre cada movimiento que yo hacía…al principio era lento pero luego subí al ritmo al igual que nuestra respiración. 

La mirada de Kyu estaba concentrada en mis ojos como si me devoraba con su mirada (lo cual solo me hacía excitar más) y aunque le quería dar mucho placer si él me seguía viendo así simplemente enloquecería. Me moví más fuerte hasta que él ya estaba empezando a temblar y corrientes eléctricas me recorrían todo el cuerpo. Rocé levemente con mi mano su miembro y el gimió incluso más alto (si es que eso era posible). 

Naruto, su tortuga, se paseaba sobre su terrario y yo sentía que me veía con cara de que le haces a mi amo. 

Moví su mano sobre su entrepiernas mientras el no dejaba de apretar mis muslos y tocar su torso frenéticamente. Más gemidos altos y roncos salían de nuestras gargantas anunciando el final inminente. Luego de unos minutos llegamos al orgasmo junto creyendo que en ese momento el mundo podría terminarse y a mí me importaría un pepino. Me lancé a su lado viéndolo recuperar su respiración, entrelacé sus dedos con los míos. 

Y entonces KyuHyun habló y dijo (lo cual no era muy seguido) una de las frases más sinceras y hermosas que le he visto decir. 

-Tú- me señaló- estar aquí- tocó el lado de su pecho donde estaba su corazón-. ¿Yo estoy en el tuyo? 

-Lo estás- agarré su mano y la puse en el lado izquierdo de mi pecho. 

*Luego de 5 años* 

-Ahora por hoy y solo por hoy, los artistas surcoreanos más talentosos del siglo… Cho KyuHyun y Kim JoonWoon, aquí en el teatro Kodak de Nueva York- recitó el presentador anunciando nuestra entrada. 

Agarré la mano de KyuHyun y salimos a escena en el teatro lleno. En el escenario había un lienzo enorme, un violonchelo y una silla. Me dirigí hacia la silla mientras él iba hacia el lienzo con un pincel y una paleta de pintura en la mano. 

Empecé a tocar y al mismo tiempo KyuHyun empezó a pintar frenéticamente cuadros hermosos al ritmo de la música mientras el público nos quedaba viendo extasiados. Gracias a que descubrí que KyuHyun ama la música que toco logramos fundar una unión y nos hicimos mundialmente famosos. Y estábamos viajando alrededor del mundo, juntos como siempre debimos estar. 

Aunque al principio creí que Kyu era el que me necesitaba y dependía de mí…luego me di cuenta de que yo también dependía de él para ser feliz. 

Terminado el espectáculo todo el público estalló en aplausos mientras él se acercaba a mí para tomar mi mano. 

Hicimos una reverencia y le dije: 

-Te amo KyuHyun…gracias por dejarme pertenecer a tu mundo.



Fin :)


PD: Saluden a Minako Aino que ha vuelto al ruedo de los fanfics. 
Es un gusto tenerte de nuevo amiga :) 

1 comentario:

  1. KYA!!!!!
    Me encantó!!!! YeSung tan alksjdxaskchd KyuHyun tan añlskdjskhcd no tengo palabras para describirlo... has sido fantástico!!! El YeHyun me apasiona!!!
    PD: Es un gusto volver, aquí me siento como en casa. Saranghae <3

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