domingo, 8 de septiembre de 2013

Capítulo 8- "Si no estás a mi lado"

Hola!

Y ganó el EunHae *aplausos* Lamentamos el retraso pero ya pues... Culpen a las tareas.

Lo sentimos... Pero les trajimos el Lemon del EunHae, disfruten, las queremos demasiados.

Por cierto, daremos otra preguntita, solo acérquense a la sala de votaciones.

YuleSaku

POV DongHae


-Hyuk, creo que estamos perdidos- le dije moviendo su brazo.

-No te atrevas a decirlo otra vez, yo conozco bien esta ciudad y sé dónde está la calle para llegar al aeropuerto- dijo tomándome la mínima atención.

Y yo, que no sabía nada de la ciudad, sabía que estábamos perdidos, era obvio que Hyuk no sabía en dónde estábamos, no le decía nada porque no quería que se enojara, sabiendo cómo es su humor.

Bajé la cabeza y seguimos nuestro “camino” hacia el aeropuerto, no le había dicho que me dolía el tobillo ni que moría de hambre y cansancio, también debía decirle que se estaba haciendo de noche y la bestias esas seguramente saldrían a atacarnos y no teníamos nada con qué defendernos, mucho menos municiones.

-Deberíamos descansar aquí, creo que me desmayaré si doy un paso más- le dije apoyándome en una pared.

HyukJae movió su cabeza e hizo una negación, yo veía claramente cómo el sol se ocultaba y empezaba a ponerse anaranjado todo, me tomó del brazo fuertemente y seguimos caminando.

-Descansemos, HyukJae, es enserio, me duele mucho el cuerpo.

-No, entiende que hay que llegar, además no podemos refugiarnos, las cosas esas salen de la nada y lo sabes, tus padres te están esperando con un gran boleto hacia la salvación y tú quejándote- se defendió.

Bajé la cabeza, por el simple hecho de que no estaba preparado para estás cosas, yo sol era un pequeño chico que no conocía nada además de su ventana.

-¡Ya! Quiero descansar y si yo te voy a salvar, lo mínimo que puedes hacer es hacerme caso en todo lo que yo te pida de favor y lo que quiero ahora es descansar- dije presuroso.

-¡Bien! No necesito que un chico al quien recién conozco venga y me salve, y yo no soy esas personas que cumplen los deseos de un pequeño niño.

-Pues no te quiero hacer caso, yo voy a descansar ahora mismo y si no te gusta no es mi problema, y como tu salvador tienes que hacer caso a lo que digo.

Me cogió del brazo y quiso levantarme de una pero se lo impedí sacándolo bruscamente de mi lado, me volvió a torcer la boca y se dio media vuelta.

-Lee DongHae, cuento hasta tres y tienes que estar a mi lado- no le hice caso alguno y seguí sentado en aquel capote de un carro viejo- 1… 2- me miró y pronunció el tres.

-Listo, si lo quieres así, así será, te dejo a tu suerte. Y si preguntas a dónde voy te digo que voy hacia donde mi hermano. Él sabrá que hacer conmigo, igual no iba a aguantar uno de más de tus quejas por todo el camino.

-¡Ni siquiera sabes dónde es el camino! ¡Nunca llegarás a protegerme!- le grité preso de la ira infantil que tenía cargada en mi cerebro.

Me fulminó con la mirada y se fue de mi vista, a lo que ya no era naranja, no nada más que oscuro, la densa oscuridad del apocalipsis.

-¿Me vas a dejar aquí? ¡Bien! ¡Puedo cuidarme solo!- le grité como último recurso.

No me hizo caso y siguió caminando presurosamente.

Yo sabía que HyukJae no me quiso gritar de malo, también sabía que era obra del estrés que esto causaba, bueno, la verdad era que yo estresaba a todo el mundo.

Me puse a llorar un poco por el hecho de que tal vez no lo vuelva a ver más, aunque no sabía qué iba a hacer Hyuk. Lo que yo debía hacer era muy fácil. Solo ir al aeropuerto y nada más.

Pero extrañaba tanto a HyukJae, tampoco sabía si él iba a estar bien, y odio admitirlo pero me estaba empezando a gustar, no quería que nada malo le pasara solo por mis caprichos.

Pero que más se puede hacer, te dejó y hasta ahí quedó su historia.

Suspiré un poco después de haber llorado y me dispuse a dormir.

Cosa que se vio interrumpida pues al momento algo pareció haber golpeado la cajuela y después subir al techo, me desperté enseguida y miré con atención unas garras.

Garras filosas que se hundían sonoramente en el techo, la otra igualmente. Y de un momento a otro esas garras empezaron a empujarse hacia atrás y terminó por abrir un inmenso hueco en el techo, una cara más fea que la de JongWoon apreció.

Me quedé petrificado.

Tenía cuernos, unos muy horribles, carecía de carne humana, yo decía eso pues la carne que poseía era de un color violeta cálido.

Después de eso, sentí que me agarraba de la cintura y me elevaba por el hueco que había hecho, después de eso (no recordaba mucho pues estaba en pánico y solo gritaba) no recordé y solo observé su garra plantándose en mi cara hasta dejarme soñado.

*Después de unas horas con DongHae desmayado*

Parpadeé un poco de veces y me encontraba en otro carro, muy bonito, parecía una limusina o algo así. Me levanté rápidamente y cogí la botella de champaña que descansaba en un tarro con hielo, la cargué contra mi hombro y caminé lentamente.

-¡DongHae! ¡Al fin! ¡Pensé que nunca ibas a despertar!- Hyuk irónicamente me abrazó fuertemente y dio un beso en mi nuca.

-¿Qué pasó con el monstruo?- le dije aun tartamudeando.

-¿Y qué crees que pasó? Soy tu salvador y nunca te dejaré, hasta el lugar dónde yo estaba escondido se oyeron tus gritos de damisela en apuros, Hae.

-¡Idiota! No sabes el miedo que tenía, tu sabes que no puedo ni alzar la pierna bien- observé mi tobillo cambiado de mordaza y vendas y parecía estar mejor, al menos ya no estaba hinchado-. ¿Qué ocurrió? Enserio ya dime.

-Es lo que te estoy diciendo, aquel monstruo duerme con los peces y no creo que salga de ahí.

Era más que obvio que no le creía, era tonto, pero no al extremo. Sabía que alguien lo había ayudado pero por ese día no quería tener más problemas con él, me dejaría solo de nuevo.

-Voy a llegar al fondo de esto- lo observé mejor y parecía que estuvo llorando un tiempo.

-Ahora estamos mejor, solo acuéstate y relájate, todo va a estar bien, yo sé por qué te lo digo.

Se viró y me dio una bandeja con comida de refrigeradora, la cogí y empecé a devorarla como loca, tenía hambre. Le ofrecí a Hyuk pero se negó diciéndome que ya había comido.

Igual, pronto me diría que él no fue el único que mató y me ayudó a salir de ese monstruo.

Él estaba en una esquina y yo en la otra terminando de comer, dejé la bandeja a un lado y nos quedamos callados por un momento.

-Perdóname, DongHae, no sabía en qué pensaba cuando te dejé, enserio lo lamento.

-No importa, ya pasó.

Me vi interrumpido por su gran salto de voz y cuerpo, alcé la mirada y se acercó a mí.

-Es mejor que te busques a una persona que no te haga daño… Yo, si sigo a tu lado después de esto estaré seguro de que te lastimaré.

-Y si me lastimaras ¿qué? ¿Yo qué hago con eso? ¿Quieres que me lo deje y lo recuerde para toda mi vida? ¿Qué alguna vez tuve la oportunidad de besarte y que estés a mi lado para después desperdiciarla por algo que seguramente perdonaré?

No sé de donde me salió eso, pero resultó bastante poético viniendo de mí.

-Es que no lo entiendes, no pertenecemos al mismo mundo. Tu eres guapo, educado y adinerado y yo solo soy un chico que trabaja limpiando mascotas.

-No, te equivocas. Eres el chico que coqueteó conmigo por casi 2 horas, eres el que me salvó de que mordieran por mi estupidez, eres el que cocinó tan magníficamente para mí, eres el que gritó y me besó frente a todo un tumulto de gente y sobre todo eres el que me hace ver la realidad de las cosas. Dime, ¿Yo qué hago sin ti? ¿Quién me va a mostrar el verdadero mundo? ¿Es que acaso quieres que me quede otra vez en mi cuarto encerrado jugando videojuegos?

-Hae… Yo.

-¡No! ¡Tú eres el que no entiende el asunto! ¡Siempre menospreciándote! ¿El dinero de qué me sirve si no puedo tener al chico que me gusta? ¿Es que cómo ahora todo es cibernético conseguiré un nuevo Lee HyukJae? Si quieres que me vaya no lo haré y me quedaré, me pegaré a ti como una larva hasta que entiendas de que lo que siento por ti va más allá que el dinero o un simple gusto de héroe.

Se quedó callado por un momento y ya creía que iban a salir lágrimas de nuestros ojos.

-¿O es que acaso estás guardando dinero para comprarte un nuevo Lee DongHae?- le dije al borde de la hiperventilación.

-No- torció su boca y se me acercó-. Si tengo el único frente a mí no tengo por qué desperdiciar mi dinero.

Me acerqué a él y empezamos a besarnos, esos labios que me encantaba de sobre manera, aquella boca fina que intentaba no ponerse a llorar mientras me besaba.

Ya era todo un experto en el caso de los labios de mi Hyuk, y eso que nos conocimos solo hace tres días, a la mierda el amor a primera vista y todas esas tonteras, a primera vista o no me gusta demasiado y no pienso desperdiciarlo por nada del mundo.

Pegó su pelvis a mi cintura al momento que se excitó por el simple hecho de que yo metí mi lengua primero, sentí un suspiro suyo en mi boca, parecía que esta vez no me iba a quedar atrás. Me agarré de su cabello y lo guie hasta el asiento más cercano.

No fue fácil, reíamos al chocarnos con las cosas que tropezábamos, era divertido con él.

-Cuidado- reí un poco al ver que casi colocaba su pierna en el cubículo con hielo.

Nos seguimos besando hasta que sentí que mis corvas toparon con el asiento, me alejé de su boca sonriente y juraba que mis ojos brillaban.

Entrelacé su mano con la mía y oculté mi rostro avergonzado de que me viera en ese estado, y todo lo que pedía es que me enseñara lo que sabe.

Le abracé la cintura y él alzó mi cabeza para darme un beso en la cabeza.

Hizo que me acostara en el sillón del auto, y frente a mi rostro se sacó la camisa para después recostarse sobre mi regazo tratando de no colocar su peso sobre el mío, aunque fue torpe me pareció lindo, sonrojado acarició mis piernas.

-Tu turno…- a lo que yo no sabía a qué se refería, me quité la camisa también.

Aún me daba vergüenza que casi no tocaba su pecho, pero lo que si sentía era la emoción del momento de estar frente a frente con la persona que quieres, semidesnudos y con una respiración que era más que asquerosa.

Cerré los ojos al ver que HyukJae besaba mi cuello, estiré mi cabeza hacia atrás y apretaba mi boca para no decir ni una bobada que lo asustara pues era inexpresable lo que sentía en ese momento.

Y mientras besaba mi cuello comenzó a desabrochar los botones de mi pantalón, le agarré el hombre y me tapé con lo primero que vi: Un peluche.

Sentía ese característico frío en mi pelvis al ver que cada vez carecía de ropa, me mordí el labio al sentir su mano rozar por mi bóxer, le dije que “cuidado” al sacar mi pantalón o sino tocaba mi tobillo, le dio un beso a mi dedo pulgar y con su sonrisa de mono se acercó a mí.

En cambio Hyuk no tuvo ningún problema en sacarse el suyo con todo y me refiero a todo.

Creo que no había sentido tanto calor en mi cara y cuerpo, si me hubiesen traído un espejo seguramente estaría peor que un tomate, nunca había visto uno, es más, nunca tuve la oportunidad de ver una de esas películas de las que me hablaba JongWoon.

Al besarme sentí que se frotó con mi miembro, apreté el peluche siguiéndole la corriente a Hyuk, me dio un beso en la mejilla y me desposó de todo prácticamente.

Aun con el peluche en mi cara, me mordí el labio. Era tan torpe que no sabía qué seguía después, solo nos besábamos y tocábamos.

Hyuk colocó mis piernas en un ángulo de 45 grados, puso sus manos en mis rodillas y abrió mis piernas quedando él en medio de ellas, eso me gustó tanto. Aparte de que tomó mi miembro en sus manos y lo comenzó a “mover” rápidamente, no podía expresar en palabas la excitación que sentía dentro de mí, verlo, tan agitado y tan “macho” me prendía.

Apreté más el peluche, y cerré los ojos para comenzar a gemir, eché mi cabeza hacia atrás disfrutando de la calentura de la mano de Hyuk que se movía tan rápido.

Mi cuerpo estaba empezando a dar espasmos, a lo que HyukJae se dio cuenta, me dejó por un momento y me besó.

Sentí sus manos tantear mi zona íntima, apreté su hombro cerrando los ojos fuertemente al sentir que uno de sus dedos entraba en aquella zona.

Y me seguía besando, metió un segundo dedo, el dolor y la incomodidad se hacían presentes.

Solté un quejido aun en el beso que dejé de seguir, HyukJae me cogió de la cara y la acarició suavemente mientras de mis ojos se avecinaban las lágrimas de nostalgia y placer.

-Shhh, tranquilo, te juro que ya pasará…- me volvió a besar y tenía razón.

Al cabo pasó el tiempo, y ya me había acostumbrado, me tomó de las manos y las entrelazó con las suyas. Asentí y cerré los ojos fuertemente, supongo que ya estaba entrando pues sentí su cálida parte junto a la mía llenarme de euforia.

Traté de no pensar en lo obvio para que Hyuk no se preocupara y siguiera con lo suyo.

Empezó a mover sus caderas lentamente, supongo que para no causarme daño alguno, me mordí el labio más por la imagen que me mostraba, con esos ojos cerrados y apretando sus labios, creía que para él también era difícil no poder moverse libremente.

Asentí suavemente mientras le sonreía.

HyukJae también me sonrió y empezó a moverse lentamente dentro de mí.

Cerré los ojos y eché mi cabeza hacia atrás. Pasando el tiempo comencé a disfrutarlo de una manera muy rara.

Le tomé de los hombros a HyukJae que tenía su cabeza ocultada en mi hombro y le dije que lo quería demasiado, vi que sonrió y me dio un beso en la nuca.

Lo abracé y sentí que mi cuerpo ardía de sobremanera dentro de mí, aruñé su espalda y comencé a gemir, cosa que no sabía cómo se hacía pero lo estaba haciendo.

El sonido de su respiración agitada, su pecho sudado y sus manos que me tocaban. Todo lo mencionado me volvía loco, había tantas cosas que no sabía pero que Hyuk me estaba mostrando muy bien.

Se movía tan rápido y parecía que el carro se movía como en esas películas muy viejas, se agarró del mueble y se impulsó.

Con cada cosas que él hacía yo me desesperaba más, se sentía tan bien, tan diferente y todo me gustaba y sabía que lo que estábamos haciendo para él era especial.

Con la boca abierta gemía y jadeaba en el oído de HyukJae y él se sonrojaba cuando le decía que se movía muy bien.

-Deja de decir…deja de decir esas cosas…Hae- dijo con la voz agitada.

Me besó para que dejara de gemir porque me dijo que si lo seguía haciendo no sabía qué me podría hacer después, entre lametones y mordidas yo gemía y también me movía.

Coloqué mis brazos a lado de mi cuerpo y me apoyé un poco para que el me penetrara mejor. No tuve ni la menor idea de por qué hice eso ni de donde me salió la idea pero sé que a HyukJae eso le encantó pues empezó a decir “si, si, si” a cada rato.

Cuando sentía que estaba en un mundo diferente, bajé mi mano y comencé a hacer lo que se haría en esos momentos, solo que esta vez Hyuk me acompaño con su mano otra vez caliente.

-¡Hyuk!- me retorcí una última vez y terminé con la boca abierta y sudando.

Él sonrió y me besó, lanzó un gemido profundo y cayó rendido ante mí con una respiración extremadamente agitada. Lo supe porque sentí como me llenaba de su esencia.

Salió de mi con la cabeza abajo, me acarició estrechamente pues el sillón no era muy cómodo.

No sé como pero sin decir nada nos quedamos dormidos, abrazados por el frío que hacía ya que estábamos desnudos.

*A la mañana siguiente*

Bostecé y moví los hombros de Hyuk para que se levantara, el parpadeço y me puse nerviosos por el hecho de que me estaba mirando a los ojos, pero no de las otras formas, era diferente, era como si me quisiera enserio, como si supiera algo pero no le importó.

Me miraba como si yo le importaba sinceramente.

-Buenos días- me dijo pellizcando mi nariz para después darme un beso.

Solo le sonreí mientras miraba hacia otro lado. Él se levantó y se acarició los brazos recalcando que tenía frío, ya éramos dos.

Nos vestimos lentamente y salimos de aquel auto.

Agarrados de la mano y sin decir nada caminamos pocos kilómetros hasta que nos encontramos con la ambulancia de HanGeng y Henry, la cual pensé que nunca volvería a ver.

Nos acercamos lentamente pues pensábamos que estaba sin nadie y que habían escapado por haber tantas de esas bestias, pero era plena mañana y no creí que saldrían en grupos mayores.

-Quédate aquí- me dio un último apretón de mano y armado de un bate caminó hacía el carro.

Observé como HyukJae entró cuidadosamente. Me asusté al sentir una mano en mi hombro sacudiéndome, me giré rápidamente y lo golpeé con el codo.

-¿Y así quieres que te ayudemos?- chilló Henry tocándose la nariz adolorido.

-Lo lamento tanto…- bajé la cabeza sin saber cómo seguir la conversación-. ¿Dónde está HanGeng? ¿Está bien?

-Sí, él está adentro del carro, si quieres ve a verlo, ha de estar arreglando algunas cosas.

Asentí levemente, estaba confundido por su actitud tan amable que no contrastaba con lo que había presenciado antes cuando peleó con HyukJae.

Caminamos silenciosamente hasta el carro, entramos y encontré a HanGeng hablando cómodamente con Jae.

-¡DongHae! Qué alegría. Sobreviviste- me dijo abrazándome.

-Muy graciosito- le respondí el abrazo mientras miraba a Hyuk que sonreía.

-HyukJae me estaba contando como te rescató de ese monstruo, si no hubieran sido tan inmaduros nunca hubiera pasado esto.

No concordaba con eso pues sin esa pelea que tuvimos nunca hubiéramos pasado nuestra primera noche romántica.

-Si es que no quieren que pase nada de eso tendrán que volver con nosotros- los tres volvimos a observar con los ojos bien abiertos a Henry que en una esquina se encogía de hombros.

Miré a HanGeng pensando que era su idea pero él también se encogió de hombros.

-Juro que no le dije ni le pedí nada- se defendió.

-¿Es que acaso no puedo ser amable? Tómenlo como una disculpa por lo que hice y les dije, pero como sabrán no soy una persona muy amable y cuando algo me importa enserio me importa, y como HanGeng es todo para mí y yo soy todo para él así tiene que ser las cosas.

Lo único que yo, Hyuk y Hannie hicimos fue sonreír incrédulamente mientras nos sentábamos en los puestos de pasajeros.

Miré a Hyuk y éste me señaló y después guio su dedos a su corazón, le asentí y él me dijo “Te Quiero” con muecas en sus labios.

Hangeng prendió el auto y empezó a conducir.

-¿A dónde vamos?- preguntó Hyuk agarrando levemente mi mano.

-Ahora nos dirigimos a la casa del científico Kim Kibum- una luz se prendió en mi cabeza-…Él tiene un papel importante en esto- dijo Henry mirando a la carretera.

-¡Soo Man dijo que él era de los malos!- refuté molesto.

-Soo Man miente todo el tiempo y además mi hermano Jay está en casa de Kibum, será bueno que nos dirigíamos allá- dijo Hyuk con evidente furia.

Cuando terminó de decir eso a lo lejos vimos una enorme nube de humo, varios helicópteros y gritos guturales escapar de un edificio.

-¡La casa de Kibum está bajo ataque!- exclamó Henry con lágrimas en los ojos- ¡Hangeng acelera!

El susodicho aceleró aún más hasta que nos topamos con ese edificio estilo militar rodeado por numerosas bestias, helicópteros y agentes de la Esment.

-¿Qué sucede?- pregunté asustado y otra vez me sentí cobarde.

Hangeng se aparcó lejos del rebullicio cerca del garaje del lugar y tomó entre sus manos un taladro industrial.

-¡No bajes!- Henry lo agarró de la muñeca llorando desaforadamente- ¡No podrás protegerte!

-Kibum es nuestro amigo y además él tal vez sepa cómo luchar contra el virus así que suéltame, Henry.

Me sorprendía como a veces Hangeng podía ser tan infantil y luego volver a ser maduro. Ellos estaban en esa pelea de “voy a bajar yo a ser el héroe” hasta que apareció un hombre de mayor edad con el cabello muy negro y una herida sangrante en la cabeza y usaba una bata de científico.

-Kibum- susurró Henry abriendo la puerta del auto y sosteniendo entre sus brazos al convaleciente científico.

-Hangeng, debes ir por la cura, está en un…niño…sótano- botó un poco de sangre-. ¡Corre!

Él tomó entre sus manos el taladro y entró al edificio dejándome desconcertado.

POV RyeoWook

Me coloqué ropa que encontré por ahí y salí de la habitación, vi a KyuHyun postrado en la puerta con la cabeza abajo y con bastantes armas en su espalda.

Me puse frente a él y nos dirigimos a la sala done un chico más grande que yo pero no tan viejo disparaba a algunas de esas bestias.

-¡¿A dónde dijo KiBum que fuéramos?!- le grito KyuHyun.

-¡A el sótano del segundo suelo! ¡Apresúrate porque nos enviaran a Alice y a ZhouMi!

-¡¿Cómo lo sabes?!- el otro chico se encogió de hombros-. ¡Aunque pensándolo bien eso haría SooMan!

-¡Por eso te digo! ¡Llévate al muchacho lejos de aquí!- KyuHyun asintió mientras me agarraba de la mano, y no era un agarre bonito pues su manos estaba sudada y me apretaba con fuerza.

Sentía que en ese momento yo no era más que un problema para todos lo que estaban luchando para que no me atraparan.

Nos disparaban con balas que yo ni conocía y KyuHyun hacía lo imposible para convertirse en un escudo humano y protegerme, por mi parte me dolían los brazos y me sentía cansado de nuevo, tropecé más de tres veces con las piedras y sustos que me daban.

-¡Levántate! ¡No tenemos tiempo!- me agarró de los hombros y me zarandeó.

-Siento que mis defensas se me bajan de nuevo, KyuHyun…

-¡No! ¡No te desmayes! ¡Aguanta hasta que lleguemos al sótano!- gritó zarandeándome de nuevo pero esta vez de manera violenta.

Hice un esfuerzo y con la mente en blanco me levanté de manera agonizante, seguimos corriendo hasta que llegamos a una especie de pasadizo secreto, no sabía muy bien que era pues ya ni veía bien.

Llegamos a un lugar seguro según KyuHyun, aplastó unos cuantos botones e hizo unas combinaciones mientras que yo con mi inválido cuerpo mataba con una metralleta a esas cosas que se acercaban.

Me jaló dentro y una cerradura tapó la puerta, una de esas donde guardas dinero de un banco o algo parecido. Yo me quedé rendido y me senté soltando la pesada arma, KyuHyun quedó apoyado a la puerta y me miró, igual que yo.

-Tú sabes que la conversación que teníamos hace un rato no se acabó, ¿verdad?

-No me vengas con cosas RyeoWook- dijo molesto.

En la habitación se presentó un silencio muy incómodo, solo se oían nuestras respiraciones agitadas y el sonido bajo de los gritos de personas.

-Vete al demonio…- me levanté y fui a un esquina para descansar, aunque era demasiado la necesidad que pedía mi cuerpo por aquel líquido azul.

-Necesitas el suero de la cura- buscó en unas gavetas y sacó aquella cosa con una aguja muy grande y alcohol con algodón, se dirigió a mí y se sentó en el borde de la cama.

-Qué irónico, ¿no? Un suero de la cura para una cura- susurré.

-Deja tu mal humor a un lado, ahora dame tu brazo y no reniegues.

-No- le respondí demandante, enojado y chasqueando su boca agarró mi brazo de manera fuerte y me arrastró hacia él.

Me retorcí y él de una me clavó la aguja en mis venas visibles pues aparte de que estaba apretando mi brazo muy fuerte, mis venas se veían claramente pero no de color verde, sino de violeta.

-Auch, me haces daño, tonto- me soltó y yo me alejé adolorido y con sus dedos en mi piel.

Guardó el alcohol con el algodón y quedó en esa esquina y yo en la mía, aún con el silencio reinando entre los dos.

-¿Por qué no me lo dijiste antes?- susurré bajando la cabeza.

-Porque sabía que no vendrías, y si es que te decía no me ibas a creer, solo por el simple hecho de que yo te salvara la vida te enojaste.

-Ese no es el punto, el punto es que si sabías que me iba a enojar, ¿por qué no me lo dijiste antes de besarme? ¿Si sabes que haber hecho eso y “las demás cosas” llevan consecuencias?

-Si es que no querías que haga esas cosas solo tenías que dejarme morir, yo no tengo la culpa de que tus sentimientos salgan a flote.

-¿Cómo no querías que salgan a flote? ¡Eres la persona a la que realmente quiero! Eres el primero en todo, el primero que me hizo aquellas cosas…

-Si es que seguimos discutiendo no vamos a llegar a nada.

Nos quedamos callados, él tan gentilmente se acercó a mí y se sentó a lado mío.

-Tú bien sabes que me gustas mucho, ¿por qué me tienes que hacer sentir así?- murmuré bajando la cabeza.

-No lo sé, tú también sabes que me gustas mucho y la verdad no sé qué hago a tu lado si te causo tanto daño.

-El daño se llama Kim KiBum, ¿por qué tienes que hacerle caso a todo lo que él dice?

Yo era una persona tan controladora, y si quería a KyuHyun para mí solo tenía que sacar al que estropeaba todo, ese científico que tenía muy claro que me odiaba con todo el alma.

-Debes entender que él me salvó de que viviera en la calle, le debo la vida a ese hombre.

-Pues no, no lo entiendo, y si me quieres tienes que alejarte de él, él no nos quiere ver juntos.

Bajó la cabeza y abrazó sus piernas, yo lo abracé y besé su cabeza dulcemente.

-Solo terminemos con esto rápido, y si sobrevivimos te pido que hagamos nuestra vida aparte de toda esta gente.

Le tomé de la barbilla y acerqué mis labios a los suyos, él me tomó de la cintura y la abrazó.

Y aunque seguía enojado con él por su atrevimiento de decir que no sabía lo que sentía por mí, tuve que besarlo, al menos para tranquilizarme un poco.

Se separó poco después y tocó mi nariz, dio un beso en mi cabeza y me abrazó.

-Cuando estoy a tu lado, siento que ya no me importa mi vida.

-A mi si, sin ti no hubiese encontrado mi destino, y ese es estar contigo.

-Te quiero, y espero que sientas lo mismo por mi… No te haré pensar, uno: porque estoy cansado y dos: porque estamos muy apresurados con todo esto.

Poco después de decir eso, alguien empezó a tocar la puerta desesperadamente. KyuHyun dejó de abrazarme y se asustó, cogió su arma y me hizo una seña para que me quedara en silencio, caminó lentamente hacia la puerta y usó una cosa avanzada que no pude descifrar.

-¡¿Quién es y cómo entró?!- gritó apuntando la puerta.

-Soy yo, HanGeng, el amigo de KiBum- Kyuhyun bajó el arma- Vengo por la cura.

Me levanté con algo de miedo y dije:

-Yo soy la cura, sácame de aquí- me acerqué a él y su cara me pareció conocida.

-¡Eres el niño que me vendió la cajita feliz!- me abrazó-. Me alegro que estés bien.

(N.A: Si es que no se dieron cuenta, al principio RyeoWook cuenta que su último cliente fue un chico que le sacó de quicio por tantas preguntas. Para los que no se dieron cuenta)

-¡Salgamos!- exclamó Kyuhyun agarrando de la mano y escapando del pequeño agujero.

Estábamos corriendo apresuradamente cuando una chica de cabello negro y ojos penetrantes nos detuvo.

-¡Dame la cura Atenea21!-sacó una metralleta de su espalda y la colocó entre sus abundantes pechos-. ¡Te lo ordena Alice, guardaespaldas de Soo Man!

-Alice-susurró KyuHyun apretando más su arma de fotones-. Pasamos tantos tiempos juntos de pequeños, Kibum te quería y lo traicionaste.

-Debo seguir con mi trabajo- se estaba acercando a mí con la metralleta mientras el médico cara de tonto se ponía adelante mío en un intento de protegerme.

-Aléjate y no serás lastimado… Yo solo hago mi trabajo.

Y se acercó a lo que era HanGeng, pero KyuHyun más rápido la tomó de las muñecas y la viró de lado. Ella refutó y tiró de KyuHyun en un ángulo de 180 C, fue increíble cómo auqella chica peleaba descontroladamente con él.

Lo bueno era que Kyu siempre la mantenía ocupada y no se acercaba a mí, y no sé cómo lo hizo pero él le dio un golpe en la cabeza y ella perdió por un segundo el equilibrio.

-¡No le vas a hacer daño!- KyuHyun la golpeó en la pantorilla haciendo que ella cayera al piso.

-¡Corran!- Alice se volvía a levantar-. ¡Corran! ¡Maldita sea!

El médico asintió y me jaló lejos de Kyuhyun que era golpeado sin piedad por Alice mientras la sangre salía de sus labios.

-¡KyuHyun!-exclamé mientras era jalado del lugar

-¡Te amo, Ryeowook!- un certero golpe con el mango de la pistola en su cuello fue lo último que vi.
















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