Lamentamos la tardanza.
Las queremos.
*A LA MAÑANA SIGUIENTE*
-¡Kyu! Ya levántate por que llegaremos tarde-gritó Ryeo dándome empujones para que despertase-. ¡Levántate! O si no te echare agua.
RyeoWook cuando amenazaba con hacer algo en realidad si lo hacía y la última vez había utilizado agua sumamente helada. Me levante somnoliento, esa era la consecuencia por trasnocharme esperándolo.
Fui a ducharme y escuché la puerta cerrarse, señal que siempre me indicaba que Wookie ya había salido del apartamento pues él siempre llegaba temprano a la universidad porque era ayudante de Cátedra y porque no podían vernos llegar juntos.
Salí del cuarto de baño, me uniformé y fui a echar un vistazo a lo que Ryeo me había preparado para desayunar. Caminé hasta la universidad para encontrarme con él mismo cuadro de siempre: Ryeo siendo molestado por mis compañeros, estos jugaban con el como si de un balón de voleibol se tratara.
Se suponía que a mí no me importaba todo lo que a él le ocurriese, es más me daba gracia ver como lo agredían pero algo en mi había cambiado aunque aún no tenía ni la más remota idea de que había sido lo único que sentí en ese momento fue enojo, él era una persona muy linda y especial, no existía razón alguna por la cual debería ser molestado.
Me dirigí hacia ellos con la más pura intención de que se detuvieran, ya casi había llegado hasta mi amigo cuando sentí una mano empujándome por el hombro, era Choi SeungHyun corriendo hacia Ryeo.
-¡Ya déjenlo, idiotas!-bramó golpeando a los agresores logrando que estos retrocedieran y emprendieran su huida-¿Te encuentras bien?-susurro dirigiéndose en dirección a Wookie.
RyeoWook rio de manera encantadora y ruborizo sus pómulos.
-No tiene importancia, estoy bien, solo han sido un par de empujones-respondió sonriendo. Seung besó la roja mejilla de este y procedieron a sentarse.
Yo me quede ahí parado como una estatua aun intentando procesar el extraño acontecimiento. Al parecer él ya tenía a alguien más para que cuidara de él, parecía que ya no necesitaba de mi presencia para sentirse seguro.
Acabaron las clases, salí dispuesto a terminar de una buena vez mi ensayo -claro, con ayuda de Wookie- di unas vueltas por la facultad pero no lo vi por ninguna parte así que supuse que él estaría ya en casa. Ya en la puerta de la universidad vi como Ryeo se subía al auto de SeungHyun, este me miró con la cara desencajada, lo único que hice fue apretar el agarre de mi mochila con mucha fuerza sin saber qué hacer.
Su novio rodeo el cuello de su acompañante y beso sus labios, este le siguió el hilo como si estuviese hechizado.
Juraría que en ese mismo instante las ganas de arrebatárselo de los brazos y llevármelo conmigo quisieron tomar control de mis acciones pero estaba demasiado sumido en mis extraños sentimientos como para reaccionar, cuando ya había regresado a lo que era mi desgraciada realidad, era tarde, él ya se había marchado con su novio.
Inmediatamente un mensaje hizo vibrar mi celular, lo saque de mis bolsillos y en este se leía:
“Kyu, voy a llegar a las 7:00 PM, lamento no ir a prepararte la comida pero voy a salir con Seung, cuando llegué te ayudaré a terminar con tu ensayo, promesa ^^”
-Con cariño, RyeoWook-murmuré mientras cerraba la tapa de mi celular algo triste.
Me dirigí cabizbajo hasta la casa, tire la maleta al piso, no quería saber nada solo tenía en cuenta mi hambre, si no quería morir de inanición tenía que hacer algo.
Recordé toda la variedad de comidas que RyeoWook siempre me preparaba y creí que el arroz frito con kimchi era el más fácil de hacer así que me levante del sofá para preparar mi comida.
El intento fue fallido.
No me quedo otro remedio que botar mi dichoso “almuerzo” al bote de basura y -lo que debí hacer desde un buen principio-ordenar una simple pizza de salami.
Me encontraba comiendo sobre el escritorio de Wookie -jamás me gustaba hacer tareas en mi escritorio pues era el lugar más desordenado del planeta- mientras escribía mi ensayo entre cada trozo de pizza.
Me la había pasado toda la tarde de mensaje en mensaje con SanDara y con mis amigos que no me percate de que ya eran las 8:00 PM y él no regresaba. Apenas había terminado un par de hojas del bendito ensayo, preferí mil veces escribir mediante teclas que con una lapicera.
Lo extrañaba mucho y muy aparte de eso el hambre había regresado con mucha más fuerza así que me levanté y pasé por la cocina, detuve mi andar y me dije:
-Que ni se te ocurra- observe la estufa-. Mejor ordeno comida china y no tendré que botar más comida a la basura
Ya con la comida en mis manos me paseaba como madre que mando a su hija a una fiesta con sus amigas, sin despegar la vista del reloj masticaba la comida y el sentido de sus agujas me desesperaban cada vez más.
-¿Por qué me estoy preocupando tanto por él? Si de mí dependiera se quedaría con SeungHyung lo que resta de sus días- murmuré con la boca llena-. ¡No te necesito!
Volví a sentarme para terminar con mi ensayo, cosa que no logre pues minutos después el sueño me venció y me quedé dormido sobre la hoja de ensayo sin culminar.
-Kyu…Kyu despierta…Kyu- escuché lejano a mis oídos mientras me empujaban.
-¿Eh, Ryeo? ¿Qué pasa?- pregunté al verlo parado frente a mí.
-Te has quedado dormido sobre la hoja- exclamó divertido-. Al menos ya has tratado de hacer tu ensayo.
Eché un vistazo al reloj, ya eran las 12:00 AM, regresé mí vista a Ryeo quien nuevamente mostraba un feo moretón. Más grande que el anterior en su terso cuello. Me levanté y sonreí tras ver su bello rostro después de tantas horas, la espera había tenido recompensa.
-Creí que llegarías temprano- dije mientras estiraba mis brazos al aire.
-Lo siento, estuve haciendo la tarea de ayudantes de Catedra con Seung y también vimos una película muy divertida- suspiró mientras parpadeaba ligeramente
-¿Seguro que no hicieron nada más?- dije tocando su remarcado moretón.
-¡Cho KyuHyun!- dijo el sacando mi mano y sonrojando sus mejillas-. ¡Pero qué cosas dices!-nos reímos mucho y el desvió su mirada al desorden que yo llamaba ensayo.
-¡Uh tu ensayo! Soy un tonto, debí haber llegado antes. Siento no verte ayudado- e hizo unos pucheros muy agradables.
Soltó un bostezo y se sentó a escribir, supuse que estaba muy cansado así que con delicadeza toque su hombro y le dije:
-Ve a dormir, pareces cansado, terminaré mi ensayo solo- de antemano sabia que de alguna forma él me ayudaría, siempre lo hacía. Estaba muy confiado.
-Gracias por comprenderme, buenas noches- sin más argumentos se puso la pijama y se fue a dormir.
Era la segunda vez que Ryeo formaba parte de un cuadro extraño para mi, el jamás me había dejado a la deriva, mucho menos con mis tareas. Siempre me ayudaba en todo lo que estuviese a su alcance, pero esta vez todo había cambiado, él ya se estaba olvidando de mi
Horas después, finalmente terminé mi dichoso ensayo, me sentía agotado pero aun así una sonrisa no dudó en dibujarse en mi rostro. Al fin había hecho algo con mi propio esfuerzo o más bien algo que no incluya ayuda de Ryeo.
*A LA MAÑANA SIGUIENTE*
Mis ojos se cerraban por si solos.
Tuve que desvelarme solo para terminar ese bendito ensayo que merecía una buena nota.
Golpeé la puerta un par de veces per nadie me contestó. Después de tantear la puerta el estudiante Choi Minho, estaba con algunos botones desabrochados y marcas en su cuello.
Desvió su mirada algo asustado y salió casi corriendo.
Me dirigí directamente a la oficina del profesor KiBum. El profesor estaba sentado con sus pies sobre el escritorio, parecía muy cómodo, como si hubiera ganado un trofeo.
Él al verme, blanqueó los ojos mientras limpiaba una gota de coñac que resbalaba por la comisura de sus labios. Bajó la botella que tenía y se giró a si mismo sobre la gran silla.
-¿Qué es lo que quieres? ¿No ves que estoy ocupado?- preguntó con desgano.
-Ejem, usted me dijo que le trajera mi ensayo- respondí tronándome los dedos. Siempre lo hacía cuando estaba nervioso.
-Ya, ya. Ven antes de que me arrepienta- ordenó, me acerque a su escritorio y extendí la mano con el ensayo que tomó enseguida.
Me senté frente a él, toda su oficina parecía el basurero municipal, estaba hecha un caos con tantos papeles, vasos con licor-solo Dios sabe cuánto tiempo han estado ahí-y un medio escondido paquete de condones semiabierto al borde del escritorio.
-Cho KyuHyun, no sé cómo lo hiciste...aun así esta horrible- tomó las hojas por la mitad y las rompió en pedacitos-. Me gustó pero aun así me molesta que lo hayas hecho bien sin ayuda-tomo uno de los vasos, lo vació por ahí y me sirvió un poco de coñac- de Kim RyeoWook.
-P-pero no había necesidad de romperlo, me esmeré mucho haciéndolo y además, sin la ayuda de ese alumno que ni siquiera sé quién es- murmuré sin tomar ni un sorbo del vaso.
El maestro rió mientras pasaba un sorbo de coñac por su garganta.
-Tarado- soltó de manera insultante-. A mí nadie me engaña, viven juntos y esa era la razón de tus abundantes 100 en los ensayos. Ahora que él está con SeungHyun tienes que aprender a valerte por ti mismo, se acabó tu época de tengo-a-un-nerd-que-me-haga-la-tarea, que tristeza- lo miré extrañado como si él fuera un adivino-. Solo porque los ignore no significa que no sepa lo que hacen o como se llaman.
-P-pues, puedo hacerlo solo- dije alzando la guardia aunque bien sabía que todo lo que decía era mi triste verdad-. Creo- me interrumpió.
-Bueno. ¿Acaso me has visto cara de psicólogo? ¿Ahora quieres tener a alguien más que te sirva como burro de carga?- ironizó de manera hiriente-. ¡Ya lárgate!
Cabizbajo tomé los pedazos de hojas y me fui de esa pestilente oficina.
Me sentí extraño o más bien cacheteado por la realidad en forma de gritos provenientes de mi profesor, nunca me senté a pensar en lo que le hacía diariamente a Ryeo, aunque si lo consideraba mi amigo era como si solo lo utilizara para mi beneficio, había pasado tantos años de mi vida siendo egoísta con mi mejor amigo
Lo lamento, Kim RyeoWook
Por el pasillo hacia mi salón de clases di con Ryeo, este venéa con Seung posiblemente a dejar su ensayo. Lo atisbé esperando un saludo pero parecía muy difundido en su hermoso mundo llamado soy-el-novio-de-Seung Hyun como para notar mi insignificante presencia.
Todo había cambiado tan drásticamente, de un dia para otro me había convertido en un extraño que pasaba de largo, el profesor tenia mucha razón, ya no lo tenia a mi lado
*Después de dos meses*
Los días transcurrían lentos para mí, mucho tiempo había pasado pero yo seguía en el mismo lugar.
Mis cálculos habían salido mal, su relación con Seung había durado más de lo pronosticado, él-apenas aparecía en la casa-solo venia para llevarse algo de ropa o para dormir, luego por las mañanas desaparecía y no lo volvía a ver en días
Ya ni siquiera me hablaba, ni me ayudaba en mis respectivas tareas y mucho menos jugaba videojuegos conmigo. Yo era como su cero a la izquierda, ni multiplicado por algo parecía significar algo para él. La mayoría de veces que llegaba a casa era borracho, con un cigarrillo en su boca y muchas cajetillas más-lo sabía porque siempre dejaba su ropa sobre mi cama-en el bolsillo de su chaqueta negra.
Aparte de eso, se fugaba de clases para irse con su novio. De pronto todos los que matutinamente abusaban de él por su tamaño se habían convertido en sus amigos, ya no era el favorito de los profesores lo cual por consecuencia disminuyeron sus notas, tanto así que lo desocuparon como ayudante de Cátedra y para mí de quien era Kim RyeoWook solo me quedaban recuerdos, dulces y divertidos recuerdos.
Después de tanto tiempo ausente en mi terreno de tengo-una-novia terminé estando solo, SanDara terminó conmigo pues supuestamente- lo cual era cierto- solo me la pasaba hablando de la ¨vida¨ de Ryeo y no tenía tiempo para pensar en ella, además recuerdo haberla escuchado decir que estaba enamorada de un chico llamado Lee KIHwang.
Después de todo acabamos olvidándonos de lo ocurrido y seguimos siendo amigos, no hay rencor alguno.
Por mi parte finalmente terminé enamorándome de Wookie, nunca supe las razones de porque ahora y no antes cuando pude hacer algo para confesárselo, todo hubiera sido diferente si me hubiese dado cuenta de que lo amaba hace mucho tiempo atrás.
-Espero que así sea- me dije a mi mismo contemplando la tarea-.¿Dónde estará RyeoWook?
De repente alguien llamó a la puerta, me levanté casi enseguida.
¡RyeoWook, volviste!-pensé mas que ilusionado, abrí la puerta y me di cuenta de que era Doo Joon, no me sentí para nada desilusionado pues hacia un tiempo que no lo veía y- era más que obvio-necesitaba compañía.
-¡Noche de animes y videojuegos!- exclamó sonriente agitando al aire la funda llena de CD’s
-Hola, me hubieses dicho que vendrías, así hubiera preparado algo de comer.
-Creo que estas cocinando algo porque…- movió la nariz olfateando- parece que algo se quema.
-Mierda-corrí a la cocina y apague la estufa-. Se echó a perder- murmuré con desesperación.
-¡Dios mío! Si no llegaba antes, tu casa estuviera en llamas, no te preocupes, yo cocinaré. Mientras tanto ve a elegir que anime quieres ver primero- le hice caso y me senté en la sala.
-Escuché que vives con YoSeob, eso nos convierte en vecinos de piso- dije tomando cerveza de menta.
-Pues sí, estoy saliendo con él, es muy tonto y bueno para nada- noté un brillo en sus ojos-. Aun así lo amo…además me gusta como se mueve sobre mis sabanas
-Qué asco, no seas tan explícito-dije riéndome mientras comenzaba a oler la comida que preparaba.
-Por cierto, hablando de compañeros… ¿En dónde está Wookie? No lo veo- dijo estirando su cuello.
Acto seguido entró el nombrado con un cigarrillo a medio terminar en sus labios, rápidamente fue a su cuarto.
-Hablando del Rey de Roma pues mira quien se asoma- dije mientras lo seguía-. ¿Cómo así apareces por aquí?
-Tan solo estoy de paso- respondió sin siquiera mirarme-. No te estorbaré más, ya me voy.
-¿Qué? ¿Acaso no te quedas?-hizo una negación-. Pero si mañana tenemos que ir a clases.
-¿Y eso debería impórtame? Tengo una vida aparte de ir a esa Universidad- tomó su cepillo de dientes, ropa y los guardó en su bolso-.Vendré mañana.
-¿Vas a faltar? Te pueden expulsar- murmuré.
-¡KyuHyun! Tengo un impecable historial, nada va a pasar, ahora apártate pues SeungHyun me espera- expulsó una bocanada de humo sobre mi cara y me empujo bruscamente-.Se feliz, divierte Kyu- dijo lanzando una cajetilla de cigarrillos a medio terminar.
Salí de la habitación casi detrás de él, enseguida, al ver a Doo Joon cocinando se detuvo, me miro y se llevó un cigarrillo a la boca.
-¿Quién eres tú?- preguntó con indiferencia.
-Ammm, Doo Joon, tu amigo desde que entraste a la universidad.
-Mmmm- posó un dedo sobre sus labios-. No recuerdo ¡Adiós!- dio media vuelta y cerró de golpe la puerta dejándonos estupefactos.
-Y te presento al nuevo Wookie, lo sé, es un asco- dije sentándome.
-¿Siempre es así?- hice una afirmación con la cabeza-.¡Qué horror! ¿Qué le pasó?
-Se porta así desde que sale con Choi SeungHyun- él pareció ver fantasmas abriendo sus ojos exageradamente.
-¿Con él? ¿Con ese tipo? Me le han lavado el cerebro-dijo con tristeza
-El mismo que viste y calza-respondí dibujándole muecas a mis labios.
-Pero he hablado con él, parece que si está enamorado de Ryeo, hasta ahí yo sabía. No suponía que estaba saliendo con él.
Yo y Doo Joon pasamos toda la tarde hablando mientras jugábamos videojuegos y veíamos animes, fue muy divertido poder pasar tiempo con él, ya me hacía falta sonreír.
-Bueno Kyu, por mi parte debo irme, tengo que hacer algo con YoSeob.
-No quiero más detalles, pues ya me lo imagino- lo empujé graciosamente-. Gracias por haberme acompañado un rato, estaba muy solo.
-Cuando quieras, vendré otro día, suerte con el nuevo Ryeo y que la suerte este siempre de vuestro lado- me abrazó y se dio media vuelta.
-Veo que te gustan Los Juegos Del Hambre -exclamé sonriente cerrando la puerta.
*A LA MAÑANA SIGUIENTE*
-¡Kim RyeWook!- llamó el profesor de biología pasando lista.
Enseguida me levanté como si fuese mi obligación y respondí por ello.
-Está enfermo, así que no pudo venir, he aquí su justificación.
Lo que tengo que hacer por ti
Se lo llevé y el maestro convencido lo firmó. Había hecho una justificación falsa solo para él, no quería que tuviera problemas.
-¿Por qué te dio la justificación a ti? ¿Eres su amigo o qué?- preguntó YoSeob inclinándose al frente cuando regresé a sentarme.
-No te creas, solo es que me lo encontré por ahí y me pidió de favor que se lo diera al profesor- respondí sin mirarlo.
-Vaya, menudo chico, ya es popular, ahora todo el mundo anda hablando sobre él y lo bien que toca el piano- comentó Min sonriente.
-Es cierto, escuche que está saliendo con SeungHyun ¿No es eso lindo?- intervino Dara con dirección a mí.
-Presten atención- murmuré volteando a verlos.
Todos suspiraron y volvieron sus miradas al pizarrón. La clase empezó, otro día más sin él.
Ryeo me había dicho que regresaría ese mismo día así que con que pudiera ver su rostro, para mi habría estado bien así que me dispuse a esperarlo.
Encendí mi consola y me dispuse a jugar mientras lo esperaba pero mi desesperación era tan grande que solo me quede sentado esperándolo. Ya no jugaba, solo lo esperaba porque quería verlo, solo eso quería.
Mi orgullo era incluso más grande que mi cerebro, no hubiese dejado ni por lo más preciado que ese chibi se riera de mí por esperarlo hasta altas horas de la noche. Su inocencia-ya arrebatada por SeungHyun-me traía a la mente tantas cosas.
(N.A: Espero que se hayan dado cuenta que en este fanfic y en otros que tiene que ver con Wookie hemos puesto por sobre nombre “chibi-tan”. En Japón a las personas pequeñas y adorables se les dice Chibi-tan)
*FLASHBACK* HACE 15 AÑOS ATRÁS
Todas las tardes sin falta, en recreo lo perseguía y es que me interesaba mucho saber lo que hacía. Lo que más me gustaba era disfrutar de su voz, esa dulce melodía que se articulaba por sus-celestiales- cuerdas vocales. Cantaba en un tono muy suave-hermoso-que me alegraba el día.
En ese entonces él era invisible para todo el mundo, menos para mi
Una tarde como cualquier otra ordinaria, nuestro maestro de canto, un hombre amable y de alto porte preguntó al salón entero quien quería participar en el concurso de canto de la escuela. Miré de reojo a RyeoWook quien bajaba la cabeza sonrojado. Sabía que quería cantar-él cantaría hasta quedarse sin voz- pero como era muy tímido no tenía las agallas para postularse.
Estábamos en una larga fila así que ágilmente sorteé a mis compañeros de clase hasta llegar a él -yo era muy alto así que estaba al último-toque su hombro para susurrarle:
-Te he oído cantar y sé que te gusta mucho así que tienes que participar- lo empujé hacia el profesor y él me miró con cara de asustado.
-Pero que se supone que ha…-para cuando terminaría la frase ya había sido demasiado tarde
-Estudiante Kim RyeoWook-nos interrumpió el profesor-muéstrenos que puede hacer
-Yo-yo, pero está bien -murmuró para luego cantar abiertamente colmándonos a todos con esa voz que fluía dulce al igual que la miel, sonreí satisfecho, se notaba que le gustaba.
Sonó el timbre más fuerte que nunca, esa era nuestra señal para salir a recreo así que fui por mi lonchera para salir pero una pequeña mano me detuvo y me hizo sentar en una de las sillas
-¿Por qué hiciste eso?- preguntó bajando la cabeza sumamente avergonzado.
-Sé que te gusta cantar ¿Por qué no lo aprovechas?- respondí partiendo un pedazo de mi pan y dándoselo-.Deberías hacerlo, cantas muy bien.
-No pero, quería darte las gracias, solo no hubiese podido- susurró.
-Uff, entonces desde ahora tendré que ayudarte nuevo mejor amigo.
El solo me sonrió y siguió comiendo su pedazo de pan.
*FIN DEL FLASHBACK*
-RyeoWook, regresa, por favor regresa -murmuré ya inmerso en mis propias lágrimas.
Escuché unas llaves introducirse en la cerradura de la puerta, me levanté enseguida y limpié con el dorso de mi mano mis copiosas lágrimas.
Era él, era él pero no estaba solo.
-Seung…aun no me quiero ir, quédate conmigo -decía Wookie ebrio en demasía.
-No puedo, mañana tenemos clases…yo tampoco quiero dejarte.
Ryeo se acercó a él y lo besó sin más argumentos.
Para mi mala suerte todo transcurría frente a mis ojos -era asqueroso- se besaban apasionadamente casi con locura. Seung lo arrimaba contra el pilar mientras manoseaba todo su cuerpo.
-Quiero hacerte llorar de placer- susurró Seung aun en sus labios-.Quiero hacerte mío.
-Seung eres tan sexy, frotémonos- y dicho esto se aferró a sus hombros para volverlo a besar con pasión frenética.
Wookie no tenía cordura, había bebido demasiado.
Seung toco su trasero arrimándolo más a la pared, alzo la pierna a la altura de su cadera y la acarició sensualmente.
Comenzaron a moverse rítmica y suavemente. Wookie fruncía el ceño debido a todo el placer que sentía, jadeaba al oído de su amante.
-Ahí Seung- gimoteaba ante sus movimientos.
Yo no tenía ni la más remota idea de porque seguía observando algo tan desagradable, solo me mordía el labio mientras mi corazón se partía en pedacitos pequeñitos provocando que lagrimas nuevamente desfilen por mis ojos.
SeungHyun -extasiado- giró el cuerpo de Wookie y empezó a frotar el trasero de este con su evidente erección. Ryeo giró su rostro para besar sus labios nuevamente, él de nuevo se puso en frente y bajó con besos por su cuello ya remarcado veces anteriores, seguía sin procesar las imágenes.
RyeoWook permitía que lo manoseara hasta donde no podía, a mí apenas me había dejado verlo sin camisa.
El pequeño bajo hasta su entrepierna y desabrochó los jeans de Seung, hasta eso yo no pude contenerme.
-Ryeo te necesito ahora…no sé cómo cocinar arroz frito -dije corriendo como un poseso
Tomé su mano y lo hice levantarse, Seung Hyun abrió los ojos como platos, bastante sorprendido.
-Kyu-KyuHyun ¿Qué haces en la casa de Wookie? ¿Viven juntos? -preguntó exaltado.
-Sí ¿Algún problema?-hizo una negación no muy seguro-.Entonces ¡Adiós!- le cerré la puerta en la cara y me dirigí a Ryeo- ¿Qué crees que hacías? ¡Y en el pasillo!
Él me miro sonriente, se secó una pequeña gota de saliva cerca de su boca y dijo:
-¡Ya Kyu!...tranquilo, él es mi novio, puedo hacer lo que quiera con él y viceversa.
-Pero así no, no me gusta que hagas ese tipo de cosas-murmuré
-Si-siempre se lo hago, en la escuela, en el baño, en su casa y en todos lados.
-¡Ryeo no digas esas cosas!
-Soy el mismo bobo de siempre que te ama con locura, te amo Kyu y no creo poder olvidarte ni por Seung -dijo en un tono de voz sumamente graciosa.
-No sabes lo que dices estás muy ebrio-dije avergonzado.
Él se me acerco lentamente, paso su dedo por mi hombro y me dijo:
-Bésame, nadie lo sabrá que lo hicimos o al menos que quieras mas.
-Ryeo no…tú tienes…no-me interrumpió colocando dulcemente su dedo sobre la mitad de mis labios para después deslizarlos hacia abajo suavemente
-No quiero oír ni una palabra más mi Kyu -susurró muy cerca de mis labios, algo en mi me convirtió en gelatina.
Cerré mis ojos sintiendo como el calor subía por mis mejillas quemándolas, ese momento era tan perfecto aunque estuviese borracho hubiese dado lo que fuera por saborear un poco de sus pequeños labios.
Unos segundos transcurrieron y aun no sentía su boca así que abrí mis ojos para darme cuenta de que se había quedado dormido parado, lo sostuve en mis brazos y lo abracé fuerte pues él no me dejaba hacerlo desde hace mucho tiempo.
Se veía tan gracioso, su pecho se alzaba y se volvía a contraer, su respiración era suave.
Parecía un ángel, uno muy ebrio e incorrecto.
Lo lleve a su cama, lo deposite sobre las sabanas suavemente, besé su bella mejilla y le dije buenas noches con el pensamiento.
Fui a mi cama y me quede dormido plácidamente sobre esta, sintiendo aun el calor de su pequeño cuerpecito.
<<Hoy casi caes Wookie, tratare de hacer lo posible para besarte, TE AMO>>
-¡Kyu! Ya levántate por que llegaremos tarde-gritó Ryeo dándome empujones para que despertase-. ¡Levántate! O si no te echare agua.
RyeoWook cuando amenazaba con hacer algo en realidad si lo hacía y la última vez había utilizado agua sumamente helada. Me levante somnoliento, esa era la consecuencia por trasnocharme esperándolo.
Fui a ducharme y escuché la puerta cerrarse, señal que siempre me indicaba que Wookie ya había salido del apartamento pues él siempre llegaba temprano a la universidad porque era ayudante de Cátedra y porque no podían vernos llegar juntos.
Salí del cuarto de baño, me uniformé y fui a echar un vistazo a lo que Ryeo me había preparado para desayunar. Caminé hasta la universidad para encontrarme con él mismo cuadro de siempre: Ryeo siendo molestado por mis compañeros, estos jugaban con el como si de un balón de voleibol se tratara.
Se suponía que a mí no me importaba todo lo que a él le ocurriese, es más me daba gracia ver como lo agredían pero algo en mi había cambiado aunque aún no tenía ni la más remota idea de que había sido lo único que sentí en ese momento fue enojo, él era una persona muy linda y especial, no existía razón alguna por la cual debería ser molestado.
Me dirigí hacia ellos con la más pura intención de que se detuvieran, ya casi había llegado hasta mi amigo cuando sentí una mano empujándome por el hombro, era Choi SeungHyun corriendo hacia Ryeo.
-¡Ya déjenlo, idiotas!-bramó golpeando a los agresores logrando que estos retrocedieran y emprendieran su huida-¿Te encuentras bien?-susurro dirigiéndose en dirección a Wookie.
RyeoWook rio de manera encantadora y ruborizo sus pómulos.
-No tiene importancia, estoy bien, solo han sido un par de empujones-respondió sonriendo. Seung besó la roja mejilla de este y procedieron a sentarse.
Yo me quede ahí parado como una estatua aun intentando procesar el extraño acontecimiento. Al parecer él ya tenía a alguien más para que cuidara de él, parecía que ya no necesitaba de mi presencia para sentirse seguro.
Acabaron las clases, salí dispuesto a terminar de una buena vez mi ensayo -claro, con ayuda de Wookie- di unas vueltas por la facultad pero no lo vi por ninguna parte así que supuse que él estaría ya en casa. Ya en la puerta de la universidad vi como Ryeo se subía al auto de SeungHyun, este me miró con la cara desencajada, lo único que hice fue apretar el agarre de mi mochila con mucha fuerza sin saber qué hacer.
Su novio rodeo el cuello de su acompañante y beso sus labios, este le siguió el hilo como si estuviese hechizado.
Juraría que en ese mismo instante las ganas de arrebatárselo de los brazos y llevármelo conmigo quisieron tomar control de mis acciones pero estaba demasiado sumido en mis extraños sentimientos como para reaccionar, cuando ya había regresado a lo que era mi desgraciada realidad, era tarde, él ya se había marchado con su novio.
Inmediatamente un mensaje hizo vibrar mi celular, lo saque de mis bolsillos y en este se leía:
“Kyu, voy a llegar a las 7:00 PM, lamento no ir a prepararte la comida pero voy a salir con Seung, cuando llegué te ayudaré a terminar con tu ensayo, promesa ^^”
-Con cariño, RyeoWook-murmuré mientras cerraba la tapa de mi celular algo triste.
Me dirigí cabizbajo hasta la casa, tire la maleta al piso, no quería saber nada solo tenía en cuenta mi hambre, si no quería morir de inanición tenía que hacer algo.
Recordé toda la variedad de comidas que RyeoWook siempre me preparaba y creí que el arroz frito con kimchi era el más fácil de hacer así que me levante del sofá para preparar mi comida.
El intento fue fallido.
No me quedo otro remedio que botar mi dichoso “almuerzo” al bote de basura y -lo que debí hacer desde un buen principio-ordenar una simple pizza de salami.
Me encontraba comiendo sobre el escritorio de Wookie -jamás me gustaba hacer tareas en mi escritorio pues era el lugar más desordenado del planeta- mientras escribía mi ensayo entre cada trozo de pizza.
Me la había pasado toda la tarde de mensaje en mensaje con SanDara y con mis amigos que no me percate de que ya eran las 8:00 PM y él no regresaba. Apenas había terminado un par de hojas del bendito ensayo, preferí mil veces escribir mediante teclas que con una lapicera.
Lo extrañaba mucho y muy aparte de eso el hambre había regresado con mucha más fuerza así que me levanté y pasé por la cocina, detuve mi andar y me dije:
-Que ni se te ocurra- observe la estufa-. Mejor ordeno comida china y no tendré que botar más comida a la basura
Ya con la comida en mis manos me paseaba como madre que mando a su hija a una fiesta con sus amigas, sin despegar la vista del reloj masticaba la comida y el sentido de sus agujas me desesperaban cada vez más.
-¿Por qué me estoy preocupando tanto por él? Si de mí dependiera se quedaría con SeungHyung lo que resta de sus días- murmuré con la boca llena-. ¡No te necesito!
Volví a sentarme para terminar con mi ensayo, cosa que no logre pues minutos después el sueño me venció y me quedé dormido sobre la hoja de ensayo sin culminar.
-Kyu…Kyu despierta…Kyu- escuché lejano a mis oídos mientras me empujaban.
-¿Eh, Ryeo? ¿Qué pasa?- pregunté al verlo parado frente a mí.
-Te has quedado dormido sobre la hoja- exclamó divertido-. Al menos ya has tratado de hacer tu ensayo.
Eché un vistazo al reloj, ya eran las 12:00 AM, regresé mí vista a Ryeo quien nuevamente mostraba un feo moretón. Más grande que el anterior en su terso cuello. Me levanté y sonreí tras ver su bello rostro después de tantas horas, la espera había tenido recompensa.
-Creí que llegarías temprano- dije mientras estiraba mis brazos al aire.
-Lo siento, estuve haciendo la tarea de ayudantes de Catedra con Seung y también vimos una película muy divertida- suspiró mientras parpadeaba ligeramente
-¿Seguro que no hicieron nada más?- dije tocando su remarcado moretón.
-¡Cho KyuHyun!- dijo el sacando mi mano y sonrojando sus mejillas-. ¡Pero qué cosas dices!-nos reímos mucho y el desvió su mirada al desorden que yo llamaba ensayo.
-¡Uh tu ensayo! Soy un tonto, debí haber llegado antes. Siento no verte ayudado- e hizo unos pucheros muy agradables.
Soltó un bostezo y se sentó a escribir, supuse que estaba muy cansado así que con delicadeza toque su hombro y le dije:
-Ve a dormir, pareces cansado, terminaré mi ensayo solo- de antemano sabia que de alguna forma él me ayudaría, siempre lo hacía. Estaba muy confiado.
-Gracias por comprenderme, buenas noches- sin más argumentos se puso la pijama y se fue a dormir.
Era la segunda vez que Ryeo formaba parte de un cuadro extraño para mi, el jamás me había dejado a la deriva, mucho menos con mis tareas. Siempre me ayudaba en todo lo que estuviese a su alcance, pero esta vez todo había cambiado, él ya se estaba olvidando de mi
Horas después, finalmente terminé mi dichoso ensayo, me sentía agotado pero aun así una sonrisa no dudó en dibujarse en mi rostro. Al fin había hecho algo con mi propio esfuerzo o más bien algo que no incluya ayuda de Ryeo.
*A LA MAÑANA SIGUIENTE*
Mis ojos se cerraban por si solos.
Tuve que desvelarme solo para terminar ese bendito ensayo que merecía una buena nota.
Golpeé la puerta un par de veces per nadie me contestó. Después de tantear la puerta el estudiante Choi Minho, estaba con algunos botones desabrochados y marcas en su cuello.
Desvió su mirada algo asustado y salió casi corriendo.
Me dirigí directamente a la oficina del profesor KiBum. El profesor estaba sentado con sus pies sobre el escritorio, parecía muy cómodo, como si hubiera ganado un trofeo.
Él al verme, blanqueó los ojos mientras limpiaba una gota de coñac que resbalaba por la comisura de sus labios. Bajó la botella que tenía y se giró a si mismo sobre la gran silla.
-¿Qué es lo que quieres? ¿No ves que estoy ocupado?- preguntó con desgano.
-Ejem, usted me dijo que le trajera mi ensayo- respondí tronándome los dedos. Siempre lo hacía cuando estaba nervioso.
-Ya, ya. Ven antes de que me arrepienta- ordenó, me acerque a su escritorio y extendí la mano con el ensayo que tomó enseguida.
Me senté frente a él, toda su oficina parecía el basurero municipal, estaba hecha un caos con tantos papeles, vasos con licor-solo Dios sabe cuánto tiempo han estado ahí-y un medio escondido paquete de condones semiabierto al borde del escritorio.
-Cho KyuHyun, no sé cómo lo hiciste...aun así esta horrible- tomó las hojas por la mitad y las rompió en pedacitos-. Me gustó pero aun así me molesta que lo hayas hecho bien sin ayuda-tomo uno de los vasos, lo vació por ahí y me sirvió un poco de coñac- de Kim RyeoWook.
-P-pero no había necesidad de romperlo, me esmeré mucho haciéndolo y además, sin la ayuda de ese alumno que ni siquiera sé quién es- murmuré sin tomar ni un sorbo del vaso.
El maestro rió mientras pasaba un sorbo de coñac por su garganta.
-Tarado- soltó de manera insultante-. A mí nadie me engaña, viven juntos y esa era la razón de tus abundantes 100 en los ensayos. Ahora que él está con SeungHyun tienes que aprender a valerte por ti mismo, se acabó tu época de tengo-a-un-nerd-que-me-haga-la-tarea, que tristeza- lo miré extrañado como si él fuera un adivino-. Solo porque los ignore no significa que no sepa lo que hacen o como se llaman.
-P-pues, puedo hacerlo solo- dije alzando la guardia aunque bien sabía que todo lo que decía era mi triste verdad-. Creo- me interrumpió.
-Bueno. ¿Acaso me has visto cara de psicólogo? ¿Ahora quieres tener a alguien más que te sirva como burro de carga?- ironizó de manera hiriente-. ¡Ya lárgate!
Cabizbajo tomé los pedazos de hojas y me fui de esa pestilente oficina.
Me sentí extraño o más bien cacheteado por la realidad en forma de gritos provenientes de mi profesor, nunca me senté a pensar en lo que le hacía diariamente a Ryeo, aunque si lo consideraba mi amigo era como si solo lo utilizara para mi beneficio, había pasado tantos años de mi vida siendo egoísta con mi mejor amigo
Lo lamento, Kim RyeoWook
Por el pasillo hacia mi salón de clases di con Ryeo, este venéa con Seung posiblemente a dejar su ensayo. Lo atisbé esperando un saludo pero parecía muy difundido en su hermoso mundo llamado soy-el-novio-de-Seung Hyun como para notar mi insignificante presencia.
Todo había cambiado tan drásticamente, de un dia para otro me había convertido en un extraño que pasaba de largo, el profesor tenia mucha razón, ya no lo tenia a mi lado
*Después de dos meses*
Los días transcurrían lentos para mí, mucho tiempo había pasado pero yo seguía en el mismo lugar.
Mis cálculos habían salido mal, su relación con Seung había durado más de lo pronosticado, él-apenas aparecía en la casa-solo venia para llevarse algo de ropa o para dormir, luego por las mañanas desaparecía y no lo volvía a ver en días
Ya ni siquiera me hablaba, ni me ayudaba en mis respectivas tareas y mucho menos jugaba videojuegos conmigo. Yo era como su cero a la izquierda, ni multiplicado por algo parecía significar algo para él. La mayoría de veces que llegaba a casa era borracho, con un cigarrillo en su boca y muchas cajetillas más-lo sabía porque siempre dejaba su ropa sobre mi cama-en el bolsillo de su chaqueta negra.
Aparte de eso, se fugaba de clases para irse con su novio. De pronto todos los que matutinamente abusaban de él por su tamaño se habían convertido en sus amigos, ya no era el favorito de los profesores lo cual por consecuencia disminuyeron sus notas, tanto así que lo desocuparon como ayudante de Cátedra y para mí de quien era Kim RyeoWook solo me quedaban recuerdos, dulces y divertidos recuerdos.
Después de tanto tiempo ausente en mi terreno de tengo-una-novia terminé estando solo, SanDara terminó conmigo pues supuestamente- lo cual era cierto- solo me la pasaba hablando de la ¨vida¨ de Ryeo y no tenía tiempo para pensar en ella, además recuerdo haberla escuchado decir que estaba enamorada de un chico llamado Lee KIHwang.
Después de todo acabamos olvidándonos de lo ocurrido y seguimos siendo amigos, no hay rencor alguno.
Por mi parte finalmente terminé enamorándome de Wookie, nunca supe las razones de porque ahora y no antes cuando pude hacer algo para confesárselo, todo hubiera sido diferente si me hubiese dado cuenta de que lo amaba hace mucho tiempo atrás.
-Espero que así sea- me dije a mi mismo contemplando la tarea-.¿Dónde estará RyeoWook?
De repente alguien llamó a la puerta, me levanté casi enseguida.
¡RyeoWook, volviste!-pensé mas que ilusionado, abrí la puerta y me di cuenta de que era Doo Joon, no me sentí para nada desilusionado pues hacia un tiempo que no lo veía y- era más que obvio-necesitaba compañía.
-¡Noche de animes y videojuegos!- exclamó sonriente agitando al aire la funda llena de CD’s
-Hola, me hubieses dicho que vendrías, así hubiera preparado algo de comer.
-Creo que estas cocinando algo porque…- movió la nariz olfateando- parece que algo se quema.
-Mierda-corrí a la cocina y apague la estufa-. Se echó a perder- murmuré con desesperación.
-¡Dios mío! Si no llegaba antes, tu casa estuviera en llamas, no te preocupes, yo cocinaré. Mientras tanto ve a elegir que anime quieres ver primero- le hice caso y me senté en la sala.
-Escuché que vives con YoSeob, eso nos convierte en vecinos de piso- dije tomando cerveza de menta.
-Pues sí, estoy saliendo con él, es muy tonto y bueno para nada- noté un brillo en sus ojos-. Aun así lo amo…además me gusta como se mueve sobre mis sabanas
-Qué asco, no seas tan explícito-dije riéndome mientras comenzaba a oler la comida que preparaba.
-Por cierto, hablando de compañeros… ¿En dónde está Wookie? No lo veo- dijo estirando su cuello.
Acto seguido entró el nombrado con un cigarrillo a medio terminar en sus labios, rápidamente fue a su cuarto.
-Hablando del Rey de Roma pues mira quien se asoma- dije mientras lo seguía-. ¿Cómo así apareces por aquí?
-Tan solo estoy de paso- respondió sin siquiera mirarme-. No te estorbaré más, ya me voy.
-¿Qué? ¿Acaso no te quedas?-hizo una negación-. Pero si mañana tenemos que ir a clases.
-¿Y eso debería impórtame? Tengo una vida aparte de ir a esa Universidad- tomó su cepillo de dientes, ropa y los guardó en su bolso-.Vendré mañana.
-¿Vas a faltar? Te pueden expulsar- murmuré.
-¡KyuHyun! Tengo un impecable historial, nada va a pasar, ahora apártate pues SeungHyun me espera- expulsó una bocanada de humo sobre mi cara y me empujo bruscamente-.Se feliz, divierte Kyu- dijo lanzando una cajetilla de cigarrillos a medio terminar.
Salí de la habitación casi detrás de él, enseguida, al ver a Doo Joon cocinando se detuvo, me miro y se llevó un cigarrillo a la boca.
-¿Quién eres tú?- preguntó con indiferencia.
-Ammm, Doo Joon, tu amigo desde que entraste a la universidad.
-Mmmm- posó un dedo sobre sus labios-. No recuerdo ¡Adiós!- dio media vuelta y cerró de golpe la puerta dejándonos estupefactos.
-Y te presento al nuevo Wookie, lo sé, es un asco- dije sentándome.
-¿Siempre es así?- hice una afirmación con la cabeza-.¡Qué horror! ¿Qué le pasó?
-Se porta así desde que sale con Choi SeungHyun- él pareció ver fantasmas abriendo sus ojos exageradamente.
-¿Con él? ¿Con ese tipo? Me le han lavado el cerebro-dijo con tristeza
-El mismo que viste y calza-respondí dibujándole muecas a mis labios.
-Pero he hablado con él, parece que si está enamorado de Ryeo, hasta ahí yo sabía. No suponía que estaba saliendo con él.
Yo y Doo Joon pasamos toda la tarde hablando mientras jugábamos videojuegos y veíamos animes, fue muy divertido poder pasar tiempo con él, ya me hacía falta sonreír.
-Bueno Kyu, por mi parte debo irme, tengo que hacer algo con YoSeob.
-No quiero más detalles, pues ya me lo imagino- lo empujé graciosamente-. Gracias por haberme acompañado un rato, estaba muy solo.
-Cuando quieras, vendré otro día, suerte con el nuevo Ryeo y que la suerte este siempre de vuestro lado- me abrazó y se dio media vuelta.
-Veo que te gustan Los Juegos Del Hambre -exclamé sonriente cerrando la puerta.
*A LA MAÑANA SIGUIENTE*
-¡Kim RyeWook!- llamó el profesor de biología pasando lista.
Enseguida me levanté como si fuese mi obligación y respondí por ello.
-Está enfermo, así que no pudo venir, he aquí su justificación.
Lo que tengo que hacer por ti
Se lo llevé y el maestro convencido lo firmó. Había hecho una justificación falsa solo para él, no quería que tuviera problemas.
-¿Por qué te dio la justificación a ti? ¿Eres su amigo o qué?- preguntó YoSeob inclinándose al frente cuando regresé a sentarme.
-No te creas, solo es que me lo encontré por ahí y me pidió de favor que se lo diera al profesor- respondí sin mirarlo.
-Vaya, menudo chico, ya es popular, ahora todo el mundo anda hablando sobre él y lo bien que toca el piano- comentó Min sonriente.
-Es cierto, escuche que está saliendo con SeungHyun ¿No es eso lindo?- intervino Dara con dirección a mí.
-Presten atención- murmuré volteando a verlos.
Todos suspiraron y volvieron sus miradas al pizarrón. La clase empezó, otro día más sin él.
Ryeo me había dicho que regresaría ese mismo día así que con que pudiera ver su rostro, para mi habría estado bien así que me dispuse a esperarlo.
Encendí mi consola y me dispuse a jugar mientras lo esperaba pero mi desesperación era tan grande que solo me quede sentado esperándolo. Ya no jugaba, solo lo esperaba porque quería verlo, solo eso quería.
Mi orgullo era incluso más grande que mi cerebro, no hubiese dejado ni por lo más preciado que ese chibi se riera de mí por esperarlo hasta altas horas de la noche. Su inocencia-ya arrebatada por SeungHyun-me traía a la mente tantas cosas.
(N.A: Espero que se hayan dado cuenta que en este fanfic y en otros que tiene que ver con Wookie hemos puesto por sobre nombre “chibi-tan”. En Japón a las personas pequeñas y adorables se les dice Chibi-tan)
*FLASHBACK* HACE 15 AÑOS ATRÁS
Todas las tardes sin falta, en recreo lo perseguía y es que me interesaba mucho saber lo que hacía. Lo que más me gustaba era disfrutar de su voz, esa dulce melodía que se articulaba por sus-celestiales- cuerdas vocales. Cantaba en un tono muy suave-hermoso-que me alegraba el día.
En ese entonces él era invisible para todo el mundo, menos para mi
Una tarde como cualquier otra ordinaria, nuestro maestro de canto, un hombre amable y de alto porte preguntó al salón entero quien quería participar en el concurso de canto de la escuela. Miré de reojo a RyeoWook quien bajaba la cabeza sonrojado. Sabía que quería cantar-él cantaría hasta quedarse sin voz- pero como era muy tímido no tenía las agallas para postularse.
Estábamos en una larga fila así que ágilmente sorteé a mis compañeros de clase hasta llegar a él -yo era muy alto así que estaba al último-toque su hombro para susurrarle:
-Te he oído cantar y sé que te gusta mucho así que tienes que participar- lo empujé hacia el profesor y él me miró con cara de asustado.
-Pero que se supone que ha…-para cuando terminaría la frase ya había sido demasiado tarde
-Estudiante Kim RyeoWook-nos interrumpió el profesor-muéstrenos que puede hacer
-Yo-yo, pero está bien -murmuró para luego cantar abiertamente colmándonos a todos con esa voz que fluía dulce al igual que la miel, sonreí satisfecho, se notaba que le gustaba.
Sonó el timbre más fuerte que nunca, esa era nuestra señal para salir a recreo así que fui por mi lonchera para salir pero una pequeña mano me detuvo y me hizo sentar en una de las sillas
-¿Por qué hiciste eso?- preguntó bajando la cabeza sumamente avergonzado.
-Sé que te gusta cantar ¿Por qué no lo aprovechas?- respondí partiendo un pedazo de mi pan y dándoselo-.Deberías hacerlo, cantas muy bien.
-No pero, quería darte las gracias, solo no hubiese podido- susurró.
-Uff, entonces desde ahora tendré que ayudarte nuevo mejor amigo.
El solo me sonrió y siguió comiendo su pedazo de pan.
*FIN DEL FLASHBACK*
-RyeoWook, regresa, por favor regresa -murmuré ya inmerso en mis propias lágrimas.
Escuché unas llaves introducirse en la cerradura de la puerta, me levanté enseguida y limpié con el dorso de mi mano mis copiosas lágrimas.
Era él, era él pero no estaba solo.
-Seung…aun no me quiero ir, quédate conmigo -decía Wookie ebrio en demasía.
-No puedo, mañana tenemos clases…yo tampoco quiero dejarte.
Ryeo se acercó a él y lo besó sin más argumentos.
Para mi mala suerte todo transcurría frente a mis ojos -era asqueroso- se besaban apasionadamente casi con locura. Seung lo arrimaba contra el pilar mientras manoseaba todo su cuerpo.
-Quiero hacerte llorar de placer- susurró Seung aun en sus labios-.Quiero hacerte mío.
-Seung eres tan sexy, frotémonos- y dicho esto se aferró a sus hombros para volverlo a besar con pasión frenética.
Wookie no tenía cordura, había bebido demasiado.
Seung toco su trasero arrimándolo más a la pared, alzo la pierna a la altura de su cadera y la acarició sensualmente.
Comenzaron a moverse rítmica y suavemente. Wookie fruncía el ceño debido a todo el placer que sentía, jadeaba al oído de su amante.
-Ahí Seung- gimoteaba ante sus movimientos.
Yo no tenía ni la más remota idea de porque seguía observando algo tan desagradable, solo me mordía el labio mientras mi corazón se partía en pedacitos pequeñitos provocando que lagrimas nuevamente desfilen por mis ojos.
SeungHyun -extasiado- giró el cuerpo de Wookie y empezó a frotar el trasero de este con su evidente erección. Ryeo giró su rostro para besar sus labios nuevamente, él de nuevo se puso en frente y bajó con besos por su cuello ya remarcado veces anteriores, seguía sin procesar las imágenes.
RyeoWook permitía que lo manoseara hasta donde no podía, a mí apenas me había dejado verlo sin camisa.
El pequeño bajo hasta su entrepierna y desabrochó los jeans de Seung, hasta eso yo no pude contenerme.
-Ryeo te necesito ahora…no sé cómo cocinar arroz frito -dije corriendo como un poseso
Tomé su mano y lo hice levantarse, Seung Hyun abrió los ojos como platos, bastante sorprendido.
-Kyu-KyuHyun ¿Qué haces en la casa de Wookie? ¿Viven juntos? -preguntó exaltado.
-Sí ¿Algún problema?-hizo una negación no muy seguro-.Entonces ¡Adiós!- le cerré la puerta en la cara y me dirigí a Ryeo- ¿Qué crees que hacías? ¡Y en el pasillo!
Él me miro sonriente, se secó una pequeña gota de saliva cerca de su boca y dijo:
-¡Ya Kyu!...tranquilo, él es mi novio, puedo hacer lo que quiera con él y viceversa.
-Pero así no, no me gusta que hagas ese tipo de cosas-murmuré
-Si-siempre se lo hago, en la escuela, en el baño, en su casa y en todos lados.
-¡Ryeo no digas esas cosas!
-Soy el mismo bobo de siempre que te ama con locura, te amo Kyu y no creo poder olvidarte ni por Seung -dijo en un tono de voz sumamente graciosa.
-No sabes lo que dices estás muy ebrio-dije avergonzado.
Él se me acerco lentamente, paso su dedo por mi hombro y me dijo:
-Bésame, nadie lo sabrá que lo hicimos o al menos que quieras mas.
-Ryeo no…tú tienes…no-me interrumpió colocando dulcemente su dedo sobre la mitad de mis labios para después deslizarlos hacia abajo suavemente
-No quiero oír ni una palabra más mi Kyu -susurró muy cerca de mis labios, algo en mi me convirtió en gelatina.
Cerré mis ojos sintiendo como el calor subía por mis mejillas quemándolas, ese momento era tan perfecto aunque estuviese borracho hubiese dado lo que fuera por saborear un poco de sus pequeños labios.
Unos segundos transcurrieron y aun no sentía su boca así que abrí mis ojos para darme cuenta de que se había quedado dormido parado, lo sostuve en mis brazos y lo abracé fuerte pues él no me dejaba hacerlo desde hace mucho tiempo.
Se veía tan gracioso, su pecho se alzaba y se volvía a contraer, su respiración era suave.
Parecía un ángel, uno muy ebrio e incorrecto.
Lo lleve a su cama, lo deposite sobre las sabanas suavemente, besé su bella mejilla y le dije buenas noches con el pensamiento.
Fui a mi cama y me quede dormido plácidamente sobre esta, sintiendo aun el calor de su pequeño cuerpecito.
<<Hoy casi caes Wookie, tratare de hacer lo posible para besarte, TE AMO>>
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