sábado, 10 de noviembre de 2012

"Take Care My Angel"


¿Cuándo vas a pasar mi ángel?- murmuré casi desesperada mientras miraba hacia la ventana. 

Ya habían transcurrido 10 minutos de la hora usual en la que pasaba por mi casa. Nunca se había atrasado.
Miré el reloj muchas veces angustiada. Mi ángel aún no llegaba. Suspiré luego de 20 minutos de espera pero antes de girarme y regresar a mi oscuro mundo escuché una voz familiar. 

-¡Oppa!- dijo una voz infantil- gracias por el helado de chocolate. 

-No es nada. Tú eres mi hermana y siempre haré de todo para ti- respondió mi ángel. 

Al doblar la esquina hay estaba tan hermoso como siempre, me escondí tras un libro para que no notara que lo espiaba, cosa que hacía todos los viernes que pasaba por mi casa. 

Mi ángel era un chico de mediana edad, de cabello castaño lo cual era una rareza total en Seúl, tenía unos hermosos y brillantes ojos, un cuerpo torneado y unos brazos musculosos que seguramente eran así por cuidar de sus hermanos. Pero esta solo era una parte de mi ángel  lo que más amaba de él era cuando sonreía. Sus dientes eran blancos y perfectos, su boca parecía hecha para sonreí todo el tiempo a quien pasara por su lado e incluso cuando sonreía un pequeño hueco se formaba en sus mejillas. Yo me sentía de gelatina, sentía flotar en los pocos minutos en los que él pasaba hacía mi mundo brillar. 

Giro en la otra esquina y no lo volví a ver. 

Suspiré otra vez y abrí mi laptop para comenzar otro capítulo del último libro de mi saga: ¿ Cómo conocer a un ángel?- Leeteuk y yo. 

Alcé la mirada un rato para observar mi pared llena de premios que recitaban cosas tipo: 

A la mayor venta del año: 
Joanne Marcus por vender más de un millón de copias en un día. 


-Estoy segura que mis fans enloquecerían si supieran que Leeteuk está inspirado en una persona real- murmuré bajito.

Y así era. Mi ángel era mi Leeteuk. Aquella persona que solo podía amar en las novelas que escribía. Que pasaba por mi casa todos los viernes a las cuatro de la tarde. 

Aquel chico que amaba. 

Mi ángel. 

Me faltaban agallas y confianza para acercarme a él. Mi ángel aunque parecía una persona de un enorme corazón  y muy cálida a veces me aterraba pensar en cual sería su expresión si algún día me acercara a él. 

Él era mi cable a tierra. Mi ángel mantenía mi ser en una pieza con su simple presencia y me daba fuerza pero yo sabía que algún día él podía desaparecer como todas las cosas buenas que habían sido antes mías. 

Como mis padres. 

Esta vez no iba a ser así, el ángel tenía que ser mío. 

Y así empecé a planificar por una semana la conversación que tendríamos:

-Hola, Soy Julie. Vivo aquí. Te gustaría algún día ir a comer a un helado o podría decirle: 

-¡Hola! Sale conmigo mañana mientras hago aegyo. 

Mi cabeza cada día se confundía un poco más. Aprender como lucir como una persona casi normal. Luego empecé a ver muchos doramas para saber actuar en situaciones parecidas. Me sentía tan ridícula pero perdidamente enamorada. 

Noté que tenía que usar algún vestido así que saqué de mi armario un vestido floreado tan alegre que seguramente mi ángel se fijaría en mí perdidamente. 

*Luego de 3 días*

Llegó el viernes y yo moría de miedo. Desde las 1 de la tarde me estuve alistando después de todo y aunque parezca un chiste a mis 25 años nunca sentí haberme enamorado tan locamente. 

Eran las tres y media y yo estaba observando a la ventana esperando el momento exacto en el que mi angél pasaría por mi casa.

Pero 15 minutos después solo vi pasar a su pequeño hermano de casi 7 años persiguiendo un pequeño carro por la vereda. Me alegro tanto verlo porque se parecía mucho a mi angél, tenía el cabello negro y una nariz graciosa.

Luego el pequeño carro desvió su camino y se dirigió a plena calle, me turbé un poco al ver como lo seguía persiguiendo ignorando que podría pasar algún carro.

De repente mis miedos se hicieron realidad pues mientras él tomaba el juguete con sus pequeñas manos un carro se aproximaba velozmente.

Y no dudé ni un segundo.

Abrí la puerta estrepitosamente y corrí hacia el niño que no sabía que hacer. Pensé que podía salvarlo pero ver el carro tan cerca mío me paralizó que solo pude abrazar al niño.

<<Lo siento mi ángel pero no quería verte llorar>>- pensé mientras esperaba el impacto del auto.

Cuando ya oía el sonido del auto abrumándome sentí como un par de brazos me abrazaban, me arrojaba al piso y me quitaron del camino del auto.

Me estrellé contra el pavimento pero no sufrí ningún daño ni tampoco el niño pero sí la persona que me había quitado del camino.

Abrí los ojos temerosa y me encontré en el piso siendo abrazada por mi ángel fuertemente. Al parecer mi ángel no estaba bien y por eso solté al niño de mis brazos quien lloraba a montones.

-¡Jung! Lo siento appa, Jung- el niño abrazaba el magullado cuerpo de mi ángel.

Mi angél no emitía palabra alguna pues al parecer estaba inconsciente producto del golpe contra el pavimento. Empecé a tocar su rostro que ahora tenía marcas.

<<Se suponía que esto no sería así, mi ángel >>

-Pequeño...Soy Julie y vivo aquí al frente, yo ayudaré a tu appa. Ahora ve a ver a tu hermana- señalé a la niña que miraba la escena asustada.

-Está bien gracias- respondió aún lloriqueando, se levantó y fue tras la niña.

Yo no tenía ni idea de como iba a llevar a mi ángel a la casa (era mucho más grande que yo) pero tenía que hacerlo pues lo prometí.

Tomé a mi ángel por los hombros para colocarlo en posición erguida y lo arrastré hasta mi casa donde me esperaban sus hermanos.

-¡No debistes jugar en la calle Yoogeun!- lo reprendió su hermana.

Su hermana no se parecía a mi angél pero era muy linda. Tenía el cabello negro y liso dispuesto en 2 trenzas, sus labios eran muy rosados y era bastante alta para su edad.

-Lo siento, Seohyun. Yo no quise...pero- rompió en llanto.

Tenía que hacer algo o yo también terminaría llorando.

-No llores, Yoogeun- le dije con un tono maternal- tu appa va a estar muy bien. No lo reprendas Seohyun. Ahora abran la puerta de la casa.

Los niños obedecieron y pude llevar a mi ángel al sillón de mi sala, lo acosté, fui por alcohol, algodón y algunas vendas para sus heridas que eran superficiales.

Primero curé los raspones de su cara con curitas que le daban un aspecto gracioso. Luego empecé a desabrochar su camisa pero una pequeña mano me detuvo:

-¿Que le haces a mi appa?- dijo en tono de ira Seohyun.

-Yo...yo- tartamudee- tiene heridas en su pecho. No te preocupes.

Me miró con desconfianza pero luego quitó la mano. Suspiré y le quite la camisa.

El abdomen de mi ángel era muy perfecto que me hizo turbar por un segundo pero luego seguí con la curación.

Al terminar observé como sus hermanos se estaban quedando dormidos.

-¡Pequeños! ¿No quieren tomar algo especial?- sugerí

Yoogeun abrió los ojos encantado pues al parecer le gustaba la comida.

-¿Que és?- pregunto Seo con incredulidad.

-Mira y aprende- le respondí picaramente mientras iba hacia la cocina. Tomé un poco de leche y la puse en sendas tazas, las metí en el microondas para luego ponerle un poco de chocolate en polvo y malvaviscos.

-Tomen un poco y me dírán que tal sabe- les sonreí mientras los veía observar las tazas extrañados.

Tomaron un poco y en sus labios se dibujó una enorme sonrisa.

-¡Está delicioso, unnie!- gritó emocionada Seohyun.

Sonreí encantada y los llevé a mi cuarto  para que durmieran. Salí de la habitación y fui a revisar a mi ángel  Su respiración se había normalizado, su cara ya no estaba pálida y sus heridas no supuraban más.

Toqué sus hermosas facciones, recorriendo suavemente con mis dedos la comisura de sus labios, su respingada nariz y el bello hueco que se formaba en su mejilla.

-Eres Leeteuk (persona especial)- susurré y me quedé profundamente dormida en su pecho.

*Al día siguiente*

-¡Oye!- alguien me estaba gritando y al mismo tiempo dándome pequeños golpecitos.

-¿Eh?- respondí aún adormilada.

-Tú eres esa chica- murmuró mi ángel.

No supe que responder y me asusté demasiado.

-¡Oppa!- exclamó Seo abrazando a mi ángel.

-Seohyun...me alegro que estés bien...¿Dónde está Yoogeun?

-Appa- dijo en un hilillo de voz Yoogeun aún sin atreverse a saludar a mi ángel- soy un tonto por salir a la calle y...

-No te preocupes, Yoogeun. No es tu culpa, debí haberte protegido mejor.

<<Tú darías la vida por tus hermanos, mi ángel>>

Luego de que mi ángel abrazara a sus hermanos me observó a mí aún muy asombrado.

-Hola. Me llamo JungSoo...Gracias por lo que has hecho, no era necesario- sonrió levemente creando ese pequeño hueco en su mejilla.

-Yo...yo- tartamudeé- mi nombre es Julie. No fue gran cosa.

-No seas modesta- volvió a sonreír.

Mi angél trató de levantarse pero sus heridas aún le dolían.

-Yo te llevo a tu casa- sugerí temerosa.

-No quiero deberte tanto, Julie- respondió con voz lastimera.

-¡Oppa! Ya deja el orgullo- intervino Seo- unnie es una buena persona.

El sonrió otra vez  y se dejo llevar por mí al auto. El camino a su casa fue muy incomodo. Yo no me atrevía hablar, Seo hablaba y hablaba sobre lo bien que la traté, mi ángel sonreía a todo y Yoogeun reclamaba que me fuera a vivir con ellos.

Llegamos y sus hermanos bajaron del auto muy felices no sin antes haberse despedido de mí con un abrazo pero mi ángel esperó a que se fueran para preguntarme algo.

-¿Tú eres esa chica...la que siempre me observaba cuando pasaba por esa calle, no?- preguntó mirándome a los ojos.

No supe que responder.

<<No te acoso, mi ángel >>

-No te pongas nerviosa- acercó su mano a mi cara-...gracias por existir.

Me dio un beso en la frente y entró a su casa.

<<Eres muy singular, mi ángel >>

*Después de 3 meses*

-¡Omma!- exclamó Seohyun llamando a mi puerta.

-¡Un segundo!- abrí la puerta.

-¿Que hacen aquí?- los interrogué

-Te extrañabamos, omma. Y además Yoogeun me obligó- respondió Seo.

-¡Omma!- Yoogeun me abrazó- Quiero chocolate.

Rodé los ojos y los llevé a la casa. Hacían eso todos los días y casi siempre mi ángel llegaba y los sacaba a la fuerza. Mi ángel solo había hablado pocas veces conmigo y nunca volvió a mencionar el tema del que hablamos el día de su accidente. A mi me pareció lo mejor después de todo cualquier palabra que me decía me hacía turbar.

Como lo supuse en unas horas mi ángel llegó muy molesto.

-¡ Devuélveme a mis hermanos ahora, Julie!- exclamó.

Fui a abrir la puerta y la encontré más hermoso que nunca. Tenía una camisa blanca abrochada en unos cuantos botones en los que se notaban sus pectorales, un pantalón café hasta los tobillos y un par de mocasines blancos.

(N.A: Siempre me imagino a Teukie en ese tipo de ropa)

Tenía una mano detrás de su espalda y lucía un poco nervioso.

-Appa lo siento- suspiró Yoogeun- pero...

-Ojalá Julie fuera nuestra omma- reclamó Seo poniendo mi cara de todos los colores- deberían casarse.

Y por primera vez vi a mi ángel muy avergonzado.

Sus hermanos debieron notar el ambiente "romántico" que enseguida dijeron:

-¡Appa y Omma! Nos vamos a comprar helados y a hacer cosas de niños- dijo Seohyun guiñando un ojo para luego huir de la escena con su hermano.

-Esperen, niños- rogué pero ellos ya se habían ido.

Estaba sumamente nerviosa pues nunca me había quedado a solas con mi ángel.

Él me miraba de pies a cabeza igualmente avergonzado y yo por mi parte no sabía que decirle hasta que notó las menciones de honor por mis libros.

<<No lo menciones, no lo hagas>>

-Julie...-tragó saliva- ¿En quién te inspiras?

<<Te dije que no preguntaras>>

-En la vida, doramas y eso- respondí fingiendo seriedad.

-Mentirosa- dijo traviesamente.

-¡No es mentira!- exclamé.

Mi ángel no me hizo caso y siguió hablando:

-¡Seguramente te inspiras en algún chico!- canturreó graciosamente.

Sus palabras y chistes me estaban estresando tanto que no medí lo que dije en ese instante.

-¡En ti! ¡Me inspiro en ti, JungSoo Park! ¡Tú eres mi Leeteuk!- exclamé agobiada.

Y llegó el silencio.

Ninguno de nosotros se atrevió a desmentir o responder lo dicho. Mi ángel me miraba entre sonrojado y sorprendido.

-Yo...Julie...yo- tartamudeó suavemente- toma esto.

Mi ángel quitó la mano de su espalda y me dio una hermosa rosa blanca, tenía la mirada en suelo y sudaba mucho.

-JungSoo...esto es hermoso, no sabía que me ibas a dar esto- en ese momento fui bruscamente interrumpida por una declaración.

-¡Me gustas, Julie!- exclamó mirándome a los ojos- amo tu entereza, tu valentía , tu instinto maternal, amo la forma en la que escribes, yo te amo.

Esto ya era mucho para mi corazón.

Sentía un cúmulo de emociones desbordarse de mi corazón apresuradamente reclamando el cuerpo de mi angél.

Pero estaba muy nerviosa como para responder a semejante muestra de amor.

-Julie, yo lo lamento- soy un tonto- murmuró bajito girándose- es obvio que no te gusto.

-¡JungSoo!- exclamé finalmente- también me gustas.

Y dicho esto lo abracé contra mí aspirando su olor. Mi ángel acariciaba mi cabeza suavemente murmurando lo mucho que me amaba.

Al separarme de él vi sus ojos brillar producto de las lágrimas que se arremolinaban en sus ojos.

-Leeteuk...¿Estás bien?- susurré en su oído.

Mi ángel no me respondió y tomó mi rostro con sus manos impulsando mis labios contra los suyos.

Abrí los ojos asustada, mi ángel los apretaba mientras las lágrimas seguían descendiendo por sus ojos.

Rodeé mis brazos en su cuello, abri un poco la boca temerosa y sus labios me estaban elevando. Todo tomó diferentes colores en mi cabeza, sentía como si algo en mí renacía.

Me estaba volviendo más loca por él, sentía la alegría de la vida recorrerme.

Sus masculinos brazos me tomaron de la cintura creando cortocircuito en mi cuerpo.

<<Mi ángel al fin eres mío>>

*Luego de 6 meses*

-Ya estoy de camino, JungSoo- respondí a mi ángel por el teléfono.

Yo y mi ángel estábamos saliendo y aunque por mi trabajo a veces no lo veía, pasábamos tantos hermosos momentos juntos que se suplían las faltas de afecto de mi anterior vida. Volví a creer en un mejor futuro con nosotros juntos como siempre debió ser.  Pero había algo que a mí me tenía un poco alarmada.

Una pequeña caja.

Seohyun podría jurar que mi ángel había comprado un anillo de compromiso para mí. Yo preferí no hacerme falsas esperanzas después de todo solo con sus presencia me sentía sumamente feliz.

Estaba colocando una funda de malvaviscos en mi cartera cuando un flash informativo interrumpió mi dorama: To The Beautiful You.

Una elegante y profesional conductora recitó lo siguiente:

Hoy son las ultimas llamadas para que los jóvenes de 18 a 30 años se presenten al servicio militar. Recuerden que a los 30 años es la última oportunidad para inscribirse sino podrían contraer riesgos leales. 

Muchas gracias por su atención. 


-Milicia- murmuré algo aterrada. 

Ahora que lo recordaba mi ángel nunca me había hablado de su servicio militar y ya tenía 30 años.

<<No, no,no puede irse>>

Conduje hasta su casa muy angustiada deseando que lo obvio solo fuera una mentira. Abrí la puerta de su casa estrepitosamente y encontré a sus dos hermanos llorando desconsoladamente aferrados a las piernas de mi ángel.

-No es verdad...¡Dime que no es verdad!- exclamé con lágrimas en los ojos.

-Lo siento, Julie- suspiró- pero tengo que cumplir con la obligación.

-¿Por qué no me lo dijistes?- pregunté.

-No quería verte llorar...eres lo más importante para mí. Tú eres mi pequeña angél- dijo entre sollozos.

-Leeteuk...- murmuré cansada de discutir y gritarle. No se puede detener lo inevitable.

-Cásate conmigo, Julie- pronunció con seguridad mientras me mostraba un anillo hermoso color perla.

-Te vas a ir, JungSoo...-bajé la mirada.

-Entonces esperame, Julie. Son 2 años y estaré a tu lado de nuevo. Prométeme que me esperaras...que no me olvidarás...- su voz se quebró.

Lo abracé con desesperación pegando mis labios contra sus mejillas probando sus lágrimas.

-¡Te esperaré, mi ángel!- grité amargamente

Y luego de 3 semanas JungSoo se fue. El día de la despedida fue tan duro pues no quería llorar pero él se mostró tan fuerte. Le dijo adiós a su cabello, a sus hermanos, a mí y se embarcó en su larga obligación. También ese día me prometí que nunca acabaría de escribir el libro hasta que el regresara, que mi corazón nunca se abriría a nadie más, que pensaría en él al menos una vez al día y así empecé mi larga espera.

(N.A: Cualquier parecido con la realidad es coincidencia T_T)

*Luego de 2 años*

-¡Omma! ¡Hace calor y appa aún no llega!- exclamó un crecido Yoogeun.

-Ya mismo vendrá, solo espera- respondí un poco nerviosa.

El lugar estaba lleno de muchas personas esperando a sus seres queridos de la milicia. Yo estaba tan angustiada pues escuché tantas veces que la gente cambiaba. Pensaba en que tal vez nunca lo volvería a ver sonreír como antes.

Me encontraba tan perdida en mis pensamientos que no vi cuando anunciaron que habían llegado los ex-soldados. Eran muchas personas vestidas, todas de colores camuflaje que no podía observar a mi ángel. Estaba tan desesperada pero luego vi algo que me recordó la primera vez que lo observé caminando por mi vereda.

Era una lindo cabecita color castaña.
Era un hueco en la mejilla.
Era una risa singular.
Era él.

-¡Leeteuk!- exclamé al verlo. Él se giró y me volvió a sonreír como la primera vez.

Así como lo recordaba a mi angél.


      *Fin*

YuleSaku:

Este es un fic creado para Leeteuk por si no se ha dado cuenta. La verdad es que sufrimos mucho cuando Leeteuk se fue. 

No hace mucho es que conocemos a Super Junior como otras fans pero estoy segura que los amamos casi tanto como ellas. 

Cuando una persona que amas se va es muy triste pero si JungSoo fue fuerte nosotras también lo seremos. Eso es promesa de ELF. 

Les digo que Sakura estuvo muy deprimida y para colmo estaba en examenes. Fue muy caotico despues de todo Leeteuk era su segundo bias en SUJU. *Eso es grave para nosotras* xD

Teukie, te queremos. 

Y esperaremos el tiempo que sea necesario solo para verte sonreír de nuevo. 

Firman tristemente, 

YuleSaku

¡Take care my angel! 


















1 comentario:

  1. Y ahora es cuando lloro por tercera vez en un día... la primera, Hannie gana el EMA, la segunda, PSY gana el EMA... la tercera... este fic hermoso de LeeTeuk...
    Ha estado precioso!!
    Mi ángel... *llora*

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