miércoles, 3 de julio de 2013

Capítulo 6: "Estar a lado de alguien no significa una persona en la puedas confiar"

¡Hola! ¿Cómo han estado? Veo que bien.

Les traemos cap con EunHae, KiBum y lemon del KyuWook. Sé que prometimos Shinlice pero pidieron EunHae así que aquí está. El próximo capítulo va a ser un tanto corto pues solo habrá Shinlice y Yesung con Violet, ojo, solo ellos pues estamos un poco atrasados con el hetero.

Disfruten dejen comentarios que Wookie se alimenta de ellos (?)

POV RyeoWook


Me separé de su boca con mi respiración agitada, él también tenía la misma cara que yo y su deseo ya era grande, era la quinta vez que nos dábamos un beso así de largo.

-Vamos a la cama…- dijo, yo asentí y le cogí de la mano.

Se sentó en el borde de la cama y yo me arrodillé, agachó la cabeza y acarició mis cabellos peinándolos dulcemente, se agachó y me beso de nuevo, yo por simple inercia rodeé su cuello con mis brazos y me impulsé hacia él, quedé encima de su cuerpo, el cual se me estaba haciendo difícil de tocar pues aún tenía su ropa puesta.

Bajé mis manos tocando todo su torso por debajo de la camisa y paré en su cadera, la cual empecé a tocar suavemente, KyuHyun suspiraba aun en el beso y a mí me hacía sentir feliz.

Desabroché el pantalón y empecé a bajárselo lentamente, KyuHyun agarró mi trasero y lo apretó acercándome más a él, se separó y me miró con ojos acuosos.

-Yo… Tengo miedo de que KiBum se entere de esto, seguramente su reacción no será buena.

-Él poco me importa, KyuHyun…- seguí besando su cuello y él ya estaba comenzando a excitarse pues sentía su miembro semi-erecto rozar mi entrada.

Soltó un suspiro acompañado de besos desesperados en mi cuello, que después se convertían en mordidas dejándome marcas, bueno, no lo culpaba, no era la primera vez.

Le quité la camisa pesadamente pues sabía que no había que hacer tanta bulla, aunque la primera vez que lo hicimos yo no fui nada silencioso.

-Ya está…ya está- dijo KyuHyun desesperado, mi mente pervertida sabía a qué se refería.

Me senté en la cama dispuesto a que él haga lo que deseara conmigo.

Se colocó frente a mí, su cara estaba demasiada roja y su respiración agitada. Me besó en la boca y sus manos empezaron a tantear mi entrada, colocó sus manos en mis rodillas y me abrió las piernas, él quedó en medio de ellas y yo me sentía diferente, tal vez porque era la segunda vez y eso para mí era muy grande.

Aruñé su espalda pues ya sentía “eso” entrar dentro de mí.

-Hazlo…- le dije en el oído.

-Te estoy lastimando… Yo sé que te duele- me dijo sin siquiera alzar su cabeza pues la tenía en mi hombro.

-No me estas lastimando, al contrario, me gusta hacer esto contigo, se siente tan bien.

-¿Seguro? No quiero que vuelvas a ser lastimado por mi culpa- susurró.

-Muy seguro- le respondí, cogí su mano y la entrelacé conmigo.

Se agarró de los barrotes de su cama y entró dentro de mí.

Lo abracé y cerré los ojos fuertemente, más que por nostalgia que por dolor pues sinceramente, después de lo que me había dicho en aquel hotel pensé que nunca íbamos a volver hacerlo.

No hemos hablando de eso… ¿Qué estamos haciendo? Yo no quiero que solo sea temporal, no quiero que después de hacer lo que vino a hacer me deje solo y sin nadie más.

Decidí no pensar en eso, después de todo conseguir a KyuHyun de nuevo no fue fácil y no lo quería volver a perder por mi “cursilerías” que seguramente le aburrirían.

Comenzó con un vaivén lento pero seguro, yo suspiraba, solo suspiraba. Él trataba de no hacer que la cama haga ruido y no hacer que “hable” mucho mientras estábamos unidos.

Con una mano se agarraba de mi cintura y con la otra mantenía fija mi cadera, nos besábamos dulcemente, todo era lento pero me gustaba hasta que me cansé de la misma rutina.

Quiero más de ti KyuHyun.


Enrollé mis piernas en sus caderas haciendo que KyuHyun entrara más, soltó un suspiro pero no pude ver su reacción ya que él tenía su cabeza en mi hombro.

En ese momento perdí la noción de cuantas veces me había penetrado de una manera diferente. Era increíble la manera en la que KyuHyun cambiaba de parecer.

Se sostenía der mis hombros y se movía frenéticamente, yo veía el paraíso y a la vez el infierno cada vez que hacía eso. Me agarraba de su cabello para no desvanecerme, gritaba su nombre unas incontrolables veces, eso siempre pasaba cuando lo hacía con él.

Y al momento de besarnos su respiración era caliente, algo que me calentaba a mí también. Todo su cuerpo calentaba mi ser dejando atrás “el frío” que pasé estos últimos 21 años estando solo, sin nadie que me acompañara y al parecer personas que me habían mentido desde que nací, y con KyuHyun a mi lado sabía que no volvería a pasar eso, simplemente él no dejaría que pasara tristezas o que me volvieran a hacer daño.

-RyeoWook…- decía en mi oído agitadamente.

Esa era el único sonido de su boca que quería escuchar, él diciendo mi nombre con amor y sinceridad, con ese aliento que me indicaba que pronto nuestro “acto de amor” iba a acabar.

Cuando sentí que me desvanecía en sus brazos, KyuHyun me hizo perder la conciencia pues no sé qué pasó exactamente pero algo en mi me dio más placer de lo que sentía.

Pegué un gemido muy fuerte acompañado de un cosquilleo singular que me indicaba que esto iba a terminar. Bajé mi mano hasta mi miembro y comencé a hacer lo que las personas hacen normalmente, cuando ya había “acabado” sentía que me desmayaba en sus largos brazos.

Supe que él también lo sintió pues cayó en mi pecho agitadamente, se sintió tan bien, casi como la primera vez que lo hice con él.

Salió de mí y yo dejé un sonido de satisfacción en su oído, aún tenía mis manos alrededor de su cuello, besó mi cara perlada por el sudor y tomó mis piernas, me colocó en la cama suavemente y arropó mi cuerpo, me giré hacia él y KyuHyun adoptó mi misma forma de estar.

Acarició mi cara suavemente, sus dedos se pasaban por mis pupilas haciéndome sentir adormilado. Así, sin palabras complicadas ni discusiones me gustaba estar, solo yo y él.

Me pegó a su pecho y acarició mi cabello nuevamente.

*A la mañana siguiente*

-Buenos días mi principito pequeñito- dijo KyuHyun ya vestido y aun mirándome de pies a cabeza, lo entendí porque al bajar la cabeza seguía desnudo, me sonrojé y me tapé el cuerpo-. No te preocupes anoche lo vi, lo probé y lo toqué, no se me hace cosa de otro mundo.

-¡KyuHyun! ¡Eres un tonto!- lo golpeé con la almohada y me giré.

-Ya, no te enojes, solo bromeaba, colócate la bata, hay que dejarte en la camilla antes de que KiBum se dé cuenta de que te traje acá.

Me giré y me dio un beso fugaz en la boca, se levantó y empezó arreglar sus armas.

-¿A dónde vamos?- le pregunté mientras empezaba a vestirme.

-No preguntes porque la verdad yo tampoco sé, solo KiBum sabe esas cosas.

Parece feliz, tal vez si arreglo esto ahora dejaré de tener esta confusión mental que no me deja estar en paz.

Me coloqué la bata mientras veía como una chiquilla enamorada a KyuHyun.

-No me mires mucho que después me gastas- advirtió riendo.

-Solo veo lo que es y será mío- no respondió nada pero yo seguí insistiendo-. Kyu… quiero preguntarte algo que me está incomodando desde la primera vez que lo…

Siguió de espaldas y yo supuse que significaba una afirmación.

-Lo que hicimos anoche… KyuHyun, ¿Tuvimos sexo o hicimos el amor?

En la habitación se instaló un mega-silencio, ni los pájaros ni las bestias esas hacían ruido.

-Te dije que te alistaras rápido o sino seré yo que me meteré en problemas por tus caprichos.

¿Otra vez? ¿Por qué siempre se porta así después de que terminamos algo tan bonito?

-Contéstame de una buena vez- seguí ignorándome.

Me levanté furioso de la cama y me dirigí hacia él, lo cogí del brazo e hice que me mirara.

-¡Dime que mierda sientes por mí! ¡Ya dímelo!- le alcé la voz enojado.

-¡¿Por qué siempre tienes que arruinarlo todo?! ¡Tú siempre con tus sentimientos!- me respondió aún más enojado que yo-. ¡Ni yo sé qué haremos!

-¡¿Me llevas a la cama para después hacerte el idiota?! Contesta, ¿qué vamos a hacer?

Al momento se escucharon ruidos provenientes de debajo, de arriba y de todos lados. Eran ruidos de pistolas y cosas explotando. Una voz muy fuerte y malvada pronunció (por un altavoz): “Entréguennos al Proyecto… y nadie de las personas que irán al refugió saldrán lastimadas, si no nos dan el Proyecto todo aquella gente inocente morirá”.

Estaba muy asustado… ¿De qué proyecto hablaba? ¿Era sobre mí? ¿Si no me daban a esas manos malvadas toda esa gente moriría?

-¿Qué está pasando?- pregunté ya demasiado asustado.

-Ya te encontraron…- dijo KyuHyun en voz casi inaudible pues se le estaba quebrando.

Al momento entró KiBum con sangre en su cabeza, agitado y asustado.

-¡Te dije que no lo sacaras de la camilla! ¡Mira lo que has hecho!- le gritó a KyuHyun.

-¡Es mi culpa!- ahora todos estábamos gritando pues sinceramente no podíamos oír nada-. ¡Yo le dije que me sacara! ¡¿Qué está pasando?!

-¡No es de tu incumbencia, tu solo limítate a seguir las instrucciones mías y de KyuHyun!

-Pero…- le dije cogiendo de la mano a KyuHyun.

-¡Pero nada! ¡Solo obedécenos! ¡Es tu culpa de que todo esto ocurriera tan rápido! Ahora solo ponte algo de ropa y sale a la sala donde te estará esperando KyuHyun. ¡Espero que no hagan lo mismo de anoche! ¡Controla tus malditos impulsos!- le gritó.

Y salió muy molesto de la habitación.

-Sabía que se iba a dar cuenta… Nunca debí haberte traído a mi cuarto, todo se arruinó.

-¡No me importa que está pasando! ¡No hemos acabado nuestra discusión!

-¡Ya acabó! ¡No hay nada que se pueda hacer! ¡Todo controla KiBum!

Sus ojos estaban rojos y parecía que en cualquier momento se iba a echar a llorar como un niño, sentía que me quería pero no estaba seguro, son KyuHyun nada se sabe.

Y también se fue de la habitación dejándome solo, otra vez. Con una enorme confusión en mi cabeza y dolor en mi pecho, susto en mis venas y un KyuHyun molesto.

Mis lágrimas salieron enseguida y me sentía tan voluble ante aquella familia.

Me sentía maldito…



POV KiBum

He aquí un recuerdo de lo que pasó KiBum en el prólogo, después de que murió su familia viene la historia de él y RyeoWook con su padre. El padre de RyeoWook (TaeHyun) era el presidente de la Revolución contra EsMent, y KiBum un cinetífico de la misma empresa, solo que este tenía conexión con el papá de RyeoWook y le daba todas las muestras de lo que estaría preparando SooMan y así él podía saber todo lo que pasaba, como un espía.

Pero un día alguien le dijo a SooMan lo de KiBum y TaeHyun y este decidió vengarse quitándole su más preciada creación (Proyecto Caronte16) para uso malvado.

Recuerden que es solo un recuerdo.

Yo corría con lágrimas en los ojos, había logrado escapar de aquellos maleantes que me tenían agarrado mientras mi familia se convertía en mi monstruosa creación, mi peor pesadilla se hacía realidad. Jay venía atrás de mí y parecía en estado de shock, no lo culpaba, era solo un muchacho de 17 años que por mi capricho había entrado a la empresa muy temprano y me había ayudado con la creación de esa cosa, o como la llamaría SooMan: “La destrucción del mundo”. O como su verdadero nombre, Caronte16.

Lo que ellos no lograron sacarme fue la cura de aquel virus, era el líquido vital, el que salvaría a todo el mundo de lo que seguramente haría SooMan.

-¡¿A dónde vamos?!- gritó Jay hiperventilándose de tanto correr y es que ellos ya venían pisándonos los talones-. ¡Nos van a agarrar!

-¡Tranquilo! No lo harán, confía en mi- la verdad era que no tenía nada en mente.

Lo único que logré coger de aquella sala fue una granada de humo, pero tal vez, solo tal vez y con un poco de suerte podíamos escapar de ahí.

Entramos a una habitación con grandes ventanas. Cogí una silla y rompí los cristales de la más grande, Jay estaba llorando mucho, no tuve remedio que acercarme a él y darle una cachetada muy fuerte para que se calamara.

-Tranquilízate, todo está bien. Ahora solo sígueme y haz lo que yo te diga- asintió tímidamente

Cuando vi que ellos ya entraban lancé la granada y logramos escapar de ahí. No fue fácil por así decirlo, solo escapamos del laboratorio en dónde yo hacía mis experimentos, los mismos que salvaron un millón de vidas y las mismas que ahora iban a matar a un billón de personas.

Me maldigo…

Después de pasar los francotiradores y los perros rabiosos (una pequeña muestra de lo que se avecinada con Proyecto Caronte16) que comían carne humana. No sé cómo hicimos si con Jay en estado de shock y yo casi por desmayarme, pensé que ya estaríamos muertos.

Caí en el suelo de un lote baldío cansado mental y físicamente, Jay seguía llorando, su bata estaba llena de sangre, tenía rasgaduras en las rodillas y golpes por todo su cuerpo. Lo había olvidado por completo, lo habían torturado tanto que lo dejaron en ese estado.

Me acerqué a él y lo abracé, recordé todo lo que pasó, tapándose la cara mientras mi familia se convertía en esas cosas que yo mismo creé. Él sentía la misma culpa que yo.

-¿A dónde vamos ahora?- dijo un poco más calmado.

-A donde Kim TaeHyun, él sabrá que hacer y cómo ayudarme.

Asintió, le cogí del brazo y limpiamos un poco nuestras sudadas caras y las ropas llenas de sangre, cogimos un taxi rápidamente pues no creí que se habían cansado de buscar.

Llegamos a la casa de TaeHyun, aquella casa hogareña con luces de Navidad y la nieve por encima del tejado. Golpeamos la puerta y su esposa abrió.

-Dr. KiBum, ¿Qué hace en víspera de Navidad? ¿Viene su familia a comer con nosotros?

Mal punto, quería ponerme a llorar en el piso como niño pequeño, mi querida esposa y mis hijas… aún reposaban sus regalos debajo del árbol de Navidad.

-No, Sra. HyeRi, vengo a ver a TaeHyun ¿Está aquí?- asintió y me dejó pasar.

-Hola Jay…- dijo ella con aire maternal abrazando a mi asistente mientras le limpiaba las ropas.

-KiBum… ¿Qué haces aquí?- dejó de a lado a su pequeño hijo de 6 años-. ¿Pasó algo?

-Necesitamos hablar en privado- le dije muy serio, asintió y se paró.

-HyeRi… ¿Por qué no le das chocolate caliente a Jay y de paso le das su regalo?

La mujer asintió y se llevó a su hijo y a Jay a la cocina, ella entendía muy bien las indirectas de su esposo, buen hombre, nunca se rindió.

-Ha pasado algo y… tú eres la única persona que me puedes ayudar- metí mis manos (que estaban temblando) en el bolsillo y saqué la cura-. No sabía que más hacer.

A TaeHyun se le abrieron los ojos como platos y dio un paso hacia atrás, era obvio, en ese tiempo todos se asustaban por cualquier frasco con solo 15 gotitas, esas gotitas podían ser algo tenebroso que acabaría con el mundo.

-¿Qué haces con eso ahí? Tú sabes que es peligroso, ¿cómo lograste sacarlo del laboratorio sabiendo como es SooMan de loco?- dijo alterado.

-Él no sabe que lo traje acá, él no sabe…- murmuré.

-¿Él no sabe qué?- hizo una pausa-. No me digas que se dio cuenta del Proyecto…

Asentí y creí que a TaeHyun le iba a dar algo.

-¡Te lo dije! ¡Te dije muy bien que dejaras ese proyecto en paz!- tomó riendas del asunto en el que estábamos y bajó la voz-. No puedo creer que lo terminaras… ¿Por qué no me lo dijiste?

-Porque sabía que no me dejarías acabarlo, pensé que serviría de arma biológica para la resistencia y así acabar con EsMent.

-¿Cómo se dio cuenta?- preguntó sentándose.

-No sé, alguien se lo dijo… Esa no es la peor parte, este- moví el frasco-. Es la cura de Proyecto Caronte16, es obvio que el virus, en las manos de SooMan no son buen beneficio, seguramente destruirá todo el mundo y acabará con la sobrepoblación.

-¿En qué cuerpo piensas ponerlo? ¿En el de tus hijas?

-Es por eso que vine aquí… Kim RyeoWook… Necesito a tu hijo.

Después de eso sentí las manos de TaeHyun ahorcándome, después de golpearnos un rato y decirnos incoherencias en voz bajas llegamos a la conclusión de que si TaeHyun era el presidente de la resistencia aceptaría cualquier cargo.

-Júrame que, júrame que se lo quitarás apenas cumpla los 21 años, júramelo.

-Te lo juro, pero ahora necesito hacer los trámites rápido.

-No quiero… Tengo miedo, y si le pasa algo malo, ¿Por qué no lo haces en tu cuerpo?

-Porque ya tengo 27, estoy maduro, necesitamos un individuo joven y recién procreado.

-Cuando te refieras a mi hijo trátalo como es, un héroe de las estupideces que acabas haciendo, espero vivir hasta que sea necesario para ver con mis propios ojos si has cumplido tu promesa.

Bajé la cabeza pues era obvio que yo tenía toda la culpa.

Le dije todo lo que tenía que hacer, primero fue a sedar a su esposa y a su hijo con una sustancia que te puede dejar soñado por horas y no te acuerdes de nada.

Por último, entre sollozos por parte de TaeHyun le terminamos de ponerle la sustancia a Kim RyeoWook con la ayuda de Jay.

-Cuando despierte, dale un poco de agua con este líquido- le pasé un frasco que repara todas las células de su cuerpo-. Si le da ataques mándamelo cuanto antes.

-Una cosa más… ¿Qué pasó con tu familia?

-Ya no está con nosotros… Ellos ya son materia de SooMan.

Se sentó en el piso rendido y yo salí antes de que volviéramos a este dramático cuadro.

-Profesor, me tengo que ir, mi hermano ha de estar preocupado por mí y le dije que iba a regresar temprano para la cena- dijo Jay.

-Está bien, vete, mañana anda a mi casa para planear nuestro camuflaje contra SooMan.

Asintió y se fue caminando. Yo volví a mi casa.

Cuando entré encontré el pavo servido con las velas ya por terminarse, la deliciosa comida que había hecho mi esposa y los regalos de los niños debajo del árbol de Navidad.

Me tiré al suelo y empecé a llorar como un niño, cosa que no había hecho después de la muerte de mi familia, no recuerdo cuánto había llorado y

gritado.

No importaba pues nada me iba a sacar ese recuerdo de la cabeza.

POV DongHae

Abrí mis ojos desorientado, rasqué mi cabeza y vi a mi lado a HyukJae abrazándome por la cintura, el Dr. Henry dormido en el hombre del Dr. Hangeng mientras este conducía.

-Buenos días, DongHae- sonrió por el retrovisor.

-Buenos días, Dr. Hangeng, ¿Ya vamos a llegar?

-Ya casi muchacho, pero necesitamos ir a donde una persona primero, ¿podrías despertar a Henry y a tu novio?

-No es mi novio- ¿lo era?-. Es solo un conocido- respondí confuso y dudando.

-No lo creo, te mira de una manera especial, y créeme que lo sé, mi Henry me miraba de la misma manera, tiempo jóvenes disfrútalo- sonreí y empecé a mover a Hyuk.

-Despierta…- le dije suavecito mientras lo movía-. Ya casi llegamos.

-Jay… Regresa, no vayas a la casa de ese científico- dijo moviendo los ojos.

-Estás soñando, tranquilo, abre los ojos- le dije en el oído.

Abrió los ojos un poco asustado y me sonrió dulcemente, había sido el tercer sueño que tuvo toda esta noche sobre su hermano, y él no me quería decir.

Pensé en lo que me dijo el Dr. Hangeng… ¿Éramos novios? ¿Esos dos besos que nos dimos, significó que ya lo éramos? ¿Cómo se trata a un novio?

Era totalmente cierto que no sabía sobre esas cosas pues nunca había tenido algo parecido pues solo me había enamorado, no llegaba a más de eso. Además, nunca le he gustado a una chica pues yo era muy “raro” y engreído.

-Hola…- le dije sonriendo, me puse colorado y antes de que cometiera una estupidez fui a donde el Dr. Henry a despertarlo.

Después de que lo desperté me fui al asiento de enfrente a sentarme pues me daba vergüenza ver a Hyuk después de cómo me besó frente a toda esa gente.

-¿Tienen hambre?- preguntó Hangeng sonriéndole a Henry.

-Si…- me apresuré a decir pues era verdad.

-¿Podemos parar en algún lugar? Yo y tú sabemos que también tenemos hambre.

-Ah, está bien, que sea un lugar alejado y seguro, pero sobre todo que sea rápido- dijo Henry después de que Hangeng le hiciera ojitos.

Paramos en un lugar alejado, bajamos de la minivan que me ahogaba, no era porque era estrecha es solo que estuvimos cambiando de conductor (exceptuándome a mi pues no sabía conducir) todo el día, y no habíamos parado.

HyukJae me ayudó a caminar y a mí, su simple cercanía me traía loco. Sabía que también se sentía raro pues yo no le había hablado desde que despertó, y no es que quería, pero como había dicho me daba vergüenza.

-¿Aún te duele?- me preguntó y yo solo asentí-. Le diré a Hangeng que te cambie de banda.

Henry cogió algo parecido a un taladro y entró con su novio a ver si estaba despejado, nosotros esperando a fuera. Después de unos minutos salieron algo tranquilos y avisaron que era seguro entrar.

Aun con Hyuk agarrándome fuimos a la cocina y él cocinó algo normal mientras Hangeng me cambiaba de vendas y Henry preparaba sus instrumentos para defenderse.

-Dr. Hangeng… ¿Puedo preguntarle algo?- le dije mordiendo mi labios al ver mi tobillo.

-Claro, pero no me digas Dr. solo dime Hangeng- me sonrió como padre.

-¿Qué se siente tener novio? Digo, Henry y Usted se ven muy felices, parece que nunca han tendido peleas.

-¿Nunca hemos tenido peleas? Te digo que acabamos de tener una, y solo fue por mi gato Nieves, ¿Tienes gatos?

-No, pero tengo un perro, se llama “Fishie”- le dije alzando mi dedo.

-Qué lindo, pero no te encariñes con él, va a ser muy problemático cuando lo hagas. Y si crees que nunca hemos peleado, te digo que por mi gato estuvimos 2 meses separados.

-¿Por un gato?- alcé la ceja abstraído pues me parecía muy extraño todo esto.

-Te puede parecer un poco tonto y raro, pero no solo era por mi gato- observó a Henry y sonrió-. A Henry le enojó que yo tenía más atención por mi gato que con él, y es verdad, al principio pensé que era un tontería que Henry se enojara por eso, pero después me di cuenta que era porque no le daba la atención que necesitaba, y como persona que amo se merece todo lo que quiera y todo lo que espera de mí.

-Guauu… Yo no sé cómo se expresa eso… No hay nadie a quien yo le guste.

-No creo que sea verdad, ya te dije que mires bien a Hyuk y verás que él te considera algo más.

Bajé la cabeza y me puse a pensar sobre las pocas veces que vi a Hyuk.

-Listo- dijo Hangeng sonriéndome y soltándome el tobillo.

-¡DongHae! Ven prueba esto- me dijo HyukJae desde la cocina.

-El amor llama, ve y sé feliz con la persona que quieras, yo ya la conseguí.

Asentí feliz y fui a dónde Hyuk, sonreí y el me dio una cucharada de lo que denominaba “arroz con Kimchi frito”, algo que no había probado nunca.

-Es una receta muy vieja que me enseñó mi madre cuando estaba viva, pasó de generación en generación, genial ¿verdad?- asentí-. Ve a sentarte que ya voy a servir.

Y en ese restaurante las cuatro personas que estábamos ahí comíamos tranquilamente.

-¿A dónde iremos después de que comamos?- preguntó HyukJae.

-A la casa de un amigo nuestro, nos quedaremos una noche ahí y después iremos al aeropuerto- le dijo el Dr. Henry rápidamente.

-Creí que iríamos al aeropuerto, no que haríamos una parada, no nos dijeron nada.

Henry dejó de comer y fulminó con la mirada a HyukJae.

-En primera no les dijimos que vinieran con nosotros y que de una vez iríamos al aeropuerto, si viajan con nosotros deben aceptar todas nuestras condiciones.

-Eso no es justo, yo ayudé a conducir cuando ustedes dos se cansaban.

-Y tampoco es justo que nos apuren cuando es nuestra minivan, así que si no les gusta como viajamos es mejor que viajemos solo los dos, sin ustedes.

-DongHae ya quiere ver a sus padres y yo ya quiero salir de aquí, él necesita que lo curen completamente- dijo Hyuk aún más enojado-. Tal vez deberíamos irnos sin ustedes.

-Si se roban algo de nosotros no dudaré en matarlos- elevó la voz levantándose de la mesa.

-¿Matarnos? Hangeng es una buena persona que no haría eso, pero tú, no sé qué hace contigo y como te soporta, egoísta. Así que curan a DongHae o este trato se acabó- también se levantó aún más enojado.

-¡¿Qué trato?! ¡Solo vinieron de metidos! No quiero otro problema con DongHae.

-DongHae es un niño muy frágil así que cuida tus palabras, si sigues te juro que mi golpe estará en tu cara.

-¡No es mi culpa que tu novio sea un torpe que no sirva para nada, ni siquiera para defenderse! ¡Incluyéndote que buscas a alguien que probablemente esté muerto!

-¡Henry!- Hangeng miró a Henry pidiéndole que bajara la voz y sus intenciones.

Bajé la cabeza y ya quería llorar, al igual que Hyuk.

Mi corazón se sintió destruido, y mi conciencia me repetía lo torpe que era respecto a cuidarme, Henry tenía razón, era un torpe, una molestia entre los tres. Para lo único que servía ahí era de adorno. Hyuk, conducía, Henry pensaba sabiamente y Hangeng era un excelente médico. Ni si quiera sabía conducir para remendar las cosas.

-Lo-Lo siento, no fue mi intención- dijo Henry para después salir del panorama acompañado de Hangeng.

-DongHae, agarra tus cosas, nos vamos- dijo Hyuk levantándose de la mesa.

-Pero…

-Pero nada, ellos ya no nos quieren aquí, yo veré como te salvo. Te prometí que te salvaría y que te llevaría al aeropuerto, no necesito ayuda de dos malévolos doctores.

Me levanté también y cogí las cosas de la minivan, Hangeng se me acercó con los brazos cruzados, parecía triste.

-¿Cómo está Henry?- bajó la cabeza.

-Entiende que es mucho estrés, no lo quiso decir de malo, es solo que…

-Yo entiendo… Bueno, fue muy bueno conocerte, tomaré en cuenta tus recomendaciones.

Sonrió y me abrazó como padre, susurró un “cuídate” y se separó.

-¿No quieren cambiar de opinión?- me preguntó como última esperanza.

-Si fuera por mí me quedaría todo el día con ustedes, pero yo estoy con HyukJae, despídeme de Henry, dile que Gracias, y a ti también fueron de gran ayuda. Suerte.

-A ti también…- y me alejé de ellos, les debía la vida.

Volví donde Hyuk que miraba el cielo, el mismo que pasaba una gigantesca nave en dirección al aeropuerto, supuse que llevarían los aviones y todo eso.

-¿Nos vamos?- asentí algo asustado pues ahora sólo éramos dos.

Me cogió de la mano y a los 5 segundos ya me sudaba, me miró y vio el miedo en mis ojos, se giró y me cogió de la cara.

-No tengas miedo… ¿Dudas en yo pueda protegerte?

-No es eso, solo que… Tengo miedo de que te pase algo- sonrió y se acercó a mi cara.

Besó mis labios torpemente, empezó a mover su boca de arriba hacia abajo y yo me acostumbraba a los labios de él. Acarició mi cara tiernamente y me aferré a su cuello.

Acerqué más mi labios a su cara y la emoción que me producían sus besos me llevaba a otro mundo, esos gruesos labios, su aroma tan masculino y esos brazos que me apretaban cada vez más me traían loco, pensé que en ese momento no me importaría nada, ni siquiera los monstruos que caminaban por ahí.

Su lengua se introdujo en mi boca y mi corazón iba más rápido, e aferré más a su espalda y pasé mis manos por ella, se podría decir que Hyuk hacía todo su trabajo.

-Espero que eso te haya bajado el susto y la presión que tenías- me dijo al separarse.

-Por completo, Hyuk…

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