Ultimos Momentos- Capitulo 5

POV KyuHyun.

-Deme un poco de pulpo frito, 2 tarros de kimchi, fideos negros y un poco de soju- respondí sonriente.

-Serán 10.000 wons, jovencito- respondió la vendedora.

Saqué de mi bolso el dinero y se lo extendí, la mujer cogió el dinero y yo me fui con la bolsa.

Mientras caminaba a mi departamento pensaba y reía maliciosamente, sabía que Ryeo, mi pequeño novio, se enojaría pues yo ya había comprado comida preparada y no lo dejé cocinar.

Él sabía que era muy malo, me encantaba molestarlo; y es que ese era el chiste, verlo enojado, con sus cachetes inflados y sus manos en su cintura. Era adorable.

-Ya quiero ver tu cara Wookie- canturreé mientras abría a puerta del departamento.

Pensaba que no iba a estar en clases pues tenía que hacer un proyecto y se quedaría hasta tarde en la universidad. Él llegaría y me encontraría ya comiendo otra cosa que él no habría preparado.

Cuando entré, observé algo que me asustó, dejé la bolsa de comida en la cocina y vi que la luz del cuarto de RyeoWook estaba prendida, pensé que sería un posible asaltante.

A medida que me acercaba, unos gemidos agudos se escuchaban. No tenía ni idea de quien era.

Escuché detrás de la puerta muy atento tratando de descifrar qué ocurría.

-Kyu…Hyun- escuché mi nombre que provenía de dentro de la habitación.

-¡KyuHyun! ¡Kyu…! Más rápido… Kyu…- mi nombre era repetido casi gritando de esa pequeña garganta-. Más duro…

En ese momento supe de quien provenían.

RyeoWook.

Sabía que para mantener mis manos alejadas del cuerpo de Ryeo (que se había hecho tan apetecible) debía haberme ido de la escena y esperar a que terminara.

Para en ese entonces los jadeos se estaban convirtiendo en gritos. Mi nombre (y otras obscenidades más) apenas salían de la boca de mi novio, parecía que iba a terminar.

Tengo que verlo con mis propios ojos…

Abrí la puerta lentamente para encontrarme a RyeoWook cubierto con una sábana de pies a cabeza. Me mordí el labio y seguí caminando mientras veía como su mano iba más rápido, la quité de su cuerpo rápidamente.

Que delicioso cuerpo tenía frente a mí.

La imagen era demasiada excitante, Ryeo tenía las piernas abiertas mientras su mano estaba dentro de su pequeño bóxer, parecía que acariciaba todo su cuerpo, tenía una de mis camisas contra su pecho sudado. Sus ojos estaban fuertemente cerrados, boca abierta respirando agitadamente con una cara de satisfacción por haber acabado.

-RyeoWook- murmuré en estado de shock.

-KyuHyun...- dijo sonriendo con placer, seguramente seguía en su pequeña fantasía.

No soportaba las ganas de reírme cosa que hice, me tiré al piso riendo como un loco.

Cuando Wookie se dio cuenta de lo que pasaba, se levantó y me miró furioso.

-¡¿Quién te dio permiso para entrar a mi cuarto sin mi consentimiento?!- dijo como último recurso para que parara de reírme, pero no funcionó-. ¡KyuHyun! ¡Deja de reírte!

Parecía que quería llorar, tuve que parar o si no crearía un caos entre él y yo.

-Lo siento, Chibi. Pero es que verte así me da risa…- dije señalando su cuerpo-. Así que quieres que te dé más duro- dije bromeando y empecé a reír más.

-Yo…Yo… Lo siento, no quería hacer eso…yo- dijo tapándose la cara.

-Está bien, no te culpo- dije acercándome a él-. Aunque ansío devorarte- dije posando mi mano por su trasero-. Anda, dime en que estabas pensando- susurré en su oído.

-Vete Kyu… Tan solo vete de mi cuarto- dijo sacando mi brazo y empujándome hacia la puerta.

Parecía culpable así que no lo molesté más, me alejé de él y le di un beso en su frente.

-Está bien, ponte algo de ropa y ven a comer- dije saliendo de su habitación.

Serví la comida que compré en dos platos mientras escuchaba como Ryeo se vestía, todo lo que vi me había hecho pensar, y es que desde que éramos novios yo y él no lo habíamos hecho.

No era virgen y él tampoco, sería fácil. Así que después de comer se suponía que le iba a decir que ya era hora de que lo hagamos y pactar nuestro amor.

Pero al parecer Wookie tenía miedo.

Regresó con la cabeza abajo moviendo sus manos nerviosamente, cargaba un pequeño short apretado, me dejaba ver todo lo que quería. Ese pequeño trasero que era prohibido para mí.

Se sentó en la mesa y yo le serví la comida.

-Perdona por no haberte dejado cocinar, pero es que el otro día parecías cansado.

-No importa…- dijo comiendo, sin siquiera mirarme.

Todo esto era tan incómodo, RyeoWook comía apresurado y no me miraba.

-Gracias KyuHyun- exclamó levantándose en dirección a su cuarto.

-¡Espera! Aún falta el postre- sonreí nerviosamente.

Rodó los ojos y se dirigió a la cocina.

-Está bien, pero yo lo voy a hacer- dijo haciendo pucheros mientras sacaba recipientes y frutillas-. Quiero cocinar algo hoy, ya que tú compraste comida.

-Está bien- dije alzando mis manos en forma de vencimiento.

Él sonrió feliz de que no refutara, tomó las frutillas y las colocó entre dos copas. Lo escuchaba tararear mientras hacía le postre. Estaba feliz, al menos ya no se sentía incómodo.

-¿Ya está?- dije aburrido desde la silla. Wookie cuando hace algo se asegura de que sea perfecto.

-Si…eso creo- respondió-. Creo que falta crema batida.

Tomó la lata y la agitó demasiado, sabía que le iba a salpicar pero no le dije nada. Se lo merecía por haberme dejado tan excitado.

Lo colocó contra las copas pero nada salía, estaba trabada pero si la agitaba más saldría disparada.

-¡Estúpida lata!- exclamó agitándolo todavía más.

-Ryeo…no creo que debas hacer eso…- sugerí.

-¡Cállate! ¡Yo sé lo que hago!

Giró la lata contra su cara buscando algún daño en el mecanismo. Como supuse la crema salió disparada contra su cuello y rostro.

Usualmente, en otros casos, me tiraría al piso riendo como loco pero toda esa crema combinada con esa imagen de niño perverso que se masturbó pensando en mí, encendió mi cuerpo. Tenía ganas de hacerlo mío.

-¡KyuHyun!- gritó Ryeo-. ¡Ayúdame, no veo nada!

Me levanté y fui tras él, lo tomé de los hombros y lo estrellé contra el refrigerador.

-No abras los ojos, pequeño- susurré en so oreja.

-KyuHyun…- recibí un suspiro como respuesta.

Mi lengua fue delineando el contorno de sus facciones lentamente, Ryeo suspiraba agitadamente llevando una de sus manos a mi pierna haciendo que esta quedara en medio de sus piernas, ese muchacho buscaba más contacto con mi piel.

-Di mi nombre Ryeo, dilo como enante- susurré cerca de sus labios, antes de pasar mi lengua por ellos.

-Kyu…Hyun- respondió de una manera realmente seductora.

Una vez que terminé de quitar la crema de su cara fui tras su cuello aumentando el ritmo de mi lengua. Mordía con desesperación su delgado cuello haciéndolo gritar.

Él enredaba sus dedos en mi cabello gimiendo por más contacto con mi piel, repetía mi nombre sensualmente, me volvía loco.

Lo solté un segundo y lo observé. Estaba sumamente agitado y sonrojado, sus labios hinchados y entreabiertos. Me miraba con deseo.

-Kyu- se acercó a mí-. Juguemos un rato.

Me piso el pie con fuerza y rápidamente cogió la lata de crema batida mientras salía corriendo de la cocina.

-¡RyeoWook!- grité adolorido-. ¡Me vengaré!

Luego de sobar mi adolorido pie salí en la búsqueda de ese pequeño.

-¡Ryeo! ¡Sal de donde quiera que estés!- exclamé al salir de la cocina.

Vi en la sala y no estaba, pero, entonces observé que la luz de su cuarto estaba encendida.

Tonto e ingenuo novio mío.

Me acerqué lentamente y abrí la puerta.

-Te encontré, Wookie- dije alegre…alegría que se desvaneció y se transformó en lujuria gracias a la perversa imagen que me estaba dando.

Acostado en la cama, sin camisa ni pantalón…solo con su pequeño bóxer de hace un momento lleno de crema batida.

Se incorporó al verme entrar, cogió un poco de la crema y se la llevó a sus labios.

-¿Quieres un poco?- preguntó con una voz seductora mientras que su lengua recorrían la crema de su dedo.

-La verdad es que si se me antoja- me quité la camisa y lo senté en el borde la cama-. Eres un chibi perverso.

-Y tú un necesitado seme- murmuró echando la cabeza hacia atrás pues estaba lamiendo la crema batida de su entrepierna.

Mi pequeño novio gemía tan bien que en unos momentos empecé a sentir esa característica sensación en mi cuerpo indicándome lo excitado que yo estaba.

-Kyu- se mordía los labios-. Ya déjate de juegos.

Me coloqué a la altura de sus ojos y le sonreí. Abrí sus piernas mientras RyeoWook se ponía muy rojo, sin dejar de mirarlo le saqué la húmeda y última prenda.

Bajé con besos por su pecho hasta llegar a su miembro. Comencé a dar besos por ese lugar que lo hacía gemir.

Me lo metí a la boca dulcemente. Movía mi cabeza lento, tranquilamente.

-KyuHyun…se siente muy bien- murmuró Ryeo apretando la sábana y haciendo muecas de placer.

Las cosas que decía mi pequeño me hacían excitar mucho, mordía cada parte de su hombría haciéndolo jadear. Unos segundos pasaron y comencé a mover mi cabeza rápidamente, enrollando mi lengua en su miembro y queriendo llegar hasta lo último.

Me retiraba poco después de que toda su hombría estuvo en su boca para después volverla a meter toda.

Seguía con mi acto mientras le extendía mis dedos en la boca de Wookie, mi novio comenzó a lamerlos sensualmente y también los mordía.

Que excitado estaba.

Cuando los ensalivó bien los llevé a su entrada. Me acerqué a él con los labios entreabiertos y rojos, lo cogí de la cara y acerqué su boca a la mía.

Nos comenzamos a besar exageradamente, Ryeo mordía mis labios al sentir como la velocidad de mis dedos aumentaban, mi lengua jugaba con la suya mientras que mi otra mano se encontraba entrelazada con la de él.

Ryeo se separó de mí y comenzó a gemir, me dirigí a su cuello para morderlo mientras él me abrazaba con sus piernas. Lo besé otra vez para calmarlo pues había oído un sonido lastimero.

Nunca dejé de mover mis dedos hasta que Ryeo se sintiera menos incómodo.

-Más…Kyu- dijo finalmente agarrando mi brazo e introduciendo mis dedos más dentro de él para después seguir gimiendo.

Los iba metiendo más porque me encantaba ver esa expresión única de RyeoWook, su cabeza hacia atrás y diciendo cosas sucias y pervertidas.

Sonreí y quité mi brazo de su agarre pues él lo empujaba más dentro de sí. Wookie salió de su ensoñación y me miró algo extrañado, hizo una mueca y susurró:

-Acuéstate en la cama.

Le hice caso y me acosté como me pidió, él sonrió maliciosamente y sacó de detrás de su espalda la crema batida, se subió sobre mi pelvis y quitó mis joggins y con mis bóxer.

Al hacer eso mi miembro erecto rozó con su parte íntima, gemí desesperadamente.

Llenó todo mi cuerpo de crema batida mientras sonreía infantilmente, se acercó y prácticamente me devoró con su boca, mordía mi pecho y besaba mi estómago.

Mordía mi pelvis y besaba mi miembro. Me estaba volviendo loco, mi miembro ya empezaba a doler pues RyeoWook no le daba nada de atención.

Wookie seguía mordiendo mi pelvis así que cogí su cabeza y lo guié hasta mí, su miembro se rozó con el mío y gemí, mi chibi rió estrepitosamente.

-RyeoWook- mi voz estaba sumamente agitada-. No sé si ya has notado mi erección.

Al oír mi desesperado comentario, empezó a reír como un loco masoquista.

-¿Estás desesperado por follarme?- apretó la base de mi miembro-. ¿Quieres oírme gemir cómo enante? ¿No es así?

-Sí, Wookie…quiero que grites- dije sonriendo.

Aproveché que se distrajo para cambiar de posiciones. Él quedó boca abajo y yo como buen seme encima de él, abrí un poco sus piernas y rozaba mi miembro con su entrada, mi novio comenzó a apretar las sábanas ansioso.

- Te amo RyeoWook- y me introduje suavemente en él.

Entrelacé sus dedos con los míos, besé su espalda para no hacerle daño pues quería moverme y devorármelo por completo, a ese hermoso muchacho bajito y con ojos rasgados.

-Empieza a moverte…KyuHyun- su voz era una dulce sinfonía de placer.

Le di una estocada profunda y el chilló por más.

Que sensación para más espectacular.

Comencé a moverme con fuerza pues veía que Ryeo escondía su cara en las sábanas con una mueca de placer excitante, pasaba su lengua por su boca para después morder sus labios.

Tenía mi mano en la cadera de Wookie para poder embestirle más fuerte.

La espalda de mi novio estaba perlada de sudor mientras yo me movía más, con mis gemidos roncos aclamaba por más placer, Ryeo no decía nada pues solo tenía cerrados sus ojos.

-Más duro…- dijo agitado, finalmente, con la voz que oí cuando lo encontré en su cuarto.

Pegué mi cadera a la suya y con la otra mano me agarré de la cabecera de la cama, salí después de unos minutos de su dilatada entrada para embestirlo fuertemente.

Al parecer había dado en un lugar especial de él porque su espalda se arqueó con un gemido y alzó sus caderas.

-¿Quieres que lo haga de nuevo, Ryeo?- pregunté con voz dulce.

Él giró su carita, tenía el cabello pegado a la cara, sus labios rojos y húmedos. Lucía muy sonrojado y agitado. Estaba hermoso.

-Llévame al cielo, tonto demonio.

Luego de aquellas palabras perdí la noción de cuantas veces lo embestí de la misma forma, su espalda perlada de sudor, los gritos de su boca y esas dos palabras que escuchaba me hacían muy feliz.

-Kyu…necesito tu mano aquí- susurró al borde de la hiperventilación

Mi mano tanteó su cuerpo en busca de su miembro que al tocarlo lo toqué grande y húmedo. Cuando empecé a mover mi mano Ryeo gritaba aún más.

-¡KyuHyun!- dijo cuando terminó en mi mano.

Me tiré en su espalda con un sonido de satisfacción mientras me movía más fuerte, mis ojos estaban cerrados y yo ya no podía sentir más placer.

Terminé dentro de él, Wookie sonrió y cayó rendido en la cama, me acosté a su lado y miré hacia el techo. Recordé cuantas veces estuve en esta cama con él, jugando a las cartas, haciendo los ensayos del profesor KiBum, jugando a la guerra de las almohadas y comiendo kimchi frito, ignorando el hecho de que él me amaba de forma tan pura.

-Deberías odiarme, Wookie- susurré tomando su mano.

Ryeo estaba boca abajo y solo alzó su cabeza, quitó su cabello de la cara y me miró con extrañeza.

-¿Odiarte? ¿Por qué?- cuestionó mientras viraba su cuerpo para mirarme.

-Por no darme cuenta de tus sentimientos, debió ser duro amarme tan locamente a escondidas mientras yo no sabía nada… Lo siento.

Él soltó una risilla y me rodeó sus brazos en mi cintura acercándome a él.

-No te disculpes… En realidad nada ha cambiado, solo que ahora te amo más de cerca.

Me incorporé y lo vi sonriendo, besé sus labios dulcemente mientras él se pegaba más a mí.

En ese momento supe que él es esa clase de persona a la que quieres ver feliz todo el tiempo.

*Después de un mes* POV RyeoWook.

-Estoy feliz de graduarme finalmente y ser una pieza más en el tablero de nuestra gran Corea del Sur- dijo Choi MinHo, el mejor alumno de nuestra promoción.

Pude haber sido yo pero por el lío de SeungHyun mis notas habían bajado.

-¡Ahora pueden lanzar los birretes recién graduados!- exclamó el rector de la universidad.

Agarré la mano de Kyu y lanzamos juntos los birretes.

Fui a abrazar a mis padres y a los de Kyu, a mis pocos amigos y finalmente a SeungHyun.

Me dirigí a dónde estaba, conversaba con sus amigos, cuando me puse frente a él de lejos le extendí una mano para que me prestara atención.

-Disculpen- dijo apartando a sus amigos.

Llegó hasta dónde estaba y sonrió.

-Hola… ¿Qué haces en mi facultad?- preguntó un tanto incómodo.

-Yo…yo… Solo vine a despedirme- dije bajando la cabeza.

-¿A dónde vas?- dijo mientras sonreía y se acercaba a mí.

-Yo y KyuHyun nos vamos a un departamento más grande ya que trabajaremos en un internado del hospital central- dije igual de sonriente.

-Claro, tiene que internarse. Buena suerte… Wookie, te extrañaré, supongo que ya no te podré ver por aquí.

-Sí, eso queda en Incheon, pero tranquilo, nos mantendremos en contacto.

Sonreímos nerviosamente, SeungHyun me miraba con tristeza, porque hasta dónde sabía él nunca me pudo superar.

-Yo también te extrañaré, SeungHyun- murmuré, me acerqué a él y nos abrazamos.

SeungHyun me abrazaba muy fuerte, su mano estaba en mi espalda y juro que estaba enterrando sus uñas en mi piel.

Me separé de él sonriendo, al momento vino KyuHyun pasando su mano por mi hombro para después pegarme a él.

-SeungHyun. Felicidades por tu empeño- dijo mi novio sonriendo cínicamente.

-Gracias…- susurró sin siquiera mirarlo pues estaba observándome.

-Bueno SeungHyun, yo y Wookie nos tenemos que ir, un carro nos espera- dijo mientras me arrastraba, le alcé la mano a Seung en un intento de despedirme.

Él también alzó la suya y dio media vuelta, divisé claramente como cerraba sus puños.

-¿Por qué sigues hablando con él?- me interrogó Kyu de manera celosa y mandona-. ¿Acaso sigue habiendo algo entre ustedes dos?

-¡KyuHyun! Deja de decir esas, él es solo mi amigo- claramente seguía celoso.

Subimos a la limusina que había rentado KyuHyun con sus ahorros, si, era muy arrogante.

Cogió mi mano y ayudó a que entrase, el lugar era muy bonito y la verdad me alegró que haya hecho eso por mí, ya que después de todo yo era el de los regalos.

-¿Quieres champaña?- me dijo alzando su ceja, no, no era sexy.

Asentí encantado, parecíamos esa pareja en camino a bailes de graduaciones. Lamentablemente nunca había asistido a una, KyuHyun siempre iba, con parejas diferentes de chicas mientras yo me quedaba solo en casa con mi mamá regañándome por no ser más sociable.

-¿Quieres un ramillete?- me preguntó divertido.

-Ya déjate de cosas…- susurré golpeándolo en el hombro.

-Estoy tan feliz- me dijo KyuHyun besando mi mano-. Al fin podremos estar lejos de aquí.

Asentí mientras posaba mi cabeza en su hombro.

Al llegar a casa, frente a la puerta, me alcé un poco y lo besé. KyuHyun abrió la puerta tras de sí colocando las llaves torpemente. Entramos con cuidado de no tropezar con las cajas de la mudanza.

Él y yo sabíamos que iba a pasar cuando llegue la noche. Era la última vez en ese departamento, donde tantas cosas pasaron, dónde tantas veces había llorado solo, mientras KyuHyun estaba con sus múltiples novias.

Se separó de mí mientras yo me sacaba el terno, me abrazó por atrás y me dio un beso en el cuello, me sacó la corbata mientras yo bajaba la cabeza y sonreía.

-KyuHyun…- dije removiéndome-. Eres muy pegajoso.

Se separó y me viró, cogió mi mano y agarró mi cintura con la otra.

-Bailemos un vals…- susurró.

-KyuHyun, eres muy tonto- dije avergonzado-. No tenemos música y eso es para niñatos.

-Lo que menos me importa es la música.

Comenzó a balancearse dulcemente, no tuve otro remedio que seguirle la corriente a ese tonto lindo, me acordé cuando nos estábamos alistando para la graduación, él tratando de hacer su corbata y maldiciendo a los trajes.

-¿Te gusta?- asentí-. Lamento que en todos los bailes escolares te dejé en casa y que en ninguno yo, tú mejor amigo, te haya llevado.

-No importa, KyuHyun- él siempre se arrepentía de las cosas.

Me pegué más a él y posé mi cabeza en su hombro. El baile se convirtió en un abrazo y de un momento a otro ya me estaba besando.

-Es momento de coronar a la reina del baile- dijo infantilmente.

-Te dije que te dejaras de cosas- sin decir nada fue a la cocina (que estaba vacía) y cogió una corona de esas de Burguer King, te las dan cuando compras el combo infantil.

Regresó con ese juguete y me lo colocó dulcemente en la cabeza, seguramente estaba sonrojado, solo de imaginarnos con esas coronas de juguete.

-¡He aquí, el rey y la reina de la promoción de la universidad de HongDae!- dijo con voz fuerte.

KyuHyun me agarró de la mano e hizo que la alzara, me dio un beso fugaz y seguimos bailando.

Que tonto eres KyuHyun…

Después de haber bebido ponche que KyuHyun había comprado secretamente, fuimos a la cama para tener nuestra última vez en aquel lugar.

Cuando KyuHyun ya me iba a penetrar dijo algo tan infantil que nunca olvidaré.

-¿No deberíamos hacerlo en el auto?

-No puedo creer que estemos recreando una de esas películas que tiene que ver con bailes de graduación.

-Me gustan ¿Sabes por qué?- negué-. Siempre acaban con un final feliz.

*FIN*

Querida gente que nos lee en el blog TT_TT al fin se acabó, lamento la espera...las queremos un mundo. Gracias a todos por comentar y eso, comenten con confianza que no mordemos xD

Un beso y regresaremos con nuevos fanfics. No se olviden de leer ProyectoCaronte16. 

Las quieren, YuleSaku.