*Segundo día*
POV EunHyuk
Lo abracé, lo acaricié y le canté una canción de cuna a el pequeño chibi hasta que se quedara dormido. Pero él no entiende mi desesperación por no tener a Hae. Cada vez se vuelve más grande enloqueciéndome, estar sin Hae es como morir, hace un mes que no lo veo. Ya no sé que hacer siento que lentamente la desesperación se apodera de mí.
Me revolví en las sábanas pero ya no pude conciliar de nuevo el sueño, me levanté y noté que Rye ya no estaba allí.
-Ya despertastes, ven a desyaunar- salía de la ducha.
-Si...¿Dormistes bien?- me levanté y fui a cambiarme de ropa.
No pude oír bien lo que dijo porque me encerré en el baño a velocidad luz, después de unos minutos salí y ya estaba ahí Kyu hablando sobre algo con Rye pero no presté atención porque estaba pensando en Hae.
-Vamos, HyukJae. Lleva dinero- dijó Kyu.
Mientras estabamos en el auto yo estaba pensando en Hae y la linda expresión que tendría cuando viera los vinos que compré para él.
-Jae, Jae ya llegamos, sal de tu trance- me dijo Wookie divertidamente.
Bajé del auto y comimos mucha comida griega.
Pastas y más pastas.
-¿Quieren ir a la playa? Me dijeron en la recepción que la temperatura está muy buena- preguntó Rye mientras tomaba jugo.
-Si claro, vamos dicen que las playas aquí son hermosas- dije interesado.
Me daba un poco igual todo esto después de todo sin Hae no parecían vacaciones. Todo estaba perfecto el clima, las playas, el hotel, etc. pero me faltaba él.
-Lleva todo lo necesario, mono- advirtió Rye.
-No me lo tienes que repetir.
No le quería tomar mucha atención a Wookie después de todo dormir anoche a lado de él me hacía sentir algo cohibido.
-Tú y tu orgullo- Rye entornó los ojos- ¿Sucede algo conmigo?
-No...claro que no, es solo que...-iba a decirle que extrañaba a Hae por milésima vez desde que bajamos del avión pero Kyu apareció instándonos a apurarnos.
Bajamos del hotel y subimos a un taxi directo a una playa privada para evitar a la fanaticada. Grecia era justo como la imaginaba: pintoresca, singular y azul muy azul.
Al llegar a la playa se oyó un grito.
-¡KyuHyun!- alguien gritó a lo lejos.
-¿Quién me llama?- se giró y dejó caer las cosas por la sorpresa.
Pude ver que se trataba de SugMin que venía corriendo antes de que dijera una palabra se tiró encima de KyuHyun.
-Sug...SugMin ¿Qué haces aquí?- el maknae parecía bastante sorprendido.
-Te extrañaba así que te vine a ver.
-Pe...pero y el recital- bajó a Sugmin- espero que no te hayas escapado o algo así.
-No- intervino Rye- como soy un gran amigo le rogué al director que le diera un par de días de descanso.
Al parecer era una sorpresa de Wookie para Kyu ahora él solo estaría con su novio, en cambio yo muriendo por dentro al no tener a Hae.
-Te quiero tanto, Kyu- dijo Sugmin abrazándolo.
Ryewook me dio un golpecito avisándome que dejemos a la pareja solos.
Coloqué nuestras cosas en la arena, después corrí hacia el mar emocionado por lo azul que era, me quité la camisa de una y empecé a nadar. Fue muy relajante sentir el agua en mi piel , los rayos del sol y lo transparente del agua era simplemente encantador.
Como Donghae.
Al pensar en él como un bobo pensé en lo que haríamos si estuviéramos aquí los dos. Cerré los ojos y llené mi mente de sus recuerdos. Cuando pensé en él me abrazaría por la espalda, sentí sus brazos suaves rodearme e inmediatamente pensé que era Hae, que Wookie también lo había traído a Grecia como hizo con Sugmin.
-Donghae- murmuré cerrando los ojos.
-¿Donghae? ¿En qué estás pensando?- era Wookie que me había rodeado con sus brazos.
Me viré entre sorprendido y decepcionado porque yo juraba que eran iguales a los brazos de mi novio.
-Lo...lo siento, pensé que eras él- dije avergonzado.
-Es que estaba solito- hizo un puchero- me estaba aburriendo.
-Entonces ven a nadar conmigo- le sonreí de manera amigable.
El me miró algo molesto porque seguramente le asustaba la idea de acercarse al mar sin saber su profundidad.
-¡Bien sabes que soy muy pequeño y temo ahogarme!- gritó molesto.
-¿Y que quieres que haga el respecto? ¿Hacerte crecer?- abrí los ojos exageradamente.
-Que me compres una boya o algo parecido, me da miedo el agua y su profundidad- empezó a hacer aegyeo para convencerme.
No podía negarme a tal muestra de ternura pero seguramente yo tendría que pagar.
-Está bien, vamos ahora antes de que me arrepienta- salí del agua y fui por dinero. Busqué con la mirada al Kyumin para decirles que íbamos a comprar algo pero a la distancia los observé besándose apasionadamente así que decidí no molestar.
Wookie me esperaba en la acera, le hice una mueca y caminamos en busca de alguna tienda.
-¿Tiene boyas?- preguntó Rye en un excelente inglés algo avergonzado.
-Si, pero solo para niños, aunque creo que si cabiera en tu cintura- respondió el señor entre risillas.
Wookie estaba de todos los colores posibles y se veía muy adorable.
-Okey, gracias- se giró hacia mí- dice que solo hay para niños.
-Entonces compra una de esas y no te hagas la vida imposible- se enojó- ¿Quieres bañarte si o no?
-Está bien pero si te ríes te mataré - me señaló amenazante.
Compró una de las boyas más graciosas. Era amarilla y tenía un pato al frente. Llegamos a la playa pero no encontramos al Kyumin. Seguramente ya están en el hotel haciendo lo que suelen hacer apenas se ven.
Sonreí y me dispuse a inflar la boya de Rye que a medida la inflaba tomaba un aspecto muy gracioso. Se la di a Wookie, se la colocó y se veía realmente chistoso. Parecía un niño pequeño e inocente que contrastaba con los gemidos que siempre emitía cuando estaba con Yesung.
-No te me vayas a reír, después de todo es el precio que tengo que pagar por ir al mar- dijo dramáticamente.
-Pero al menos quítate la camisa- seguí riéndome.
-¡No! No quiero que me veas- se sonrojó y corrió hacia el mar.
Supuse que era por su constante miedo a mostrar su cuerpo, corrí hacia él y empezamos a jugar cada vez que lo veía nadar con esa boya hacía que sintiera mariposas en el estómago.
Era de hora de mi gran travesura.
Rápidamente lo cogí por la espalda y le quité la boya bruscamente, el daba pequeñas pataditas en el aire asustado, luego la boya cayó al agua y el dejó de pelear.
-Sea como sea vas a portarte como un adulto.
El me miró con ojos vidriosos, nos quedamos mirando sin decir nada mientras yo lo seguía apretando contra mí.
Su cara era tan hermosa, sus facciones delicadas y sus labios finos eran rosados. Eataba tan perdido en una maraña de sensaciones.
No sabía si era respeto, atracción , deseo o qué mismo pero no lo quería soltar.
-¡Jae, la boya!- miró hacia otro lado señalando la boya que se iba lejos arrastrada por la corriente.
Solté a Rye y fui corriendo tras el juguete, lo perseguí tontamente por el agua y estaba comenzando a frustrarme porque se alejaba cada vez más hasta que conseguí atrapar al lanzarme sobre ella.
(N.A: La imagen es demasiado graciosa solo imaginenlo :D)
Corrí hacia él y se la di, otra vez vi su cara perfecta y volví a sentir esa extraña marea de sentimientos. Así que corrí hacia el hotel despavorido de mis propios sentimientos.
-Voy al hotel- cogí la toalla y me la colocé en el hombro.
-Está bien entonces yo también me voy- salió del agua a perseguirme.
<<¡No vengas! ¡No te acerques!>>
Fue atras mio, ibamos a estar los dos...solo los dos, no podia creer que ese niñito haya causado cosas en mi, no sabia lo que era. Era diferente al sentimiento que siento por Donghae, era como si necesitara de el.
<<Jae tonto, es solo un niño>>
-¿Por que caminas tan rápido?- me grito a lo lejos- no me dejes con todas las cosas.
Llegamos a nuestra habitacion. Mi mente seguia dando vueltas alrededor de ese niñito. Muchas cosas pasaban por mi cabeza, cosas realmente preocupantes y que me alteraban.
<<¿Qué me está sucediendo?>>
Me sentía tan desesperado por estar junto a Rye pero a la vez confundido por lo incorrecto que se mostraba el asunto.
-¡Me voy a bañar!- gritó escandalosamente Wookie.
Se metió en el baño y cerró la puerta. Quería meterme a la ducha con él y hacerle un sinnúmero de cosas pero se suponía que Hae era el dueño de mi mente pero mi cuerpo pedía otra cosa.
Traté de tranquilizarme y no pensar en tales perversas ideas, de repente sonó mi celular, fui corriendo deseando que fuera Hae seguramente hablar con él haría que dejara de pensar en Rye. Era él.
-¿Donghae? ¿Eres tú?- se me iluminaron los ojos.
-Hola, Jae. ¿Comó están por allá?- parecía alegre.
-Bien...recién vinimos de la playa. Te he extrañado mucho, yo creo que voy a morir sin ti, hace tiempo que no estamos juntos.
Suspiró y se rió un poco.
-Tienes razón. Fue hace mucho tiempo pero te juro que cuando llegues voy a estar a tu lado todo el día...Te amo.
Ya iba a responderlo pero algo me interrumpió. Era la voz de Rye cantando No other resonando por toda la habitación. Era una voz angelical que no dude en preguntarme como sería su voz cuando gemía. Me quedé embobado en una nube de sonidos hasta que la voz de mi novio hizo que saliera del trance.
-¡Eunhyuk! ¿Sigues ahí?
-Si es solo que- tartamudee- me distraje.
-¿De quién es esa voz tan linda?- preguntó Hae.
-Es de Wookie. Estamos en el mismo cuarto.
Se escucharon sonidos atrás y supuse que lo estaban llamando.
-Tengo que trabajar, Jae. Cuidate. Te amo.
Colgó y deje caer en el teléfono en el colchón, me senté en el suelo tratando de pensarme en cualquier cosa que no fuera Rye.
-Ya está libre el baño. Anda rápido, mono. - dijo el culpable de mi creciente locura al salir de la ducha.
Se veía tan lindo como siempre con una toalla en el cabello y una bata rosada con peluches por todos lados. No podía seguir así, con mi cabeza dando vueltas cada vez que lo veía. Me encerré en el baño por su bien y el mío.
-HyukJae calmaté, tu éstas con otro chico. Deja de pensar en él. ¿Que te sucede? ¿Eres tonto o qué?- me dije a mí mismo tratando de convencerme de que no siento nada por él pero ya era algo inevitable el hecho de que no dejaba de pensarlo.
El hecho de que quería su cuerpo para mí.
Me duché y me vestí. Salí y le dije que ya nos fueramos. Sonrió y sacó una trajeta de crédito.
-Vamos a comer bien, mono- canturreó.
Fuimos a ver a Kyu a su habitación para preguntarle si iba a salir con nosotros. Yo desde un principio supe que era una mala idea porque conociéndolo debería estar follándose a Sugmin hasta el cansancio pero ya que Rye insistió fuimos a verlo.
-Somos yo y Wookie- grité.
-¿Que quieren? Les dijimos que no molestaran- dijo un agitado Sugmin.
<<Como lo supuse>>
Mire de reojo a Wookie que estaba ya de todos los colores.
-Vamos a comer luego y ya pueden...- se le quebró la voz y luego solo escuchamos gritos y gemidos.
Me dio escalofrios pensar en que se hallaban, cogí de la mano a Rye y lo arrastré de la perturbadora escena del Kyumin.
Él apretó mi mano fuertemente y este simple gesto me hizo sentir muchas cosas. Me miró con una enorme sonrisa que respondí de la misma forma.
Entramos a un restaurante y devoramos la comida. Despúes de comer fuimos a muchos museos y luego nos fuimos de compras.
Todo el camino traté de evitar a un emocionado Rye que lucía encantado. También nos decidimos por comprar cerezas que estaban de temporada. Se veían tan rojas y tentadoras como los labios de Rye.
Wookie entró a una tienda de ropa y corrió a la sección de gorros donde compró 2 para Yesung ya que supuse que serían el tipo de cosas que él amaba.
Luego regresamos al hotel y vi a Wookie que estaba realmente feliz por haber encontrado tantas cosas lindas según él.
-Sabes dicen que las cerezas saben mejor cuando tienes vino a la mano- cogió una del paquete donde vinieron y se la metió lentamente a la boca.
Creo que fue la cosa más excitante que le he visto hacer, decirlo así tan lindo pero tan tentador al mismo tiempo. No sabía que pasaba por su cabeza pero quería estar con él más que sea una noche.
No sé porque pensaba esto, no era como engañar a Hae sino más bien imaginarme que era él. Yo amaba a mi fishy pero Wookie tenía la fórmula correcta para hacerme perder la razón. En ese momento creí que el sol me había hecho daño pero no me importó mucho porque solo quería estar con él.
El pretendía ser dulce y tierno pero yo sabía que cuando se trata de estar en la cama se hacía una completa bestia, quiero oir esa angelical voz gimiendo abajo mio.
Quiero a Wookie ahora. No me importó que el vino que planeaba dar a Rye era el regalo de Hae después de todo el se contentaba con cualquier cosa que le daba. Era una persona fácil de engañar. Y con estos pensamientos me convencí de que por ahora tenía que dejar a Hae a un lado.
-Si hay vino, es de cerezas rojas- caminé hacia él con la botella.
-¿Y esa no era para Donghae?- se sentó en el piso.
-Si pero tengo otra allá-me senté a su lado y la repartí en 2 copas.
No apartaba mi vista de él, era tan incitante la forma en que comía la cerezas. Cogía una y la empapaba de vino para luego llevársela a la boca. Su pequeña lenguita disfrutaba cada parte de la cereza y ponía cara de placer.
Para ese entonces ya no podía resistirme, Wookie se percató de que lo estaba viendo y se sonrojó.
-¿Quieres más vino?- preguntó con su dulce voz.
Yo en realidad no sabía lo que hacía y no me importaba. Lo único que pensaba era en hacerlo mio. Me convencí que era tan simple como: Yo amaba a Donghae pero necesitaba de Wookie. Levanté a Rye del piso y lo estrellé contra la pared, fue un poco brusco por que él soltó un quejido.
Me observaba con una cara de inocencia y susto que solo incrementaba mis ganas de quitarle su disque inocencia a mordiscos. Tragó saliva, cerró los ojos asustado y colocó sus manos contra mi pecho tratando de empujarme lejos de él.
Me enojó todo lo que me hacía sentir que lo empujé con fuerza de nuevo contra la pared esta vez cogiendo sus manos. Primero ataque su delgado cuello besandolo con fiereza mientras Rye se retorcía incomodo.
-Jae...tu tienes novio igual que yo...no lo hagas. Por favor, detente- su voz sonaba entrecortada y temblorosa.
-Hagamos el amor, hagamoslo por solo una noche- susurré en su oído lentamente.
Se seguía retorciéndome haciéndome enojar aún más. Cogi sus hombros y lo volví a estrellar con la pared.
-Ya deja de moverte- le dije mirándolo con deseo- tu tienes la culpa por seducirme con "las cerezas son mejor con vino a la mano"
-Yo-yo no lo hice con intenciones de seducirte- me miro con esos ojos rasgados y brillosos que no ayudaban en nada- lo leí en un libro.
-Shhhh déjate llevar, hagamos algo malo solo por esta noche- seguí, dejando moretones en casi todos su cuello.
-Pense que amabas a Donghae- murmuró quedándose al fin quieto.
Me separe de él enseguida.
<<Tiene razon yo amaba a Donghae, pero entonces ¿Porque hacia todo esto?>>
Me sentí mal, solté sus hombros y me aleje de el.
-Lo-lo siento solo fue un impulso tonto- camine hasta la puerta arrepentido.
Pero al momento de abrir la puerta una mano me impidió que abriera la puerta, lo mire atónito.
<<¿Que intentas chibi-tan?>>
-Hazme el amor como cuando se lo haces a Donghae- dijo colocando seguro a la puerta.
Mi mente se había puesto en blanco, el sentimiento de hace un momento regreso...todo había salido como quería.
Poca culpa yo tenía, ignorancia de todo lo demás y un corazón que latía desesperado.
-Bésame como si fuera Donghae, abrázame como a Donghae, trátame como a Donghae- trago saliva nervioso- ámame como si fuera Donghae.
-No Ryewook, esto no puede ser- dije rascándome la cabeza sumamente confundido.
-Anda...nuestros novios están a kilómetros de aquí- replico avergonzado
-Esta bien- murmure- pero después no te arrepientas.
Hizo una afirmación y se acerco lentamente a mi, esto no era un juego así que cogí sus hombros y lo arrime a la pared fuertemente. Abrí mi boca y atrape sus labios besándolo bruscamente, sus condenados labios sabían cerezas con vino, acaricie su espalda bajando lentamente hasta su trasero que apreté con fuerza haciendo que abriera mas su boca dándole paso a mi lengua, rodeo mi cuello con sus manos aferrándose a mi.
Se separo de mi, cogí su mano y lo senté en la cama, lo mire por un rato contemplando su cara. Cada vez que pasaba mis dedos por sus labios este los besaba con dulzura, Agarre su nuca y lo bese, baje mi mano hasta el borde de su camisa que empezaba a subirla pero su mano me detuvo separándose de mi.
-¿Te arrepientes?- dije preocupado
-No, es solo que no quiero que veas mi flacuchento cuerpo- bajo la cabeza
No me importo lo que me dijo, cogí su camisa y la rompí dejando tiras de tela en el suelo, el me miro atónito y suspire al ver el torso mas perfecto del mundo.
-Ni el torso de Leteeuk se compara con el tuyo, eres como un ángel- atrapé sus labios de nuevo.
Me había quedado impresionado por su belleza, todos sabían que el pequeño Ryewook no enseñaba muchas veces su cuerpo, Yesung se saco la lotería y al parecer yo también.
Bajé con besos hasta sus pezones que empece a besarlos mientras no apartaba la vista de él, cerro los ojos y se dispuso a disfrutar. Me senté sobre mis piernas, lo mire para confirmar si estaba de acuerdo con lo que iba a hacer, hizo una afirmación y me dispuse a desabrochar su pantalón y saqué bruscamente su miembro mientras bajaba rápidamente su pantalón hasta los tobillos.
-Te voy a hacer sentir las cosas que no te hace sentir Yesung- susurré en su oído sumamente agitado.
Cogí su miembro y me lo metí en la boca, el cerró los ojos, inclinó su cabeza hacia átras y apretó las sábanas. Se veía que disfrutaba.
Vi que Rye se pasaba sensualmente su lengua por sus labios con sus ojos cerrados fuertemente tratando de no gritar mucho, buscó mi cabeza para moverla lentamente. El ya no podía aguantar mucho tiempo y empezó a gritar y gemir fuertemente.
Me separé de él luego de unos minutos y fui directo a sus labios de nuevo. El soltaba pequeños gemiditos mientras yo tocaba su fina cara. Terminado el beso metí mis dedos en su boca mientras él atento los ensalivaba. Fue demasiado incitante que ya no podía aguantar mi erección que me empezó a doler así que con la otra mano desabroché mi bermuda. Rye sacó mis dedos de su boca y me miró picaramente.
-Quiero verte desnudo- cogió mi camisa y la rompió, no podía crear que tuviera tanta fuerza.
Mis dedos se dirigieron a su entrada, se tiró de la cama y me arrodillé otra vez frente a su apetitosa pelvis. Metí un primer dedo y soltó un quejido pequeño seguido por muchos gemidos casi desesperados. Esta vez fue diferente que la primera vez con Hae. El asunto con Rye era difícil de describir pues sentía que no debía causarle daño, sentía que debía ser perfecto para él no como con Hae que soportaba que yo no fuera perfecto.
Tenía que ser perfecto para él.
La cara de Rye era todo un poema, mostraba sus dolor pero a la vez placer con cada movimiento de mis dedos. Cuando metí el último dedo él alzó su mano y me agarró del hombro aruñandoló fuertemente dejandomé muchas marcas.
Sentí que ya estaba listo, me acomodé lentamente y fui metiendo mi miembro dentro de él, un quejido resonó en la habitación y luego siguieron unos gemidos apurados, desesperados y perfectos.
Estaba algo asustado sobre si podía hacerle daño pero él rápidamente tomó la iniciativa pues cogió mi cadera y me metió de lleno en su interior.
Grité ante la nueva sensación que recorría mi piel desde la cabeza hasta los pies. Sus paredes eran tan cálidas y se adaptaban perfectamente a mí.
Él se tapó la cara y miró hacia otro lado mientras suplicaba:
-Muévete, ya no aguanto más.
Pensé lo peor que se podría haber arrepentido de lo que estábamos haciendo, que me iba a dejar de hablar, a ignorar, a reclamarme pero traté de no perder el control de la situación. Comencé a moverme y si que sentía bien, no podía evitar gemir fuertemente. Mis gemidos se mezclaban con los de Rye en una armonía perfecta.
Los sonidos que se escuchaban en el cuarto eran nuestros gemidos que se combinaban con el sonido de la cama que pegaba fuerte contra la pared. De los ojos de Rye salían muchas lágrimas que me empezaban a preocupar, debería pensar en él en lo que estábamos haciendo, en el error pasional que cometemos.
Decidido y preparándome para lo peor.
-¿Por qué lloras?- cogí su cara y me miró.
-Porque nunca podré ser tan bueno como Donghae.
Esta fue la respuesta más extraña que haya oído, el creía que no podía ser tan bueno como Hae pero en realidad de a poco Rye superaba todas las expectativas.
-¿Tú que no eres tan bueno como Hae?- reí un poco y le di un corto beso en los labios- tú eres incluso mejor- susurré en su oído.
-Jae...Jae, tu eres mejor que Yesung.
Sentí una alegría enorme de sentirme casi tan perfecto como el tortugo. Le estaba dando más placer que él y yo por mi parte no quería salir de ese condenado cuerpo.
-Wookie, sigamos- él asintió sonriente y siguió moviéndose perfectamente.
Por unos minutos más seguimos con el acto que se acercaba cada vez más a la perfección o a una especie de nirvana.
-¡Dímelo, por favor!- me miró.
-¿Qué quieres que te diga?- entrelazamos las manos.
-Que soy mejor que Donghae, gritalo muy fuerte.
La petición que me dió era demasiado, pero tenía que hacerlo o no se me permitiría más ese magnifico cuerpo.
-¡Kim Ryewook es mejor que Lee Donghae!- grité con todas mis fuerzas haciendo que Wookie riera.
Cogí sus caderas y lo penetré fuertemente. Las gotas de sudor caían por el torso de Rye, que pronto se convertiría en mi amante, ese amante que me hacía delirar, ese amante tierno y dulce, ese amante incorrecto al que estoy empezando a querer. Ahora ya nada importaba, no me interesaba si la cama se rompía o algo parecido, tampoco si Kyuhyun o Sugmin no oyeran, tampoco que Hae se enterara alguna vez, esto quedaría en Grecia.
Mi desesperación era tan grande que en ese momento cometí un error dejándome llevar por el momento, la oportunidad y la pasión.
Con cada gemido de Rye me indicaba que quería más no lo podíua negar estaba muy cansado pero no iba a dejarlo insastifecho. Tenía que darle toda mi energía a él.
-¡Jae! Me haces delirar...por favor tocamé- gimió él.
Comencé a masturbarlo bajo esa petición se que le gustaba que mi mano tomara una gran velocidad haciendolo gemir, gritar y jadear. No me había equivocado Rye gritaba con una voz tan hermosa que sentía estar en una especie de nirvana donde no existía ni el tiempo, ni el resto.
Mi nombre salíó de su boca muchas veces. Acabé dentro de él sintiendo que iba a morir en ese instante tan perfecto. Simplemente no quería alejarme de su cuerpo y quería quedarme oliendo su esencia por mucho tiempo.
Salí de él lentamente tratando de no hacerle daño, no podía pararme bien pues las rodillas me temblaban debido al esfuerzo físico. Me arrastré como un idiota buscando algo para cubrir mi desnudez y al pasar por un espejo observé mi cuerpo marcado de dedos, arañazos, mordiscos y más. Parecía haber sido atacado salvajemente con ira, con pasión y con desesperación. Estaba realmente cansado, miré a Rye que seguia convulsionándose sobre la cama. No quería haberle causado tal trauma pero mi cuerpo, los bajos deseos, la necesidad primaron y había hecho a Rye de mi propiedad.
Cogí la sábana del suelo y lo arropé. Él ni me miró y se giró, no me atreví ni a tocarlo y tambien me giré dandole la espalda.
Lo escuche sollozar y me sentí destrozado.
<<¿Qué hice? Acabo de destruir todo el equilibrio del universo. Creo que se avecinan tiempos oscuros>>

-Te voy a hacer sentir las cosas que no te hace sentir Yesung- susurré en su oído sumamente agitado.
Cogí su miembro y me lo metí en la boca, el cerró los ojos, inclinó su cabeza hacia átras y apretó las sábanas. Se veía que disfrutaba.
Vi que Rye se pasaba sensualmente su lengua por sus labios con sus ojos cerrados fuertemente tratando de no gritar mucho, buscó mi cabeza para moverla lentamente. El ya no podía aguantar mucho tiempo y empezó a gritar y gemir fuertemente.
Me separé de él luego de unos minutos y fui directo a sus labios de nuevo. El soltaba pequeños gemiditos mientras yo tocaba su fina cara. Terminado el beso metí mis dedos en su boca mientras él atento los ensalivaba. Fue demasiado incitante que ya no podía aguantar mi erección que me empezó a doler así que con la otra mano desabroché mi bermuda. Rye sacó mis dedos de su boca y me miró picaramente.
-Quiero verte desnudo- cogió mi camisa y la rompió, no podía crear que tuviera tanta fuerza.
Mis dedos se dirigieron a su entrada, se tiró de la cama y me arrodillé otra vez frente a su apetitosa pelvis. Metí un primer dedo y soltó un quejido pequeño seguido por muchos gemidos casi desesperados. Esta vez fue diferente que la primera vez con Hae. El asunto con Rye era difícil de describir pues sentía que no debía causarle daño, sentía que debía ser perfecto para él no como con Hae que soportaba que yo no fuera perfecto.
Tenía que ser perfecto para él.
La cara de Rye era todo un poema, mostraba sus dolor pero a la vez placer con cada movimiento de mis dedos. Cuando metí el último dedo él alzó su mano y me agarró del hombro aruñandoló fuertemente dejandomé muchas marcas.
Sentí que ya estaba listo, me acomodé lentamente y fui metiendo mi miembro dentro de él, un quejido resonó en la habitación y luego siguieron unos gemidos apurados, desesperados y perfectos.
Estaba algo asustado sobre si podía hacerle daño pero él rápidamente tomó la iniciativa pues cogió mi cadera y me metió de lleno en su interior.
Grité ante la nueva sensación que recorría mi piel desde la cabeza hasta los pies. Sus paredes eran tan cálidas y se adaptaban perfectamente a mí.
Él se tapó la cara y miró hacia otro lado mientras suplicaba:
-Muévete, ya no aguanto más.
Pensé lo peor que se podría haber arrepentido de lo que estábamos haciendo, que me iba a dejar de hablar, a ignorar, a reclamarme pero traté de no perder el control de la situación. Comencé a moverme y si que sentía bien, no podía evitar gemir fuertemente. Mis gemidos se mezclaban con los de Rye en una armonía perfecta.
Los sonidos que se escuchaban en el cuarto eran nuestros gemidos que se combinaban con el sonido de la cama que pegaba fuerte contra la pared. De los ojos de Rye salían muchas lágrimas que me empezaban a preocupar, debería pensar en él en lo que estábamos haciendo, en el error pasional que cometemos.
Decidido y preparándome para lo peor.
-¿Por qué lloras?- cogí su cara y me miró.
-Porque nunca podré ser tan bueno como Donghae.
Esta fue la respuesta más extraña que haya oído, el creía que no podía ser tan bueno como Hae pero en realidad de a poco Rye superaba todas las expectativas.
-¿Tú que no eres tan bueno como Hae?- reí un poco y le di un corto beso en los labios- tú eres incluso mejor- susurré en su oído.
-Jae...Jae, tu eres mejor que Yesung.
Sentí una alegría enorme de sentirme casi tan perfecto como el tortugo. Le estaba dando más placer que él y yo por mi parte no quería salir de ese condenado cuerpo.
-Wookie, sigamos- él asintió sonriente y siguió moviéndose perfectamente.
Por unos minutos más seguimos con el acto que se acercaba cada vez más a la perfección o a una especie de nirvana.
-¡Dímelo, por favor!- me miró.
-¿Qué quieres que te diga?- entrelazamos las manos.
-Que soy mejor que Donghae, gritalo muy fuerte.
La petición que me dió era demasiado, pero tenía que hacerlo o no se me permitiría más ese magnifico cuerpo.
-¡Kim Ryewook es mejor que Lee Donghae!- grité con todas mis fuerzas haciendo que Wookie riera.
Cogí sus caderas y lo penetré fuertemente. Las gotas de sudor caían por el torso de Rye, que pronto se convertiría en mi amante, ese amante que me hacía delirar, ese amante tierno y dulce, ese amante incorrecto al que estoy empezando a querer. Ahora ya nada importaba, no me interesaba si la cama se rompía o algo parecido, tampoco si Kyuhyun o Sugmin no oyeran, tampoco que Hae se enterara alguna vez, esto quedaría en Grecia.
Mi desesperación era tan grande que en ese momento cometí un error dejándome llevar por el momento, la oportunidad y la pasión.
Con cada gemido de Rye me indicaba que quería más no lo podíua negar estaba muy cansado pero no iba a dejarlo insastifecho. Tenía que darle toda mi energía a él.
-¡Jae! Me haces delirar...por favor tocamé- gimió él.
Comencé a masturbarlo bajo esa petición se que le gustaba que mi mano tomara una gran velocidad haciendolo gemir, gritar y jadear. No me había equivocado Rye gritaba con una voz tan hermosa que sentía estar en una especie de nirvana donde no existía ni el tiempo, ni el resto.
Mi nombre salíó de su boca muchas veces. Acabé dentro de él sintiendo que iba a morir en ese instante tan perfecto. Simplemente no quería alejarme de su cuerpo y quería quedarme oliendo su esencia por mucho tiempo.
Salí de él lentamente tratando de no hacerle daño, no podía pararme bien pues las rodillas me temblaban debido al esfuerzo físico. Me arrastré como un idiota buscando algo para cubrir mi desnudez y al pasar por un espejo observé mi cuerpo marcado de dedos, arañazos, mordiscos y más. Parecía haber sido atacado salvajemente con ira, con pasión y con desesperación. Estaba realmente cansado, miré a Rye que seguia convulsionándose sobre la cama. No quería haberle causado tal trauma pero mi cuerpo, los bajos deseos, la necesidad primaron y había hecho a Rye de mi propiedad.
Cogí la sábana del suelo y lo arropé. Él ni me miró y se giró, no me atreví ni a tocarlo y tambien me giré dandole la espalda.
Lo escuche sollozar y me sentí destrozado.
<<¿Qué hice? Acabo de destruir todo el equilibrio del universo. Creo que se avecinan tiempos oscuros>>
*Fin del Segundo día*
Entonces...¿Que les pareció? Aclaro de una vez que no es que odiemos el Eunhae o el Yewook pero es que queriamos hacer un fic de traición. Lamento si algo se siente ofendido pero es nuestro fic nosotros le damos historia.
*se creen rebeldes*
Bueno, esperen por un siguiente capítulo. Les prometemos más lemon salvaje y sin sentido (?)
Espero que nos sigan viendo de la misma manera luego de este fic :)
Firma:
YuleSaku

Oh My Fucking Gosh!!!
ResponderEliminarQuiero más... quiero más sexo salvaje!!!!
Por otra parte... me parece que mi YeYe va a sufrir... bueno... ya me tiene a mí para suplir a Wookkie... Ok, no, se me va la pinza...
Fuf... al final lo leí en la universidad, pero desde el movil, eso sí, ponía caras muy raras y la gente creía que me estaba pasado algo malo...
Pero ha valido la pena...
Os espero en el siguiente cap!!